domingo, 5 de mayo de 2024

Lenguaje de la semana 18/2024 (2ª y más literaria parte)

 

La sentida despedida a Francisco Rico titulada Muy generosísimo maestro que Lola Pons prologa con una interesante curiosidad sobre cómo se las gastaban en las antiguas imprentas es el muy recomendable artículo que adjuntamos íntegro en el anexo de esta segunda parte (enlace a la primera). Como complemento a este primera temática de hoy, encabezamos el apunte con la portada de El Cultural de Ulises Culebro para el nº 115, fechado15-21 de enero de 2010, que ese semanario, entonces del diario El Mundo, dedicó al eximio filólogo que tanta ayuda ha prestado a los lectores de Cervantes.

Asimismo nos parece muy recomendable la semblanza del erudito barcelonés publicada por Carlos Mármol en Crónica Global que está ilustrada con una coloreada versión de la adjunta creación de Daniel Rosell.

Curiosa coincidencia nos ha parecido que Peridis  parafraseara el comienzo del Padreneustro en su viñeta del pasado 29 de abril, cuando El Roto ya lo había hecho en la misma fecha del año pasado. Esperaremos un año más para decidir si procede denominar esa penúltima jornada del mes de abril como Día del Padrenuestro en El País.

Proseguimos con una expresiva ilustración de Matt Wuerker de la frase "Wary is the unfolding of miscalculations" (La guerra es la sucesión de los errores de cálculo) atribuida a la periodista Barbara Tuchman (1912-1989). Pero según la documentada investigación de Quote Investigator sería una adaptación que alguien hizo de la frase "History is the unfolding of miscalculations, and Chiang had made several" que Tuchman sí que escribió en su libro de 1971 Stilwell and the American Experience in China: 1911-45.

El Manual de Resistencia reaparecía esta semana con un singular papel estelar en la viñeta que Javi Salado dedicó a una noticia astronómica: el anuncio de la NASA de que la enana blanca T Coronae Borealis (T CrB) situada a 3.000 años luz de la Tierra está al borde de permitir contemplar la explosión de una nova.


Marjane Satrapi, dibujante y cineasta iraní galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación, fue la protagonista de la sección de Sciammarella en El País del miércoles. Acompañamos ese retrato con la portada de la novela gráfica Persépolis, el relato autobiográfico sobre su niñez durante la Revolución Islámica que convirtió en su primer exitoso libro.

 

El retratado anteayer por el dibujante de El País fue el recientemente fallecido Paul Auster (1947-2024), cuya imagen en el panegírico de Juan Manuel de Prada en el Abc de ayer corrió a cargo de Carbajo&Rojo [Javier y Sara]. Sigue la ilustración de Pepe Farruqo para el artículo de Carlos Robles Lucena en Crónica Global.


El escritor protagonizaba el jueves la tira de Bernardo Erlich en el diario bonearense Clarín. Un interesante caso de metainformación humorística, porque la presencia en la sección del dibujante argentino que periódicamente hace referencias en sus dibujos a su religión judaica nos llevó a reparar en que Auster también era judío.


Ricardo asimismo despidió al escritor estadounidense de ascendencia polaca y lo hizo con un magnífico retablo en que le de dio la compañía, entre otros, de Edgar Allan Poe, Virginia Wolf, Cervantes, Rubén Darío, Shakespeare, Kafka, Tolstoi, Julio Verne y un demediado García Lorca. Sigue la viñeta de Julien Couty  Brooklyn sin Paul Auster de la newsletter de la revista Télérama.

Hoy son Idígoras y Pachi quienes han erigido en su dominical Plaza Noniná del diario Sur, que incluye dos guiños literarios más, un monumento al escritor nacido en Newark.

En lo que respecta a su obra, Gallego y Rey incluyeron La Trilogía de Nueva York, la serie de novelas policíacas publicadas entre 1985 y 1987 que le catapultaron a la fama, en la cinematográfica tira que dedicaron el viernes al irrespetuoso comportamiento que está mostrando Trump en el juicio en que está incurso en un tribunal de Manhattan por los pagos por su silencio a la actriz porno Stormy Daniels.


Napi aporta una adaptación de la fábula La cigarra y la hormiga  que Esopo formuló con una hormiga y un escarabajo como protagonistas (enlace al texto). Una historia que fue reelaborada por el francés Jean de La Fontaine (versión bilingüe) y posteriormente, en español, por Félix María Samaniego (enlace a su versión). 


Pinocho vive un momento de humorístico esplendor que le ha llevado a protagonizar recientes dibujos de Malagón, Pinto&Chinto y Eneko. Y también le hemos visto en el humor mexicano que anda muy metido en crónicas del disputado preelectoral momento.


Pinto&Chinto publicaron en La Voz de Galicia del miércoles la cuarta interpretación de un monólogo de Hamlet que coleccionamos de Sánchez, esta en la mayoritaria versión infiel a la obra de Shakespeare que encontrarán ampliamente dcoumentada en el apunte Humor que enseña teatro. La acompañamos con las viñetas previas de Javi Salado (6/4), Puebla (12/4) y Antón (26/4).


Procede dar cuenta de que todo este esfuerzo interpretativo ha tenido justa recompensa con el premio reseñado por JL Martín en su tira del primero de mayo. 

Sánchez asimismo ha ejercido de Quijote en la viñeta de Ricardo del miércoles que le muestra partiendo en busca de la regeneración democrática. Un dibujo que ha encabezado una semana muy cervantina en el humor de prensa español, porque Pachi Idígoras, el jueves, y anteayer su hermano Ángel también han publicado quijotescas viñetas en el diario Sur para señalar la celebración de la Feria del libro de Málaga.


Incluso hemos encontrado en el diario gubernamental China Daily una evocación de la escena de los molinos aplicada a las disputas comerciales de su país con Estados Unidos. Un dibujo de Luojie que endosa al malparado caballero un perturbador yelmo con aparatoso penacho que acalambrará a los cervantistas.


Concluimos con la visión de Tom Gauld en The Guardian sobre la esforzada, hasta la temeridad, labor de los editores que asumen riesgos.





PS - Después de publicado el apunte hemos visto la nuevamente cervantina tira de hoy de Idígoras y el recordatorio de Mortiner en La Nueva España de la segunda acepción de la poco utilizada voz truchimán. La que, seguramente por esa polisemia, el Centro Virtual Cervantes descartó en favor de trujamán, que comparte el mismo étimo árabe, para dar nombre a su sección sobre cuestiones traductorias.


Asimismo añadimos la última viñeta de Tom Gauld para la revista New Scientist que ironiza sobre las ventajas de compartir la sigla mágica del momento. ¿Alguna propuesta con nuestra IA?







Anexo

Muy generosísimo maestro 
Lola Pons Rodríguez (El País, 4/5/24)

Francisco Rico fue mucho más que un sabio, también fue promotor de uno de los primeros programas televisivos sobre lengua y dirigió colecciones que popularizaron nuestra literatura en los quioscos


En el Quijote un personaje encomia un “muy sabrosísimo queso” y otro habla de sus lágrimas de “muy alegrísimo contento”. Lo más probable es que Cervantes nunca escribiera esas frases. En el español actual, decir de algo que es muy carísimo muy penosísimo no es correcto desde el punto de vista normativo, pero en la lengua hablada de aquí y de allá es posible toparse con esta construcción de muy con ísimo sin mayor problema. A inicios del siglo XVII, cuando se imprimen las dos partes del gran libro de nuestra literatura, esa forma de superlación acabada en ísimo todavía se estaba asentando en el idioma y no se veía tan claro como hoy que algo carísimo es más caro que muy caro. Aun así, hacer coincidir muy con ísimo empezaba a sonar extraño y ya no aparecía tan frecuentemente en la prosa culta. Cervantes no lo usa en sus textos salvo en esos dos casos del Quijote.

Hace unos años, alguien nos enseñó en un libro llamado El texto del “Quijote” (2005) que para entender la lengua y el sentido de una obra había que fijarse también en su materialidad, en algo tan ajeno al autor como el soporte en que circulaba el texto. Si se miran las correspondientes páginas en que están escritas ambas expresiones del Quijote, se observa que en los dos casos las formas con muy ísimo aparecen en páginas con mucho espacio entre palabras, con mucho aire en los renglones, como si sobrara papel.

Tal es la razón de esos muy ísimo del Quijote y eso lo descubrió el filólogo Francisco Rico (1942-2024) .Halló que en los talleres de imprenta los pliegos internos de una obra se imprimían como cuadernillos independientes que luego se doblaban y encuadernaban y que eso obligaba a hacer un cálculo de páginas previo sobre el papel que se necesitaría. Acreditó que los impresores fallaban a veces por cuenta de menos o de más y que, si eso ocurría, se sentían en la libertad de recortar texto del original del autor o, al contrario, podían embutir palabras para rellenar, como hacen los estudiantes cuando no manejan bien la lección y en el examen escriben mucho y muy grande para rellenar los folios. Eran ardides tipográficos de cualquier profesional con experiencia. Cervantes seguramente escribió solo sabroso queso o alegre contento, y el impresor amañó para henchir la página.

Pongo este ejemplo menudo como muestra de esa filología de imprenta que el profesor Rico nos enseñó a hacer. Podría poner ejemplos similares de cómo nos dio la vuelta a nuestra interpretación del Lazarillo de Tormes, de su imponente investigación sobre Petrarca, de su agudeza al explicarnos las Glosas como el cuaderno de un estudiante de latín o de su agudo retrato del sevillano Antonio de Nebrija como el primer español con sentido europeísta que luchó contra esos bárbaros que manejaban un mal latín.

No puedo resumir la bibliografía de un maestro, de un titán de la filología, en estos párrafos que me preceden. Sus avances en la interpretación de los grandes textos de nuestro pasado fueron haciendo de Francisco Rico una cita indispensable en las clases universitarias sobre cultura, historia y literatura. Pero no fue solo un sabio cuya erudición nos mejoró las clases. Rico fue promotor de uno de los primeros programas televisivos sobre lengua, dirigió colecciones editoriales que popularizaron nuestra literatura en los quioscos, no se alejaba de la vida pública. En este periódico publicó numerosas tribunas: yo les recomiendo la que dirigió, con seny y humanidad, a Marta Rovira, secretaria general de ERC, cuando fue imputada por un delito de rebelión y huyó a Suiza. Las propias declaraciones de Rico, barcelonés, sobre el nacionalismo nos muestran una forma de ver la siempre abejeante cuestión catalana alejada de convulsiones y equidistancias. Rico mostró su desacuerdo con el procés y, sin bailar el agua al nacionalismo catalán, defendía el exquisito papel de Barcelona en el argumento del Quijote y hablaba sin obstáculos de Bernat Metge o del Tirant.

Rico murió el sábado pasado. Cuando el domingo comprobé que la noticia de su fallecimiento no salía en las portadas de todos los periódicos españoles sentí una profunda decepción. ¡Que no ha muerto un sabio especialista más ni un meritorio erudito ilustrado! ¡Que ha muerto Francisco Rico! Una no es tan inocente como para creer que la Filología es más importante que el deshojar la margarita del presidente o el fútbol de ayer, pero no deja de ser indicativo de cómo estamos el ver que se relegaba a páginas interiores el fallecimiento de un intelectual irrepetible. Dan ganas de irse a las bibliotecas y sacar sus libros en manifestación.

Sé que los obituarios suelen caer en el pecado admisible de la exageración pero me puedo permitir hacerlo para compensar esa ausencia en las portadas: muy sabrosísimo conversador, muy generosísimo maestro Francisco Rico, que Cervantes te tenga en su gloria.



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