viernes, 22 de octubre de 2021

La lengua en la semana 42/2021 (1ª parte)

 

'La verdad que' tituló Álex Grijelmo su lingüístico artículo del pasado domingo. Una crítica de ese latiguillo que funciona como prevención exculpatoria para expresar que no hay más remedio que decir lo que se dirá. 

Y la verdad que menudas ocasiones está generado El País para próximas reflexiones del periodista burgalés. Mismamente ese mixtificador pedir perdón sin ambigüedades ni circunloquios, sin utilizar expresamente la palabra perdón con el que Mikel Ormazabal trataba de confundir a los lectores desde la primera página del martes.


Hay que tener muchas ganas de ver pedir de perdón - ni siquiera el gobierno lo ha hecho - para hacerlo en una mera constatación de que el dolor de las víctimas de la violencia de ETA “nunca debió haberse producido” (sic, en oración pasiva enunciada por ... un condenado por secuestro; enlace al texto íntegro de la declaración). Daniel Gascón lo reformuló como “Sentimos el dolor que nos obligasteis a causaros”. Y la gente con memoria también ha recordado aquel cínico “más dolor del necesario” de hace un par de años. Con todo, y aunque sean pasitos, mejor que sean hacia adelante que hacia atrás, pero resultan bastante sobreactuados los festejos de tan medido movimiento (un pedo de Otegi, en expresiva referencia del rápidamente despachado por La Sexta Jon Viar; el periodismo según López). 

Particularmente significativa resultó, en todo caso, la frigidísima acogida del PNV, que vio claro el tacticista allanamiento del camino para un pacto con el PSE que les desaloje del gobierno del País Vasco. Aquí cada uno está a lo que está [1]. Arcadi Espada escribió: “No es del ex criminal Otegi la culpa. Sus especulaciones son las propias del que tiene que vender el género y mide cuidadosamente el aumento de precio para que el beneficio aumente. El problema son los compradores”.

Pero ha sido el Huffington Post el que esta semana ha puesto muy alto el listón de la miseria periodística. Cristian Campos nos puso sobre la pista de la incomparable hijoputez de la reseña de unas declaraciones de Ayuso. Y basta ver los hiperventilados comentarios al tuit para comprobar que la mayor parte del personal no explora más allá de los titulares.

El domingo veremos otra muestra de la "devoción" del canario J. Morgan por Ayuso, dicho sea por bloqueados por la pepera en Twitter, pero la viñeta del miércoles, que parece obvio que tuvo que llevarle a profundizar un poco en esa información, es pura muestra de tergiversadora mala fe. Aunque sea en forma de acobardada despersonalizada referencia.


A todo esto, los autoproclamados verificadores, ¿dijo eso Ayuso sobre la abolición de la prostitución, Pastor?, mirando para otro lado. Y la profesión periodística tolerando silente vergüenzas como esta. Ya veremos a dónde lleva la proliferación en el podemismo de este tipo de boicots iniciados por Echenique. Den por seguro que a nada bueno.

Pero antes de la ormazabalada y de la miseria recién reseñada, el Congreso del Psoe había dejado algunas lingüísticas perlas. Como unos tuiteros alcaldeses y alcaldesas [adjuntamos copia, una vez que advertimos que ha sido borrado], la "unanimidad absoluta" de Ximo Puig o los gabinetes más paritarios todavía que los paritarios. Lo que, como se encargó de explicar Rafa Latorre, no puede ocurrir más que si dejan de ser paritarios. De primero de 'Introducción al adrianalastrismo'.

Oportuna continuación nos parece la paráfrasis de una famosa máxima socrática que hoy publican Idígoras y Pachi en El Mundo. En relación con lo tratado en la viñeta enlazamos una inquietante aproximación estadística al nuevo curriculum de secundaria, una oportuna metáfora de Savater y la traición de Sánchez a la palabra dada que no hay tema en que falte.


Desde el diario The Times del lunes nos traemos la visión de Morten Morland sobre en qué ha quedado para demasiados la  famosa proclama "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" habitualmente atribuida a Voltaire. Pero lo cierto es que fue formulada por la escritora británica Evelyn Beatrice Hall (1868 - 1956) para ilustrar las creencias del filósofo francés en la biografía titulada ‘Los amigos de Voltaire’ (The Friends of Voltaire, 1906). 

Aunque se trate de un dibujo publicado en octubre de 2008 en la revista MAD, nos parece buen comienzo para la breve sección literaria de hoy hacernos eco del reciente recordatorio que hemos visto de la tira de Emily Flake titulada "When Cover Artists Haven't Read the Book".

Miki y Duarte aportan un Robin Hood, Idígoras un pasaje de 'Los tres cerditos' en maternal cuentacuentos y el dúo Antón un quijotesco colofón que abunda en la humorística sobreexplotación que sufre el pasaje de los molinos de viento. 

Mañana, más lenguaje y humor.



 [1] Seguramente ya estarán al corriente de que pocas horas tardó Otegi en dar más luz sobre sus intenciones en unas declaraciones recogidas el miércoles en El Correo. Adviertan quienes sostien que Bildu nada tiene que ver con Eta la persona verbal del "Tenemos 200 presos dentro ..."




No hay comentarios:

Publicar un comentario