Hoy tomamos como punto de partida el Centro Virtual Cervantes, donde Cristina Tejedor Martínez dedicó el Martes Neológico a curvy. Un adjetivo procedente del inglés, al igual que la mayoría de los neologismos incorporados a la lengua española en las últimas décadas (este documentado por primera vez en la prensa española en el año 2014), que ha pasado a utilizarse en el mundo de la moda a las "figuras voluminosas". Eufemística extensión [y llamativa la ausencia de esa caracterización en el artículo] de la primera acepción de ese término que sigue el significado original en latín para dar nombre a lo que destaca por sus curvas.
La versión curvi de la swimsuit edition de 2016 de Sports Illustrated |
Numerosas portadas curvy se han visto ya en las principales cabeceras de moda, pero entonces nos llamaba la atención que la edición brasileña de Playboy se sumara a esa tendencia en el primer número de 2017 con la 'supercurvy' Fluvia Lacerda. Esperamos no fomentar la falacia Post hoc ergo propter hoc al apuntar que esa edición de la cebecera creada por Hugh Hefner no tardaría en desaparecer (cierto que igual que bastantes otras de las más de veinte ediciones internacionales que llegó a simultanear). Y una de las portadas de ESPN comentadas en el apunte anteriormente enlazado nos invita a señalar que este regordete adjetivo apenas tiene uso en masculino.
Vamos ahora con Lola Pons, que publicó el lunes "Esto que usted lee aquí". Oportuno encomio del periodismo como fuente de educación permanente para la jornada en que los periodistas celebran a su patrón San Francisco de Sales.
Y 'Periodismo' se titula precisamente la radiofónica colaboración de la lingüista sevillana en el programa 'Hoy por hoy' del pasado jueves. Una intervención en la que explica, entre otras variopintas cosas, que tabloide fue pastilla antes que prensa sensacionalista y que corresponsalía nació con sentido comercial.
La reciente entrega a la muy activa catedrática del Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes en el vallisoletano Teatro José Zorrilla (enlace a su discurso de agradecimiento) justifica la elección de la primera estrofa de Poco me importa para el habitual poético final.
Una lingüística arma arrojadiza que está en fase de franca promoción es "neorrancio". Y Juan Soto Ivars ha realizado un interesante análisis de ese término que ha sido convertido en clave léxica de lo que califica como arte de llamar falangista a la escritora Ana Iris Simón. Lo que hace, ya desde la ilustración de portada, el libro 'Neorrancios: sobre los peligros de la nostalgia' (Península) coordinado por la periodista de 'S Moda' Begoña Gómez Urzaiz.
Proseguimos con Puebla, que apuntó los beneficios que podrían aportar a las redes sociales los tests de "tontígenos". El humorista de Abc también jugó con un concepto lamentablemente de moda para acuñar la evasión híbrida ante las preguntas incómodas.
Luis Davila llevó a su furancho de cabecera el exitoso juego Wordle creado por el programador neoyorquino Josh Wardle. Un entretenimiento consistente en adivinar una misteriosa palabra de cinco letras en seis intentos. Después de cada uno de ellos las celdas cambian de color, identificando en verde las letras que están en el lugar correcto y en amarillo las que sí pertenecen a la palabra, pero están descolocadas.
Peridis llevó a su viñeta del jueves sobre la polémica proyección electoral del CIS el ‘Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor’ atribuido a Bertrand Dugesclin. Frase que supuestamente habría pronunciado tras decantar la fratricida pelea entre Pedro I de Castilla y Enrique de Trastámara en favor de este último, pero es una intervención que no queda acreditada por la información histórica disponible (más detalles en una artículo publicado en La Razón).
Asier y Javier aportan hoy mismo desde Deia una versión gráfica de los efectos de "marear laperdiz" en una viñeta sobre las inacabables transferencias.
Finalizamos con las dos únicas menciones literarias que hemos coleccionado esta semana. Michael de Adder especuló en The Washington Post sobre la forma en que Putin habría leído la obra más famosa de Tolstoi, mientras que Peter Brookes parafraseó en The Times el título de la novela erótica 'Fifty Shades of Grey' (2011) de la escritora británica E. L. James que fuera lanzada a la fama por la película del año 2015 (recuérdese que Sue Gray es la funcionaria de la administración británica encargada de realizar el informe sobre las posibles transgresiones de la normativa covid en las fiestas celebradas en Downing Street).
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