Hoy comenzamos en régimen LIFO, porque vamos a dar prioridad a la presentación, realizada ayer por FundéuRAE, de las doce candidatas a palabra del año 2022: apocalipsis, criptomoneda, diversidad, ecocidio, gasoducto, gigafactoría, gripalizar, inflación, inteligencia artificial, sexdopaje, topar y ucraniano.
No es que se nos ocurran muchas alternativas, pero no podemos dejar de recordar que metaverso fue prematura finalista el año pasado y este sí que habría tenido claras opciones. Adicionalmente, echamos en falta ese prefijo "trans" que tanto espacio viene ocupando en los medios de comunicación, como también entendemos que el sintagma sí es sí bien merecía un hueco (aunque sospechamos que no cumple el requisito de haber sido objeto de algunos de los apuntes del año). ¿Y no les parece que el sintagma fijos discontinuos haría un buen papel? El caso es que ha resultado una lista más bien poco atractiva en la que nos da que se impondrá la componente emocional asociada a ucraniano.
No podemos dejar de incluir en este apunte una mención al sonado borrón que ha echado esta semana la promotora de Fundéu, que es la Agencia Efe. No es solo la difusión de un lamentable ejercicio de periodismo sectario (enlace al tuit) y las larguísimas 2 horas y 23 minutos que tardó en llegar, cuando ya se había producido un enorme revuelo tuitero, la "rectificación" del infame "Eva Kailí, una socialdemócrata de derechas". Es que la "corrección" reincide en el sectarismo informativo al pasar a omitir toda referencia a la filiación política de esta [presunta] sinvergüenza. Y, ojo, que se corrigió el titular pero no la noticia que en nada vio modificada su tergiversadora redacción.'Roban y salen corriendo' es el título de La punta de la lengua de Álex Grijelmo en El País de ayer. Una contribución, con una simpática introductoria anécdota (probablemente apócrifa), al esfuerzo que ya es urgente aplicar a desactivar la creciente pujanza de la autóctona policía moral que amenaza gravemente nuestra sociedad. Y quede claro no solo actúa en el campo del lenguaje políticamente correcto. Muy oportuno, por tanto, denunciar el adjunto episodio que tan lúcidamente vio venir @diostuitero.
Buen momento para recordar la cita del ensayo "Politics and the English Language" de George Orwell que Manuel Conthe apunta en su interesante artículo "2+2=5": "El lenguaje político -y, con variaciones, esto es cierto para todos los partidos políticos, desde los conservadores a los anarquistas- está diseñado para que las mentiras parezcan verdaderas y el asesinato respetable, y para dar apariencia de solidez a lo que es puro aire".
Pasamos al Centro Virtual Cervantes, cuyo último Martes Neológico trata sobre el kimchi (del coreano gimchi, a su vez de chimchae, ‘verduras mojadas’), la especiada preparación coreana de verduras fermentadas que suele servirse como guarnición.
Nos permitimos añadir un ejemplo de uso anterior a los citados por María Heredia Mantis en su artículo, que es el realizado por Fernando Pastrano en el número de la revista Blanco y Negro fechado el 9/4/2000 (y aprovechamos para apuntar la desagradable sorpresa que ha resultado descubrir en nuestra pesquisa que La Vanguardia ha pasado a restringir a los suscriptores el acceso a su hemeroteca).
Sin cuestionar la difusión que pueda estar adquiriendo en España esa exótica preparación, no podemos dejar de recordar que ahí están haciendo cola para acceder al Diccionario voces gastronómicas que nos parecen bastante más populares, como es el caso de las japonesas ramen, nori, maki, sashimi, umami o wasabi. Y en un segundo escalón aún colocaríamos, sin salir de ese idioma, teriyaki, teppanyaki o yakitori.Una vez que la sección Trujamán cada vez parece más un foro de intercambio de emociones entre profesionales de la traducción, vamos a sustituir la reseña de la última entrega por la comparación de las versiones original y traducida al español por Carlos Mayor de una viñeta de Tom Gauld que ya reseñamos el año pasado.
Añadimos, a modo de colofón de esta primera parte, una curiosa aplicación de los diagramas de Venn también incluida en el libro 'The Revenge of the librarians'. No es mal ejercicio rellenar esos conjuntos con los títulos que proceda según la personal experiencia de cada quien.
[1] Por si tuvieran problemas de acceso a la versión en línea. También enlazamos un artículo de Macario Schettino en el diario mexicano El Financiero que permite advertir ciertos paralelismos con el proceso que se está viviendo en México.
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