sábado, 15 de abril de 2017
Se fuga aprovechando que su vigilante se ausenta a orinar
La verdad es que no conocemos ninguna historia que responda al titular. Como tampoco existe ninguna otra que pueda describirse con un “entonces llegó el teniente y le afeó la conducta, no sabemos cuál, si la de menstruar o la de colocarse la compresa” que incluye Juanjo Millás en su columna titulada Expediente.
Lo malo es que el exitoso columnista sabe perfectamente, como casi todos los que se han subido a ese populista carro, que el famoso expediente no fue ni por menstruar ni por colocarse la compresa. Lo fue por ausentarse de un servicio sin pedir autorización. Así son algunas profesiones. No todos es teclear unas líneas, cierto que habitualmente brillantes, cuando te sale de la fama.
Vamos a reconocer que a nosotros nos fastidia particularmente que las cirujanas se ausenten a cambiarse el tampón cuando estamos en asistolia. Pero la verdad no interesa en este benemérito caso, símplemente, porque no está al servicio del preestablecido discurso pseudofeminista que tanto vende. Ahí donde lo importante no es tanto ser como parecer. Compatible, pues, con tener sin asegurar a la asistenta.
Pura esencia de esa posverdad en la que son los hechos los que deben acomodarse al discurso. Así que lo tiene fastidiado ese teniente que ha topado con el más vendedor sectarismo. Sería poético que el delincuente de nuestro titular fuera un hipotético ofensor a Millás. Igual le entraba de pronto la virtud de comprender, por eso de que cada uno cuenta la fiesta según le va en ella.
A quien no hemos visto para fiestas es a Dª Elvira Lindo de Gafotas. Segunda Semana Santa consecutiva en que necesita desahogarse contándonos que no le gustan las procesiones (enlace). Con la de cosas que pueden hacerse en estas festivas jornadas con sus posibles, ya son ganas de mortificarse.
Lo cierto que a nosotros también nos sorprende el auge de estas manifestaciones de fervor en tan laica sociedad. Por ello aun entendemos menos el nada analítico enfoque del artículo de esta antitaurina que no aguanta repetirnos cada poco cuanto lo es ¿Entender las cosas?, para qué. Y mira que se nos ocurren causas humanas que agradecerían tanta preocupación. A ver si la exitosa autora se anima algún día, ¡Humans first!, a escribir a favor de algún congénere.
Aunque sea una humorada como la necrológica de Rita Barberá que el coñón de Arcadi Espada decidió colar entre tanto fervorín por Carme Chacón. La mediática ministra, ¡capitán mande firmes!, que a nosotros también nos simpatizaba. Pero ello no obliga a olvidar cosas como la ignominia de haber dejado escapar a los secuestradores del Alakrana en decisión conjunta con el Jemad devenido podemita.
O constatar que el affaire Zaida Cantera ocurrió durante su mandato en que fue ascendido el luego condenado ofensor. Pero solo algunos selectos ministros gozan del derecho a no enterarse que conceden graciosamente ciertos influencers.
En todo caso, la realidad, hasta en las hagiografías, es multicolor. Y no le sale mal el conjunto a Chacón.
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