Iniciábamos hace algo más de un año el apunte cuyo título parafraseamos hoy diciendo “un anuncio nos ha invitado a reparar en la forma en que internet
nos proporciona acceso a gigantescas cantidades de variopinta información,
incluso de los temas más intrascendentes. O quizá mejor habría que decir sobre
todo de los temas más intrascendentes”.
Pues la magia ha vuelto repetirse. Todo comenzó con una
seductora portada de la revista Penthouse, en concreto la del número de octubre de la edición australiana. Resulta que la modelo nos evocó a Emma Watson, aunque tras un breve cotejo
fotográfico hemos llegado a la conclusión que hay alguna conexión cerebral que
no nos funciona del todo bien. Opinen vds. mismos (1).
Con todo decidimos que queríamos saber más sobre la bella y
ahí comenzó la magia internetal. Imagínense lo imposible de la tarea hace no
tanto tiempo. Lo cierto es que nos costó un poquillo llegar a saber que la modelo se llama Indèya Passfield. Y con ser ciertamente
atractiva, aparece en la revista notablemente realzada por el buen hacer del
fotógrafo Steven Popovich (la
elección de la lencería también nos parece muy acertada).
Bendita opción la búsqueda por imágenes de Google porque, una vez identificada, dar con su Instagram, que cuando accedimos tan solo acumulaba 2.462 seguidores, ya fue cortar y pegar (¿quien
cose y canta ya?).
Veremos que ocurre después de este apunte (les recordamos que tenemos un lejano
antecesor oriundo de la localidad de Alcoyano).
El caso es que curioseando por ese repositorio de imágenes hemos
reparado en dos cosas. La primera, lo
fácil que es hoy en día que la gente te
presente a su familia y amigos. Donde quedó aquello de mi novio todavía no entra en casa. Y en
segundo lugar, lo ridícula que es la política de muchas redes sociales en relación
con los desnudos ¿no será más fácil que pongan un filtro de acceso a las colecciones
o concretas imágenes que los contengan?
El después y el antes del ataque sufrido por Indèya Passfield a manos de los modernos iconoclastas |
Y es que tener que ver la foto de la sesión para Penthouse allí incluida en el formato
que les mostramos acompañado del original, es una moderna forma de iconoclasia. Hasta se nos hace emparentada con los martillazos que
pegan los de ISIS a toda obra de arte antiguo que encuentran en su camino.
Perdonen la frivolidad, que lo es.
El caso es que tuvimos que seguir indagando un buen
rato hasta encontrar las fotos tal y como fueron publicadas. Pero nuestro
esfuerzo tuvo premio, y además gordo, porque dimos nada menos que con una edición
digital de libre acceso. Como somos gente de fondo generoso compartimos ese enlace con nuestros lectores. Entren sin miedo que la versión austral de la
habitualmente procaz publicación practica un
erotismo refinado que nos ha sorprendido agradablemente.
Finalizamos con un mensaje para Indèya: nos congratulamos de
que no te hayan quedado secuelas de ese tremendo golpazo en las rodillas que nos
tienes enseñado.
¡Ah! Y nos gusta mucho la foto del gatito que nos hemos permitido reproducir. If you ever come to
Europe don´t forget to let us know.
(1) También hemos encontrado por ahí la comparación que sigue. Y ya nos dirán vds. si corren riesgo de confundir a las propietarias de esas aparentemente similares medias caras.
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