Volvemos con más nombres de ciudades relacionadas con denominaciones textiles (enlace al apunte previo). Hoy vamos a comenzar analizando algunos casos en los que las transformaciones del nombre de las villas originarias complica un poco la búsqueda del origen.
El Drae define la organza como un “tejido ligero de seda o algodón, transparente y semirrígido, más fino que la muselina, empleado especialmente para la confección de ropa femenina”, a la par que aclara que el homónimo italiano del que procede deriva de Urgenc, una ciudad de Uzbekistán. Apuntemos que, sin embargo, el diccionario Merriam Webster afirma sobre la misma palabra utilizada en inglés que podría ser una alteración de la marca Lorganza. No lo vemos muy documentado. En todo caso el término propiamente equivalente en ese idioma a nuestra organza es organdí, una denominación que también acoge nuestro diccionario, aunque curiosamente con una definición algo diferente a la anterior (tela blanca de algodón muy fina y transparente). En lo que coinciden ambos idiomas es en haberla tomado prestada del francés, donde habría adquirido esa forma evolucionando a partir de organzi.
No es Urgenc la única ciudad de Uzbekistán que contribuye a nuestro idioma. Aunque no está recogido en el Drae, también se utiliza el término bucarán para denominar el material de refuerzo que se utiliza en las cortinas y también para entelar libros. Este palabra está tomada de la francesa bougran, que es una evolución de bougheran, cuyo origen hay que buscar en la ciudad de Bujará, en francés Boukhara, que está situada en la conocida como Ruta de la Seda. Para denominar ese material nuestro el diccionario académico nos ofrece bocací (del turco boǧasi): "tela de hilo, de color, más gorda y basta que la holandilla".
El Drae define la organza como un “tejido ligero de seda o algodón, transparente y semirrígido, más fino que la muselina, empleado especialmente para la confección de ropa femenina”, a la par que aclara que el homónimo italiano del que procede deriva de Urgenc, una ciudad de Uzbekistán. Apuntemos que, sin embargo, el diccionario Merriam Webster afirma sobre la misma palabra utilizada en inglés que podría ser una alteración de la marca Lorganza. No lo vemos muy documentado. En todo caso el término propiamente equivalente en ese idioma a nuestra organza es organdí, una denominación que también acoge nuestro diccionario, aunque curiosamente con una definición algo diferente a la anterior (tela blanca de algodón muy fina y transparente). En lo que coinciden ambos idiomas es en haberla tomado prestada del francés, donde habría adquirido esa forma evolucionando a partir de organzi.
No es Urgenc la única ciudad de Uzbekistán que contribuye a nuestro idioma. Aunque no está recogido en el Drae, también se utiliza el término bucarán para denominar el material de refuerzo que se utiliza en las cortinas y también para entelar libros. Este palabra está tomada de la francesa bougran, que es una evolución de bougheran, cuyo origen hay que buscar en la ciudad de Bujará, en francés Boukhara, que está situada en la conocida como Ruta de la Seda. Para denominar ese material nuestro el diccionario académico nos ofrece bocací (del turco boǧasi): "tela de hilo, de color, más gorda y basta que la holandilla".
Algo más al norte y al occidente, próxima a la desembocadura del Volga, está la ciudad rusa de Astracán, que da nombre tanto a la "piel de cordero nonato o recién nacido, muy fina y con el pelo rizado", de raza caracul añadimos nosotros a los dicho por el Drae, como al "tejido de lana o de pelo de cabra, de mucho cuerpo y que forma rizos en la superficie exterior", que es la acepción que hoy nos interesa. La invención de este tejido de aspecto parecido a la citada piel se atribuye al fabricante de Nimes llamado Antonio Fesanet.
La cretona es “en tapicería, tela fuerte comúnmente de algodón, blanca o estampada” que el diccionario académico aclara que procede del francés cretonne, cuyo origen establece en “Creton, donde se fabrica esta tela” (no es fácil que encuentren la villa buscándola por ese nombre porque desde su fusión en 1972 con otras dos comunidades vecinas se llama Buis-sur-Danville). Sin embargo, el diccionario francés nuevamente discrepa y se inclina por fijar el origen de la palabra en una manufactura llamada Courtonne que habría estado establecida en Alençon, aunque también admite la posible procedencia de alguna de las localidades con ese nombre de la región de Calvados. Por contra, ese repertorio léxico considera poco creíble la escasamente documentada derivación del nombre de la comunidad del departamento del Eure llamada Creton (1). Asímismo considera improbable que sea una derivación del nombre del fabricante P. Creton (2).
La cretona es “en tapicería, tela fuerte comúnmente de algodón, blanca o estampada” que el diccionario académico aclara que procede del francés cretonne, cuyo origen establece en “Creton, donde se fabrica esta tela” (no es fácil que encuentren la villa buscándola por ese nombre porque desde su fusión en 1972 con otras dos comunidades vecinas se llama Buis-sur-Danville). Sin embargo, el diccionario francés nuevamente discrepa y se inclina por fijar el origen de la palabra en una manufactura llamada Courtonne que habría estado establecida en Alençon, aunque también admite la posible procedencia de alguna de las localidades con ese nombre de la región de Calvados. Por contra, ese repertorio léxico considera poco creíble la escasamente documentada derivación del nombre de la comunidad del departamento del Eure llamada Creton (1). Asímismo considera improbable que sea una derivación del nombre del fabricante P. Creton (2).
La palabra muselina
procede, según el drae, del francés
mousseline, así que tenemos que ir al diccionario normativo galo (enlace) para
encontrar que ese vocablo se formó a partir del nombre de la ciudad de Mosul (en francés Mossoul).
La definición oficial es “tela de algodón, seda, lana, etc., fina y poco tupida”.
En el caso del tul
el diccionario español se limita a informar sobre la etimología de este
“tejido delgado y transparente de seda, algodón o hilo, que forma malla,
generalmente en octógonos” que procede del término francés tulle. Así que nuevamente tenemos que acudir al diccionario del vecino país (enlace) para descubrir
que ese vocablo procede de la villa de ese mismo nombre situada en el
departamento de Corrèze.
Otro delicado tejido de seda es el shandung o chantung, que no está acogido en nuestro diccionario por más que sea uno de los favoritos de las novias con posibles para sus vestidos de boda. Una palabra que, por tanto, no es difícil escuchar en los festejos matrimoniales, que tiene su origen en la provincia china cuyo nombre quiere decir “este de las montañas”, en referencia a su localización al oriente de las denominadas Taihang.
La ciudad china de Tsö-Thung está en el origen de aceituní, la "tela rica traída de Oriente y muy usada en la Edad Media" cuyo nombre nos llegó a través del árabe azzaytūnī, que es el gentilicio de zaytūn.
Entre la lanas es muy apreciada la conocida como angora, que es la obtenida a partir del pelo del "conejo de Angora". Este toma su nombre del que antiguamente recibía la capital turca, la que hoy es conocida como Ankara.
El Diccionario académico del español solo reconoce a jersey el significado de "prenda de vestir de punto, cerrada y con mangas, que cubre desde el cuello hasta la cintura aproximadamente", pero en su inglés de origen esta isla del Canal de la Mancha también da nombre al tejido de punto con el que se confeccionan. La nomenclatura de esas prendas tiene cierta complejidad, especialmente por las diferencias entre el inglés británico y americano que se explican en el artículo sweater de la Wikipedia. Ahí encontraran otro epónimo personal, el cardigan, sobre el que no tenemos tiempo de extendernos hoy. Sin embargo, no se hace referencia a la prenda que en español cabe denominar con la etimológicamente absurda expresión "jersey shetland". Y es que las Islas Shetland son un archipiélago también de soberanía británica, cuyas afamadas productoras de una característica lana muy gruesa pastan a bastante distancia del paraíso fiscal del Canal.
El Diccionario académico del español solo reconoce a jersey el significado de "prenda de vestir de punto, cerrada y con mangas, que cubre desde el cuello hasta la cintura aproximadamente", pero en su inglés de origen esta isla del Canal de la Mancha también da nombre al tejido de punto con el que se confeccionan. La nomenclatura de esas prendas tiene cierta complejidad, especialmente por las diferencias entre el inglés británico y americano que se explican en el artículo sweater de la Wikipedia. Ahí encontraran otro epónimo personal, el cardigan, sobre el que no tenemos tiempo de extendernos hoy. Sin embargo, no se hace referencia a la prenda que en español cabe denominar con la etimológicamente absurda expresión "jersey shetland". Y es que las Islas Shetland son un archipiélago también de soberanía británica, cuyas afamadas productoras de una característica lana muy gruesa pastan a bastante distancia del paraíso fiscal del Canal.
La lona procede,
siempre siguiendo al Diccionario académico, de Olonne, una “población
marítima de Francia, donde se tejía esta clase de lienzo” que se define como “tela
fuerte de algodón o cáñamo, para velas de navío, toldos, tiendas de campaña y
otros usos”. Por extensión también da nombre al “suelo sobre el que se
realizan competiciones de boxeo, de lucha libre y grecorromana”. Un sustantivo que, con frecuencia, se utiliza como predicado del verbo besar.
También resistente, aunque no tanto, es el vichy, definido como un "tejido fuerte de algodón, de rayas o cuadros" que toma su nombre de la ciudad balnearia francesa" cuyas prestigiosas aguas llevaron al médico Modest Furest i Roca a comercializar las de Caldas de Malavella con el nombre de Vichy Catalán.
También resistente, aunque no tanto, es el vichy, definido como un "tejido fuerte de algodón, de rayas o cuadros" que toma su nombre de la ciudad balnearia francesa" cuyas prestigiosas aguas llevaron al médico Modest Furest i Roca a comercializar las de Caldas de Malavella con el nombre de Vichy Catalán.
Etiqueta de Levi Strauss&Co. de los años 20 con la denominación "Indigo Dyed Denim" |
Como resistente a la vez que fresco es el mahón, la tela de algodón que los barcos británicos que la traían desde el puerto chino de Nanquín transbordaban en el puerto menorquín.
A modo de balance final, vamos a recordar que hemos recorrido una veintena de ciudades, siete de ellas francesas y solo una española (nos han parecido demasiado desusadas las denominaciones coruñas, santiagos o bierzos, mientras que era demasiado tramposo colar cordobán en una lista textil), que están en el origen de un número algo superior de términos textiles (la uzbeka Urgenc está detrás de dos, organza y organdí, Calcuta de calicó y el desusado calicud, mientras que hay varias denominaciones multiformes como popelín/popelina, cachemir/cachemira o chevió/cheviot). Pues todavía nos hemos dejado casi una treintena de textiles más derivados de ciudades.
Cinco de los vocablos de origen urbano que hemos repasado no están incluídos en el Drae (oxford, bucarán, denim, jean y paisley) y dos más no tienen recogida una acepción en esta concreta materia (chantilly y jersey). También hemos pasado por tres países (India, Panamá y Holanda que, asímismo, aporta su diminutivo), un imperio (el otomano), una disputada región (Cachemira), una provincia china (Shandong), un condado irlandés (Donegal), un río (Tweed) y unas montañas (Cheviot) que, unidos al nombre propio de persona (Baptiste), dan lugar a la treintena de epónimos utilizados para denominar tejidos que hemos repasado. Por el medio se nos han colado otras tantas palabras, 12 de ellas nombres de elementos químicos, también vinculadas a ciudades pero relacionadas con temáticas diferentes a la que nos ha servido de guía en esta doble entrada.
Pues aún hay a quien le parecen pocos, y no es raro ver por ahí como hay quien quiere encontrar en la región palestina de Gaza el origen del término gasa sin contar para ello con ningún tipo de argumento de una mínima solidez frente a la etimología árabe propuesta por nuestro Diccionario que, sin embargo, sí que le concede ese origen eponímico al poco usado nombre del lienzo llamado caza.
Cinco de los vocablos de origen urbano que hemos repasado no están incluídos en el Drae (oxford, bucarán, denim, jean y paisley) y dos más no tienen recogida una acepción en esta concreta materia (chantilly y jersey). También hemos pasado por tres países (India, Panamá y Holanda que, asímismo, aporta su diminutivo), un imperio (el otomano), una disputada región (Cachemira), una provincia china (Shandong), un condado irlandés (Donegal), un río (Tweed) y unas montañas (Cheviot) que, unidos al nombre propio de persona (Baptiste), dan lugar a la treintena de epónimos utilizados para denominar tejidos que hemos repasado. Por el medio se nos han colado otras tantas palabras, 12 de ellas nombres de elementos químicos, también vinculadas a ciudades pero relacionadas con temáticas diferentes a la que nos ha servido de guía en esta doble entrada.
Pues aún hay a quien le parecen pocos, y no es raro ver por ahí como hay quien quiere encontrar en la región palestina de Gaza el origen del término gasa sin contar para ello con ningún tipo de argumento de una mínima solidez frente a la etimología árabe propuesta por nuestro Diccionario que, sin embargo, sí que le concede ese origen eponímico al poco usado nombre del lienzo llamado caza.
P.S.- Aparte de las entradas ya enlazadas en el texto también tenemos otra titulada Un "falso amigo" escondido en el Diccionario dedicada a un famoso epónimo deportivo, aunque, de momento, no ha servido para que se corrija el error del Drae allí denunciado. No piensen que somos tan vanidosos como para creer que algún académico podría leernos, así que vamos a dejar claro que lo fiamos a que también hemos enviado nuestra observación en el formulario que tiene dispuesto al efecto la web de la docta casa.
(1) L'hypothèse d'une dérivation de Creton, nom d'une commune de l'Eure dont les toiles auraient été renommées (FEW t. 2, p. 1332 a; BL.-W.1-5) ne repose que sur une addition du XVIe s. au Débat des hérauts d'armes (XVe s., éd. L. Pannier, p. 43 et 147), l'existence d'une industrie textile dans cette commune n'étant attestée par aucun document des Archives de l'Eure)
(2) Celle [hypotesis] d'une dérivation du nom du fabricant P. Creton dans Larrouse encyclopedie ne semble pas davantage documentée
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