Hoy la cosa va sobre ese hipócrita afán de "colegueo" que tan impúdicamente suelen mostrar los candidatos en los procesos electorales. Brillante representación la que hizo Barry Blitt de una Hillarry Clinton igualmente forofa de los dos grandes equipos de béisbol de la ciudad de Nueva York. Y todavía nos gusta mas la portada del 10 de agosto de 1940 de la revista neoyorquina con ese candidato mimetizado en granjero, ferroviario, indio, bombero y lo que haga falta. Faltaría mas.
Así son ellos (y ellas).
Añadimos unos detalles de algunos de los avatares
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