viernes, 5 de junio de 2020

Pareo de portadas de la revista The New Yorker (8ª septena)


Una playera propuesta formulamos el pasado viernes a través del emparejamiento de las ilustraciones de David Mazzucchelli (26/7/1993) y Benoît van Innis (6/8/2001). Un tanto desconcertante resulta hoy en día la primera, que puede ser interpretada como una premonición, pero es algo posterior al primer atentado contra la Torres Gemelas, bastante olvidado ataque que ocasionó 6 muertes, mientras que la segunda es poco más de un mes anterior al brutalmente destructivo 11-S.


Al día siguiente continuamos con las construcciones de arena, pero estas creadas por adultos, bien que dotados de unas habilidades patentemente inferiores a las de los más pequeños: Bob Mankoff (26/8/1991) y Seth (23/8/2004). Particularmente adecuada a las perspectivas de veraneo de no pocos, se nos hace la segunda.

 

Y aún dejamos sin utilizar otra ilustración con laboriosos adultos que posaban con sus playeras creaciones. Ilustración también de Benoît van Innis, esta fechada el  13/7/1992.


Más playa guardamos para el domingo, jornada en la que formamos la correspondiente pareja con dos escuchas de una caracola separadas por más de medio siglo: Mary Petty (4/8/1945) y Carter Goodrich (3/8/1998). Brillante contraste el planteado en esta segunda para llamar la atención sobre el compulsivo uso del teléfono móvil que se iba imponiendo. En el Oteador #4 pueden verse más tapas de revistas con escuchas de caracolas.

 

No quisimos que el lanzamiento del cohete de SpaceX que llevó la cápsula Dragon XL a la 'estación espacial internacional' interrumpiera la playera secuencia, así que las dos portadas más vinculadas con ese evento tuvieron que esperar hasta el lunes. Una jornada en la que tuiteamos las creatividades de John O'Brien (1/1/1990) y James Stevenson (17/2/1992).

 

La portada de la semana nos empujó a cambiar de planes el martes para dar cabida al mundo al revés planteado por Richard McGuire (8 & 15/6/2020) en la ilustración titulada “This Side Up” . Una pieza que nos pareció que hace buena pareja con “Summersault” de Mark Ulriksen (24/7/2006).


 

La primera portada que firmó Richard McGuire en The New Yorker (27/12/1993 & 3/1/1994) es un brillante ejemplo de ilustración reversible que transforma con el giro el anciano representativo del año viejo en el niño en el que es tradición pesonificar el que comienza. En el apunte Figuras reversibles (I) pueden verse ua diversidad de otras ilustracions que practican ese juego, varias de ellas con uso en portadas.

 

En el tuit del miércoles emparejamos la anterior con una ilustración de Seth (11&18/2/2008) que también combina dos personajes, bien conocidos además, pero ya sin superposición de retratos. Otra opción habría sido la circense ilustración con simetría rotacional de Rea Irvin (12/4/1947) que hoy añadimos. 

  

Ayer complementamos la giratoria serie con la primera portada reversible publicada en The New Yorker, también obra de Rea Irvin (1/11/1930), que hace buena pareja con el juego con el característico diseño de los naipes realizado casi medio siglo después por Paul Degen (18/2/1980). Pero obsérvese que en este caso en que se sustituye el cambio de gesto por el de sexo, se prescindió del doble rótulo. Quedaba claro así que la versión con la mujer en alto es la dominante en esa ilustración celebratoria de San Valentín.

  
   





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