Como estamos en vena fotográfica, sirva una imagen para ir despidiendo con algunos días de antelación sobre la efeméride astronómica ese ciclo anual en el que nos divertimos con casi cualquier cosa. Así que, en un luctuoso día como hoy, y es que América no está tan lejos, sobre todo en avión, y no digamos en business (nos morimos por saber como lo pronuncia quien vd. y nosotros sabemos) como parece que viaja la frustrada delegación olímpica madrileña, no nos queda sino agradecer que por aquí esté muy limitada la posesión de armas. Algunas categorías ciudadanas podrían sufrir estragos.
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