El decaimiento económico que nos embarga (a no pocos en el sentido forense de la palabra) propicia la aplicación de novedosas y sorprendentes acciones de márketing.
Me ha llamado particularmente la atención una bien visible campaña de venta cruzada de los dos tipos básicos de carne conocidos, a saber, la que el catecismo señala como uno de los tres enemigos de alma y la bestia negra de los vegetarianos. Lo que me pregunto es cual será el motivo de la elección de un guiso que no sólo no me parece muy asociado con la lascivia, sino que es además homónimo de una clásica referencia a la mujer muy fea.
Sabido es que las ocasiones las carga el diablo y tenía que ocurrir que se acabara promocionando a unas presuntamente atractivas trabajadoras en unas "Jornadas de los callos", lo que, aparte de poco comercial, resulta toda una afrenta a los supuestos encantos de las por otra parte calificadas como modelos. Además de esta flagrante contradicción procede poner de manifiesto el extraordinario viaje lingüístico que se ha pegado la palabra modelo desde su original significado de "arquetipo o punto de referencia para imitarlo o reproducirlo" hasta su llegada al vecino concejo de Siero.
Volviendo a la cartelería concurre en el redactor el agravante de reincidencia porque en una anterior promoción ya se había inventado un "pulpo de afeira" en el que las preposiciones parecen haber adquirido vida propia. Muy de la parte de Galicia no debe ser.
En todo caso deseo buen provecho a los gastroputeros y les recomiendo cuidadín con las manchas (también con las de la salsa).
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