Ya saben de nuestra afición a verificar las cifras que nos parecen sorprendentes, por medio de algún método de contraste. Un asunto al que tenemos dedicado
algún apunte como el de setiembre de 2013 en el que explicábamos a los ovetenses como las cifras de asistencia que se daban para el Día de América eran sencillamente disparatadas.
Siguiendo esa línea de pensamiento crítico con los números, ya
estábamos a punto de recomendarles el artículo “El sexo de verdad el que no aparece en las encuestas del CIS reveladopor Google” publicado por Miguel
Ayuso el pasado miércoles en El Confidencial, cuando reparamos en dos
errores de cálculo cometidos por su autor. Aunque hoy observamos que alguien ha tenido
la bondad de advertirle, porque cuando escribimos estas líneas han sido
rectificados.
No cabe duda de que que la intención del artículo es magnífica, dar
un nuevo argumento al conocido principio de que las encuestas no reflejan como son
los encuestados sino, más bien, como les gustaría ser. A tal efecto reproduce
la comparación entre los condones que deberían ser utilizados según los datos
de las encuestas y los realmente vendidos, que fue realizada unos días antes en The New York Times por Stephens-Davidowitz. En el caso de España no queda mas remedio que recurrir
a los vetustos datos de la “Encuesta
sobre Actitudes y Prácticas Sexuales”, realizada por última vez por el
CIS en 2008. Diríase que estas cosas ya no
interesan.
El caso es que la cuenta original de Ayuso era la que sigue:
Según el último
estudio del CIS, de 2008, el 71,7% de los hombres y el 65,3% de las mujeres
asegura mantener relaciones sexuales al menos una vez a la semana. En la misma
encuesta puede leerse que el 66,4% de los hombres y el 52,3% de las mujeres
inmersos en una relación estable utilizan preservativo.
Si nos fiamos de la
encuesta del CIS, teniendo en cuenta que España tenía en 2008 46 millones de
habitantes, en torno a 31 millones de personas
hacen el amor todas las semanas, y de ellas más de la mitad usa preservativos.
Siendo generosos (pues, supuestamente, el 25% de los encuestados hace el amor
tres o cuatro días a la semana) al menos 15 millones de
personas usan un preservativo a la semana. Teniendo en cuenta que un año suele
tener 52 semanas, deberían venderse al año en España 780
millones de condones. Ese mismo año, en 2008, según una encuesta de
Nielsen, en España se vendieron 125 millones de preservativos. Algo aquí no
cuadra.
¿Notan algo raro? Pues vean ahora la actual redacción del
segundo párrafo:
Si nos fiamos de la
encuesta del CIS, teniendo en cuenta que España tenía en 2008 46 millones de
habitantes (y descontando el, aproximadamente, 20% de
menores de 18 años que no podían contestar la encuesta del CIS), en
torno a 17 millones de personas (son parejas) hacen el amor todas las semanas, y de ellas más de la mitad usa
preservativos. Siendo generosos (pues, supuestamente, el 25% de los encuestados
hace el amor tres o cuatro días a la semana y el 3,7% dice mantener relaciones
a diario) al menos 8,5 millones de personas usan
un preservativo a la semana. Teniendo en cuenta que un año suele tener 52
semanas, deberían venderse al año en España 442
millones de condones. Ese mismo año, en 2008, según una encuesta de
Nielsen, en España se vendieron 125 millones de preservativos. Algo aquí no
cuadra.
Advertirán que el principal error no era la inclusión de los
menores de 18, y eso que algún polvín echarán, sino el mucho más craso de no tener
en cuenta que en las prácticas sexuales suele consumirse un preservativo por
pareja. No entremos en detalles. Con todo, todavía le falta cambiar un personas
por parejas. Las prisas correctoras.
Lo que no deja de ser ciertamente interesante es constatar que
el índice de sobreponderación de su actividad sexual realizado por los españolitos
y españolitas medios podría ser del orden de 3.