El salto generacional como tradicional fuente de 'nuevas normalidades'

Los cambios de la forma de vestir ha sido una de las tradicionales fuentes de inspiración de las ilustraciones sobre el salto generacional. Así que mientras sigue asentándose la iconografía que caracterice lo que las autoridades han dado en llamar, con escaso genio creativo, "nueva normalidad" (nos gusta más la "reanudación" acuñada por la Generalitat), vamos a repasar algunas ilustraciones del impacto de las nuevas modas. 

Comenzamos con las dos portadas sobre esa cuestión, ambas con escenificaciones bastante sutiles, que tenemos identificadas en la revista The New Yorker: Rea Irvin (6/8/1955) y Charles D. Saxon (30/3/1968).

 

No es fácil valorar tantos años después el gesto del padre de la portada de Collier's del 18 de julio de 1953, pero la actitud de la madre indica que no parecía vivirse en esa familia una. Cuestión distinta es la reacción que producía el pantalón corto lucido por la demediada protagonista de la tapa del 27 de junio de 1931. 

 

Una espléndida versión fotográfica de una situación similar es la que en 1969 plasmó el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson (enlace a una colección de sus trabajos) en la Brasserie Lipp de París. Una imagen que Horacio Altuna cambió completamente de significado en una ilustración que en 1990 fue portada del nº 48 de Totem el Comix.

Anterior a la foto de Cartier-Bresson es la escena de café incluida (p.45) por Ronald Searle en su libro Paris Sketchbook (Perpetua Books, 1957).


Pero es la playa el escenario más habitual en el que las prendas de baño se han convertido en las más habitualmente utilizadas para representar los cambios de las costumbres. Lo ilustramos con dos ejemplos tomados de la revista Judge: la ilustración de Orson Lowell de la portada del 14 de junio de 1919 y la de Gilbert Bundy para la de agosto de 1933 que pone la etapa que sigue al estadio anterior. 

 

Concluimos con una muestra del desfase que en esto llevaba España, ilustrado con "el modelo de reglamento" que Munoa sometió al escrutinio de los guardianes de las buenas costumbres en la portada del número 876 de La Codorniz (31 de agosto de 1958).