Llevamos ya muchos días de cachondeíto, así que hoy toca ponernos serios. Si ha aterrizado con otro humor pinche en la etiqueta que pone Playboy. O en pareidolias. Que para eso están.
Ya vimos en Burgos la que se puede
armar en España por un quítame allá unas plazas de aparcamiento. Un fenómeno
para estudio de sociólogos que nos ha dejado ver una incomparable muestra del mas
miserable ejercicio de la política personificado en la actitud del Psoe local que llevaba similar obra en el programa. Que nos ha mostrado un curioso
movimiento “pro barrio” que en una de las asambleas sometió a votación dejar la
zanja como estaba a modo de recuerdo de “la lucha”. ¡Eso es querer lo mejor para
el barrio! Que nos ha permitido
contemplar la beligerancia antiproyecto de algunos medios de comunicación que, paradójicamente,
suelen instruirnos sobre la maldad de las calles llenas de coches y la bondad
de los carriles bici. Salvo en Gamonal, claro. (Aprovechamos para mostrar
nuestra debilidad por el término eusquera bidegorri,
camino rojo, que los vascos aplican a esos ecológicos viales).
Lo peor es que nos vamos a quedar sin saber cual era la
opinión mayoritaria real del barrio. La violencia, nos guste o no, lo
reconozcamos o no, amedrenta y, por ende, funciona. ¿Un vistacito al País
Vasco?
Es llamativo, por contra, el escaso eco tanto mediático como
popular que han tenido dos escandalosas noticias que hemos conocido la semana
pasada. Empezamos por la de mas corto alcance, la petición de un indulto para
el expresidente del Sevilla José Mª del Nido por parte de un montón de futbolísticos presidentes. Asumimos que la asociación de tales dirigentes es
mas un club de negocios que cualquier otra cosa, pero no dejan de ser
unos de los principales gestores del ocio nacional. ¿Serán parte de esa sociedad civil de la que se espera que lidere la necesaria regeneración? Pues así funcionan.
Recordemos que J. Mª del Nido ha sido condenado por robar los
dineros del Ayuntamiento de Marbella en un delito continuado realizado en connivencia
con los corruptos responsables municipales (para la memoria). Pues el Presidente de la Federación Española de Fútbol que se llama Angel Mª Villar y lleva la friolera de 25 años en el cargo, pasteleo va, pasteleo viene, en
lugar de congratularse por desembarazar al fútbol de tan indeseable personaje, no ha tenido mejor ocurrencia que promover una recogida de firmas entre los miembros de la Junta Directiva del órgano rector del
fútbol español en busca de apoyos para un indulto. Hasta donde sabemos, de los
21 miembros de ese órgano solo se han desmarcado públicamente los presidentes
de Athletic, Betis, Málaga, Rayo y Osasuna. ¿Manifestaciones en los campos de los desvergonzados firmantes?, ¿asalto a los palcos?, ¿petición de dimisiones? Nada de nada. Las broncas futbolísticas parece
que solo se detonan con las derrotas del equipo. Gana partidos y llámame tonto debe ser el lema.
Esperemos que el último revolcón del Supremo serene el furor
indultador del Gobierno que, como ya hemos documentado anteriormente, no es muy superior a
los del otro partido con el que se alterna en el poder desde 1982. Encima, hoy
hemos tenido que reprimir el vómito escuchando al sinvergüenza brindar sus
conocimientos, nada dijo de gratuitos, a sus hipotéticos futuros compañeros de prisión. Deplorable campaña de
relaciones públicas, pero siempre hay buenas gentes que pican. Y todavía lo remata con un "pues devuelvo lo sustraído y pelillos a la mar". Este hombre entró en el derecho, pero está claro que el Derecho no entró en el.
Vamos a por la noticia de verdadero calado. La ong Oxfam ha
publicado con oportuna proximidad a la cumbre de Davos un demoledor informe con
el muy descriptivo título “Gobernar paralas élites. Secuestro democrático y desigualdad económica”.
Mas allá de que algunos datos puedan ser cuestionables, las
conclusiones son brutales. La disminución de las desigualdades que los
líderes políticos prometen en cada campaña electoral no solo no se están produciendo
sino que el retroceso es espectacular. En 24 de los 26 países analizados el 1%
mas rico ha aumentado su participación en la renta en los últimos años y en muchos de ellos la cuota de riqueza de esa élite se encuentra en máximos históricos. Cierto que España es junto
con nuestra vecina Francia uno de los países en que el fenómeno ha sido menos
acusado, pero el arreglo del escandaloso comportamiento de ese parámetro en
Estados Unidos se lo dejamos a sus nacionales que gozan de otras ventajas
compensatorias como una movilidad social desconocida por estos pagos.
Merece la pena echar un vistazo al gráfico de la monografía de Facundo Alvaredo, Anthony B. Atkinson, Thomas Piketty y Emmanuel Saez para comprobar la magnitud del viaje de vuelta que se ha producido en la concentración de las
rentas en los Estado Unidos. Así ha evolucionado la parte de la tarta de los ingresos que se lleva el 1% de estadounidenses mas ricos.
El estudio no incluye la evolución de España pero suponemos que se
habrá movido en línea con lo que ocurre en el resto de Europa donde la regresión
es mucho menos acusada. Pero regresión es.
Si ampliamos un poco el tamaño de la élite analizada encontramos que Roberto Centeno da en un reciente artículo (enlace) un dato bastante mas preocupante: el 10% mas rico de la población, que poseía un 26% de la riqueza en 1975, posee hoy el 48% y, además, el 70% de la riqueza financiera. Quizá seamos un país mas de fortunas que de megafortunas, Amancio Ortega aparte.
Una impactante muestra de la enorme “desigualdad” mundial en
que vivimos es la que se plasma con la espeluznante “igualdad” 85 =
3.600.000.000. Esta aparente incoherencia expresa el número de puestos que hay que recorrer en el
ránking de la riqueza mundial para igualar la que acumulan los situados en la
parte alta y baja de esa clasificación. En efecto, 85 fortunas tienen tanto
como la mitad de los pobladores de la Tierra.
La multinacionalidad del fenómeno deja claro que estamos ante un proceso difícil de
combatir, pero entre nosotros el mal de muchos siempre fue lo que fue. Nada de
esto sería posible sin la existencia de los paraísos fiscales que permiten a
los mas ricos disfrutar de una presión fiscal muy inferior a la de las clases
medias sometidas a la falacia de una progresividad que no alcanza a quien mas puede
y debe contribuir.
A veces, hasta se echa en falta un poco mas de populismo. Hemos
visto como la entrada de unos bloques de hormigón dio pie a un severo endurecimiento
del control aduanero realizado en “la verja”. Por cierto, ¿han vuelto a tener
noticias? Pero los reiterados incumplimientos
de los deberes informativos por parte de las autoridades gibraltareñas ¿han
oído que hayan provocado algo mas que escritos de protesta? Algo deben saber
del Nido y su pandilla sobre las promesas de opacidad que hacen las entidades del Peñón a sus clientes.
Cuando es difícil dar grandes pasos a lo mejor
hay empezar por darlos pequeños. ¿Qué tal saber cuáles de nuestros vecinos son
residentes en el extranjero? O, sin ir tan lejos, mísmamente en otros municipios
ubicados en Comunidades Autónomas de esta España cuya Constitución nos proclama
iguales ante la ley. Esta deslocalización fiscal es un fenómeno imparable en
esta depauperada Asturias cuyos gobernantes están empeñados, por ejemplo, en esquilmar las sucesiones de
la clase media mientras que las transferencias de patrimonios verdaderamente jugosos
encuentran acomodo en normativas mucho mas ventajosas como la madrileña. Idem. con
otros impuestos, será que nuestros dirigentes faltaron a clase el día que se explicó la "Curva de Laffer". Así que esta especie de macrohogar del pensionista (y de ese increíble invento
que es el prepensionista) se ha vuelto una comunidad llena de madrileños (y no
de nacimiento precisamente) ante el pasmo (asombro que deja como en suspenso la razón y el discurso) de nuestros torpes gobernantes
locales. Ahora léanlo otra vez, de tirón, saltándose los paréntesis.
¿Se quiere dar algún pasito? Tan fácil como exponer los censos
electorales clasificados por dirección postal para facilitar que sepamos algo
mas de nuestros vecinos. Es opcional colgarlos en los portales. A lo mejor hay quien echa en falta en los mismos algún vecino al que no le cuadran los necesarios días de residencia. Entretanto serán otros
los que sigan pasando por embusteros. ¡Este Chumy Chúmez!
Una reflexión final totalmente al margen de lo tratado: ¿cómo podríamos sacar los
aviones de transporte de autoridades de la Fuerza Aérea de la Marca España? Es
que entre ellos y Sacyr nos la hunden.
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