Después de los muchos insectos que poblaron la 69ª septena, optamos por proseguir esta nueva serie con esa misma clase de criaturas, pero convertidas en protagonistas de antrópicas escenas. Las ilustraciones del pasado sábado fueron creaciones de Art Spiegelmann (19/8/1996) y Edward Sorel (10/7/2000), mientras que las del día siguiente llevaban la firma de Edward Koren (“Big Bug City”, 12 & 19/7/2010) y nuevamente Edward Sorel (“Blossom Time”, 15/4/2013).
Los insectos antropomorfos (no confundir con teriomorfismos como los tratados en La mujer mariposa [1], porque ese es un proceso inverso en el que son los humanos quienes incorporan rasgos animales, por más que no falten casos fronterizos entre ambas tipologías) tienen una larga tradición iconográfica, pero no es muy frecuente encontrarlos en ilustraciones de portada al margen de en las colecciones de fábulas.
La tapa más antigua que tenemos registrada en una revista es la de Marjorie P. Rowell en Home Arts de junio de 1937, pero unos fantásticos ejemplos muy anteriores son las ilustraciones de Grandville (seudónimo de Jean Ignace Isidore Gérard, 1803 - 1847) para 'Les aventures d'un papillon', un relato incluido por Pierre Jules Stahl en el libro 'Scènes de la Vie privée et publique des Animaux' [1840; enlace a un ejemplar digitalizado en Gallica]. A continuación mostramos la escena de la boda del epiceno protagonista con una libélula [fuente].
Y el
lunes dimos continuación a la reseña del uso de ese tipo de redes en
The New Yorker, ya aplicadas a su objetivo natural, con el emparejamiento de las ilustraciones de
Julian de Miskey (8/6/1929) y
Robert Kraus (28/5/1960).
Al día siguiente formamos una segunda pareja sobre ello con
Chas Addams (3/10/1953), que aporta una inquietante creatividad
marca de la casa, y
William Steig (28/7/75).
Otro ejemplo de agigantador juego con la perspectiva, si bien algo menos inquietante, es el realizado por George Adamson en una portada de Punch de 1968 que presentamos acompañada de una inversión de papeles más explícita que la sugerida por Addams realizada por Cheri Herouard en La Vie Parisienne del 9/7/1921. Debajo, caza de mariposas en Le Sourire (26/6/1930) por Georges Leonnec y en Punch (16/6/1965) por Smilby (Francis Wilford-Smith).
Armand Vallée llevó a la portada de 'La Vie Parisenne' del 3/6/1922 una osada cazadora que no se ayudaba de la pertinente red en una ilustración en la que advirtió que "Tout papillon que la main n'atteint pas n'est que mythe" (La mariposa que la mano no alcanza no es más que un mito). Antes que eso ya se había visto en la portada de esa publicación (17/7/1920) la caza convertida en amorosa metáfora.
Y no podían faltar ese tipo de cazadoras escenas en The Saturday Evening Post: 'Woman Chasing Butterfly'(8/6/1907) de Edward Penfield y 'Chasing Butterflies' (24/8/1918) de Sarah Stilwell-Weber.
Otro infantil perseguidor de mariposas que acaba convertido en cazador cazado tras topar con un avispero es el de la portada de Good Housekeeping de noviembre de 1937 que Horace Gaffron ilustró con una complementaria segunda escena.
Y un curioso enfoque que se ha visto por duplicado en las portadas de la revista Collier's es la captura involuntaria de unos de esos insectos. La tapa del 4/6/1938 es obra de Jaro Fabry y la del astronáuticamente equipado niño del 18/4/1953 es de Lee Burke. [2]
Las colecciones resultantes de esas capturas permiten formar una pareja Post-TNY: 'The Collector' (11/8/1951) de Stevan Dohanos y un aula de naturaleza de Arthur Getz (15/4/1972).
Retomamos el guión marcado por nuestra tuitera serie con la pareja del miércoles, formada por ilustraciones de Ilonka Karasz (16/4/1927) y Ana Juan (29/3/2010). Acompañamos una foto que muestra la fuente de inspiración de la pieza de la ilustradora velenciana, que es un homenaje al diseñador de moda Alexander McQueen (1969 - 2010) que había fallecido poco antes. El aparatoso Butterfly Hat fue una de las creaciones más llamativas de la última colección que presentó quien fuera diseñador jefe de Givenchy desde 1996 hasta 2001 en que fundó su propia marca, la de primavera-verano 2011.
La valenciana Ana Juan no solo es la autora de la portada con mayor número de mariposas, sino también del ejemplar más grande, que es el que copa la cubierta del número del 24/3/2014. Pero ese leopardesco especimen loa dejamos en reserva para un futuro emparejamiento.
Ayer formamos el diario dúo con las portadas de William Steig (9/5/1953) y Chas Addams (23/6/1973), mientras que la pareja de hoy está formada por ilustraciones de Rea Irvin (9/5/1925) y Ronald Searle (17/4/1971).
El trabajador de limpieza de Rea Irvin aún casa incluso mejor con el de la construcción de Eric Drooker (18/5/2009) que también hace una contemplativa pausa, pero a ese ya le habíamos buscado pareja dentro de su gremio en la
4ª septena y tratamos de repetir usos lo menos posible. Quede apuntada como dupla alternativa.
Concluimos por hoy con un recordatorio de que aún hay bastantes otras mariposas en las portadas de esta publicación neoyorquina. No en vano un ejemplar de ese vistoso insecto es el que observa Eustace Tiley en la muchas veces tanto reeditada como recreada primera tapa de la revista realizada por Rea Irvin que recordamos acompañada por una Peter Mendelsund (23/2 & 2/3/2015) que es una de las nueve publicadas con motivo del nonagésimo aniversario. Pero las evocaciones de Eustace dan para todo un extenso apunte que debe quedar para otra ocasión.
[1] Mucho más raros son los "hombres mariposa", pero uno bien destacado se ha visto en las portadas neoyorquinas, el creado por Barry Blitt para la ilustración titulada Eustace Vladimirovich Tilley (6/3/2017). Una de las dos tapas que comparten Putin y Trump, piezas que forman una de las parejas de la 13ª septena.
[2] Ese infantil equipamiento parece que había alcanzado notable éxito, porque ya había apercido en "Space Traveller" (8/11/1952) de Amos Sewell en The Saturday Evening Post.
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