El pasado sábado dejamos sin reseñar el artículo publicado en Newtral por Luis Mejía bajo el título “Jovenlandeses” y “segarros”: así funciona la ‘algolengua’ del odio para sortear el algoritmo de las plataformas. Nos parece oportuno hacerlo hoy y aprovechar para apuntar que un somero rastreo por la red muestra que está muy poco consolidado el uso del término algolengua para denominar al lenguaje alternativo creado con el expreso objetivo de esquivar la detección por los algoritmos destinados a detectar mensajes de odio. Más extendido está, en cambio, el gentilicio jovenlandés irónicamente derivado de la proliferación de titulares periodísticos que, cuando se trata de inmigrantes, identifican meramente como jóvenes a los autores de los delitos informados. Pero a estas alturas ya es todo lo contrario a un elemento de algolengua, puesto que se ha convertido en un claro marcador que precisamente ahorra trabajo a los algoritmos (y a los usarios de las redes, como dolorosamente aprendieron en julio en La Razón).
La nueva hispanidad de los ‘no sabo’, que son los hispanos de Estados Unidos que no hablan español, tituló Lola Pons su colaboración en El País del Día de la Fiesta Nacional. Un texto que tampoco llegamos a tiempo de comentar en nuestro apunte de esa mayoritariamente celebratoria jornada. Interesante lectura en la que también comenta el hispandering, el acercamiento hipócrita y electoralmente interesado a la comunidad hispana que ya practicara Kennedy con ayuda de los conocimientos de español de su esposa Jackie. En el artículo encontrarán enlazado un vídeo en el que la primera dama muestra sus habilidades.
Buen complemento resulta Un candidato contra el idioma español, artículo de Álex Grijelmo que, como es habitual, adjuntamos como anexo. Este texto recuerda los recortes de Trump a las políticas de comunicación en español dirigidas a la comunidad hispana que serían revertidos por Biden y asimismo aporta una sucinta radiografía del crecimiento de nuestra lengua en Estados Unidos que nos suscita un comentario específico.
Y es que resulta chocante la afirmación, que tiene el Instituto Cervantes como fuente, de que EE UU será en 2050 el primer país hispanohablante del mundo. Debajo reproducimos el fragmento del Anuario de 2012 que incluye esa previsión, invariablemente repetida hasta el de 2015, basada en la proyección de la Oficina del Censo estadounidense que entonces estimaba en 132,8 millones la población hispana del país en 2050. Sin embargo, como hemos visto explicar a Lola Pons, habrá una no despreciable proporción de no sabos (hemos visto estimarla actualmente en del orden del 10%) que desconocemos en qué medida puedan ser compensados por los no hispanos que hayan aprendido nuestra lengua. Pero muchos tendrán que ser para superar los 174,7 millones de habitantes que tendrá México a mitad de siglo según las proyecciones realizadas con una hipótesis de fertilidad media (fuente).
Un candidato contra el idioma español
Álex Grijelmo (El País, 16/10/24)
El aspirante republicano manifestó en 2015 durante un debate: “Este es un país donde hablamos inglés, no español”
El aspirante republicano ya manifestó durante un debate en 2015, en su anterior campaña: “Este es un país donde hablamos inglés, no español”. Y tras vencer en las votaciones, pasó de las palabras (en inglés) a los hechos. Por primera vez desde hacía 30 años, el gabinete de la presidencia no contó con ningún alto cargo ni colaborador hispano; al poco de llegar a la Casa Blanca, Trump cerró la versión en español de la página oficial, en la que antes se ofrecía información sobre asuntos especialmente interesantes para los hispanos. Y la cuenta de la presidencia en Twitter dejó de ser traducida en paralelo, frente a lo que sucedía con Barack Obama.
A partir de ahí, todo en cascada; empezando por la demonización de los hispanos (inmigrantes por naturaleza, o herederos de inmigrantes) y siguiendo por el intento de levantar un muro en la frontera con México.
Todo eso alentó actitudes discriminatorias hacia quienes se expresaban en nuestra lengua. A veces escandalosas, como cuando el abogado Aaron Schlossberg fue grabado mientras insultaba a los camareros de un restaurante de Nueva York por comunicarse entre ellos en español; y a menudo más sutiles, como la impregnante actitud de desprecio desde instancias oficiales o el apoyo al movimiento English Only (únicamente inglés).
Sin embargo, el mandato de Harris como vicepresidenta de Joe Biden marcó desde el inicio una senda opuesta: decidió tomar posesión ante la magistrada Sonia Sotomayor, de familia puertorriqueña, la primera mujer hispana en el Supremo; y en aquel acto Jennifer López, norteamericana con orígenes también en Puerto Rico, cantó la reivindicativa composición de Woody Guthrie —un dios del folk— titulada This Land Is Your Land (esta tierra es tu tierra). Esa canción de 1940 se ha mostrado desde entonces en emocionantes versiones (Pete Seeger, Bob Dylan; Peter, Paul and Mary, Trini López, Bruce Springsteen…), y cada una de sus estrofas termina con este verso: “This land was made for you and me” (esta tierra fue hecha para ti y para mí). Además, la cantante gritó emotivamente, antes de concluir y todavía con los acordes de fondo, un fragmento en español de la fórmula empleada para jurar lealtad a la bandera: “¡Una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos!”. Poco después, la Casa Blanca volvía a hablar también en español en sus comunicaciones, y comenzaba a revertir las políticas de Trump contra la comunidad hispana y su idioma.
El español sigue creciendo en EE UU. En 2020, 40,5 millones de estadounidenses declararon hablarlo (frente a los 3,4 millones del chino mandarín, por ejemplo); y el 70% de ellos lo usan en sus relaciones familiares, lo cual no impide que el 72% de ese grupo se comunique también en inglés. Los hispanos suman el 18% de la población estadounidense; en California, constituyen desde 2014 el mayor grupo étnico; y en Texas se hallan muy cerca. Casi el 70% de los estudiantes de una lengua extranjera en secundaria eligen el que ya es el segundo idioma materno del planeta, tras el chino. Univisión (en español) se situó por vez primera en 2013 como la cadena de televisión más vista, por delante de las grandes emisoras de televisión en inglés. En 2050, EE UU será el primer país hispanohablante del mundo. Y ya se nota una prima salarial para los trabajadores bilingües.
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