Ovodonación es la palabra tratada por Laura Rodríguez Condeminas en la segunda edición de mayo del Martes Neológico del Centro Virtual Cervantes. Un sinónimo de donación de ovocitos y donación de óvulos que permite obviar que estos dos sintagmas no son estrictamente equivalentes. Puestos a ampliar el Diccionario, que de momento solo cuenta con un lema sufijado con -donación, que es condonación, conviene no perder de vista que clínicamente es más frecuente la espermodonación. Y también habría que pensar en incluir en el paquete la embriodonación. Doctores tiene la lengua para analizar el grado de implantación de cada una de esa voces.
Se parecen, se parecen..., pero no son lo mismo (24): pyromaniac y fire-raiser es el Trujamán de la semana perteneciente a la interesante serie cuyo autor es Fernando A. Navarro. Y, como bien explica, todo pirómano es por definición un incendiario, pero la mayor parte de los incendiarios no son pirómanos.
El Rinconete de José Luis Garrosa Gude titulado Batirse en duelo mediante la palabra: todo lo que debemos aprender de Groenlandia comenta una noticia aparecida el 29 de julio de 1911 en la primera página del diario lucense El Regional. Encomiable costumbre, pero no vemos a Donald Trump entrando al duelo cantado.
Vergara se aplicó al ¡Y tu más! ante las críticas a la tardanza de Sánchez en reunirse con las víctimas de la dana y, al efecto, convirtió a Mazón, primer teriomorfismo que registramos en su colección de viñetas, en un elefante en la habitación. Un metafórico paquidermo que no es la primera vez que da como compañero a Feijóo. Debajo recordamos otras dos viñetas también publicada en eldiario.es, la primera el pasado 30 de abril y la verdosa segunda el 3 de abril de 2022.
Puebla pone hoy la sección musical con la canción El auto de papá (1969) popularizada por Los payasos de la tele (vídeo con la versión de Fofó), pero que es obra del músico argentino Enrique Fischer, también conocido como Pipo Pescador.
Encabezamos el apartado literario con la viñeta de García Morán del lunes inspirada en La venganza de Don Mendo (1918) de Pedro Muñoz Seca. Sigue la hamletiana pieza de David Rowe sobre el dilema del presidente del Reserve Bank of Australia en relación con los tipos de interés (finalmente los bajaría un cuarto de punto) y la evocación de Morten Morland de la escena más famosa del Ricardo III de Shakespeare en que el monarca exclama «Un caballo, un caballo, mi reino por un caballo».
Concluimos con la viñeta de Alex en La Liberté de Friburgo que muestra el comienzo de una versión para nativos digitales de la fábula El cuervo y el zorro (enlazamos las versiones de Lafontaine y de Samaniego).
PS - Con retraso hemos visto la quijotesca escena del jordano Osama Hajjaj con un mexicanizado Sancho.
Anexo
Los políticos independentistas catalanes suelen duplicar el género de los sustantivos en plural relativos a personas para que nadie quede excluido en los significantes (aunque esté incluido en los significados); una práctica prescindible desde el punto de vista lingüístico pero comprensible si se ve desde el punto de vista de la comunicación política de hoy, por el mensaje feminista que transmite. Así, dicen “catalanes y catalanas” o “trabajadores y trabajadoras”. Creen que de ese modo no se invisibiliza a las mujeres. Pero los mismos portavoces no muestran reparo en invisibilizar con sus expresiones, ahora sí en el significado, a los no independentistas, al margen de su género gramatical, cuando se trata de hablar acerca de lo que ellos entienden por “Cataluña” y “los catalanes”. En tales casos, usan esos términos para presentar su sentir como si ambos significantes señalaran un grupo homogéneo; como si no hubiera catalanes que piensan y votan de otra manera. Es decir, hablan de su Cataluña y de sus catalanes, pero no con posesivos sino con artículos, excluyendo así a los demás.
Uno de los últimos ejemplos lo proporcionó Miriam Nogueras, portavoz de Junts, quien el 7 de mayo declaró que el proyecto de reducción de la jornada laboral se diseñó “sin contar con la opinión de los catalanes”, y solo atendiendo a “la opinión de los sindicatos españoles”.
Nogueras pretendía denunciar la ausencia de su partido en las negociaciones destinadas a reunir una mayoría suficiente para sacar adelante el proyecto. Pero en vez de decir “sin la opinión de Junts”, o “sin nuestra opinión”, eligió “sin la opinión de los catalanes”. Una vez más, la parte propia se adueñaba del todo, olvidando así a los demás.
Se trata de una práctica de manipulación lingüística que ya le conocimos aquí al dictador Franco, quien hablaba de sus enemigos como “los enemigos de España”.
En efecto, una parte de “los catalanes” representados en el Congreso no ha sido consultada sobre la citada ley. Pero eso no implica que se haya orillado la opinión de “los catalanes”, expresión que debería incluir a los representados por Sumar y por el PSOE (PSC). Por tanto, no se puede denunciar que “los catalanes no han sido consultados” sino acaso “algunos” de ellos.
En esta ocasión, además, Nogueras excluyó al otro partido independentista: Esquerra Republicana de Catalunya, que sí apoyará la ley y a cuyos miembros también les retiraba el adjetivo “catalanes”. Claro, tan habituados están los de Junts (y los de Esquerra, aunque aquí lo sufran) a excluir a los no independentistas en sus discursos, que ya les sale la trampa de natural, como de oficio.
A esto se añade la referencia de Nogueras a “los sindicatos españoles” (para contraponerlos a la locución “los catalanes”), una maniobra de invisibilización de aquellos miembros y dirigentes de las organizaciones sindicales que son tan ciudadanos de Cataluña como ella. Porque los sindicatos “españoles” resultan ser los mayoritarios en esa comunidad y representan en toda regla a los afiliados catalanes, también excluidos en su frase.
Los independentistas se han retratado así muy a menudo en su lenguaje público, al confundir la realidad con la ideación que quisieran legítimamente conseguir. Aplican las técnicas lingüísticas que ya empleaban los nazis (véanse los libros al respecto de Victor Klemperer o Jean Pierre Faye) y que un partido democrático como Junts debería apresurarse a evitar para no parecer lo que no es; porque si no lo hace acabará siendo lo que parece.
"gustavo matos way of live" la palabra de gustavo matos, psoe, vale menos que una peseta. Los politicos sin palabra no sirven para nada
ResponderEliminar"la carlota se enrolla que te cagas"
ResponderEliminar"el hermanisimo"
ResponderEliminarpedro sanchez psoe; dimite ramon alzorriz
ResponderEliminar