La adjunta captura muestra la recepción que nos brindó ayer la edición digital de La Nueva España.
La imagen nos ha suscitado dos reflexiones. La primera es que la
superficie dedicada a la información es, aproximadamente, la cuarta parte de la
total. Somos conscientes de que no es barato mantener un periódico, pero se nos hace un poco
excesivo. A ver si les va a pasar lo mismo que al hostelero que cada vez ponía
menos jamón en los bocadillos y acabó echando la culpa de su ruina a la crisis.
La segunda reflexión es que parece increíble que los avezados redactores de este
diario no hayan encontrado, según suponemos manda su libro de estilo, una conexión asturiana en el asunto del "corralito" griego. Seguro que hay por ahí tremendas historias de algún hijo putativo de cualquier
marinero astur que tuviera por costumbre recalar en El Pireo, o incluso de
algún erasmus que posiblemente se instruyera por estos lares en como beben los asturianos, no en vano esta es la última Comunidad Autónoma que permitió emborracharse a los 16 sin transgredir la ley. Eso era ser de izquierdas para no tan pocos. Volviendo a lo que nos ocupa, el caso es que resulta manifiesta la nula adaptación de la noticia griega a los conocidos gustos de la clientela
del periódico asturcatalán.
Y aun resulta mas llamativo cuando mísmamente ayer, a la hora de informar de algo que
tanto debería unir a los españoles como son la son las secuelas del terrorismo de Eta, precisamente
porque ser español es lo que te convertía en blanco, resulta que la mención del titular se restringía a las víctimas astures. No se puede ser mas provinciano en el mas mísero sentido que tenga esa palabra. Como si lo importante no fueran los
379 crímenes que siguen impunes. Tal es el caso de uno tan execrable como el que recuerda Javier Carballo en El Confidencial sobre el que el abertzalismo no deja de intentar marcar ridículas distancias. Háganse un favor siguiendo el enlace.
Nosotros seguiremos atentos, porque damos por seguro que acabará por aparecer la ansiada conexión grecoastur.
Última hora: como era previsible, la profesionalidad de la plantilla del Grupo Moll ha conseguido superar el reto.
Última hora: como era previsible, la profesionalidad de la plantilla del Grupo Moll ha conseguido superar el reto.