La que ha ido animándose es la presencia en el humor de esta palabra que echábamos en falta en la sabatina precedente. JM Esteban la incluyó en su viñeta de La Razón del jueves y Puebla llevó a su sección de Abc de ese mismo día la primera contraposición gráfica de la fachosfera con la sanchosfera. Miki y Duarte se sumaban ayer al hilo con una aportación de la novedosa falconsfera.
Pinto&Chinto aportaban ayer el segundo añadido del año a nuestra colección de espadas de Damocles. Al repasarlo hemos tenido ocasión de rememorar aquellos tiempos en que Ferreres (Ara, 16/12/19) se venía arriba apoyado en las ahora malvadas instituciones europeas.
Retrocedemos al lunes para encabezar un apartado dedicado a las paráfrasis con la de Padylla del popular "pan para hoy y hambre para mañana" aplicada al pago a Mauritania para que frene la salida de cayucos (no busquen ese "detalle" en las más de 1500 palabras de la nota de prensa de La Moncloa tan propia de la desinformación por inflación; y no olviden confrontar el titular con lo que vds. entiendan que fue el motivo del viaje).JM Esteban publicó anteayer una agrícola versión del desafortunado eslogan de una campaña del Mº de Igualdad que ni oportunas explicaciones como las de ‘Sola y borracha, coma’ (El País, 13/3/20) de Álex Grijelmo convertían en aceptable.
Antón adaptaba ayer la famosa falsa cita del Quijote «Con la iglesia hemos topado Sancho» (o, también, «amigo Sancho»). Y decimos falsa porque lo que realmente se dice en el Capítulo IX de la Segunda Parte, de curioso título “Donde se cuenta lo que en él se verá”, es “Con la iglesia hemos dado, Sancho”. En la nota [1] de La lengua en la semana 51/2022 encontrarán un detallado comentario sobre el significado original que tan desvirtuado ha resultado.En el apartado musical, al margen de la ya comentada "Zorra", vamos a recordar que anteayer dimos cuenta de la adaptación del Fandango del Tomate en la viñeta de Miki y Duarte del lunes. Hoy ampliamos el comentario con un enlace a un vídeo de una interpretación de Aroa Hernández con música y animación de Salvador Montaño. Sigue un tractor a punto de dejar de ser amarillo que completa la muy musical semana del dúo malagueño.
La presencia de Sherlock Holmes y el Dr. Watson en la tira de los propios Miki y Duarte del pasado domingo sobre el Día Mundial contra el Cáncer encabeza la sección literaria de hoy. La acompañamos con una presencia previa en el humor del dúo malagueño (10/11/17) del perspicaz detective creado por Conan Doyle.
“Fachosfera” se puede considerar un neologismo transparente: “el mundo facha”. No figura en nuestros diccionarios, ni tampoco aparece en los millones y millones de registros que almacena el banco de datos de la Real Academia; pero cualquier persona competente en el idioma español (o sea, unos 600 millones) sabe mirar dentro de la palabra y comprender sus elementos. Así que nos encontramos ante un término útil para la comunicación política y periodística. No como otros.
“Fachosfera” nos ha llegado desde el francés fachosphère, idioma donde se formó a partir de facho (acortamiento y alteración de fasciste) y de blogosphère (blogosfera, conjunto de blogs). Su salto al español se produjo sobre todo cuando los periódicos tradujeron con acierto el título de un libro de éxito publicado en 2016 en Francia: La fachosphère. Comment l’extrême droite remporte la bataille du net (“La fachosfera. Cómo gana la extrema derecha la batalla de la Red”), escrito por los periodistas Dominique Albertini y David Doucet.
Sin embargo, no fueron estos los creadores, porque el término ya circulaba años antes por la prensa gala. Lo descubro por ejemplo en la versión digital de un reportaje del semanario L’Express del 3 de diciembre de 2009, referido a la pretensión de la fachosfera de acabar con los alminares (torres de las mezquitas desde donde el almuédano convoca a oración).
No obstante, el hecho de que aquel neologismo se mostrase en la portada de un libro ayudó a su difusión, y después lo reproducen otros autores galos, algunos de ellos traducidos a nuestra lengua; lo cual construye otro paso fronterizo para que la palabra atraviese los Pirineos. Así, se lee “fachosfera” en Polémica política, de Jacques-Alain Miller, en Lo que falta de noche, de Laurent Petitmangin, y en El visionario, de Abel Quentin, todos ellos publicados en español en 2021.
En EL PAÍS no se ha usado hasta hace muy poco. Lo hallo por vez primera el pasado 25 de julio, en una columna de Idafe Martín, el único autor que lo había escrito en este diario —en siete ocasiones— antes de que se recogieran las palabras de Sánchez.
¿Y cómo se define “fachosfera”? Ese término designa tanto en francés como en sus traducciones la frenética actividad de la extrema derecha en blogs y redes sociales, donde se le abrieron espacios de intoxicación y difusión de bulos que antes nunca tuvo. Con ese sentido ya se puede ver en diccionarios franceses digitales, como el Larousse en línea: “Todas las páginas web, blogs, redes sociales, etc., vinculadas a la extrema derecha o que defiendan sus ideas”.
Pero hete aquí que de pronto Alberto Núñez Feijóo se da por concernido, inexplicablemente, por la mención de Pedro Sánchez; y le contesta como si se hubiera referido a él, a su partido y a sus votantes: “El presidente del Gobierno calificó de fachas a los millones de personas que estamos en contra de la impunidad por el poder [a cambio del poder, se supone], y a los millones de españoles que están en contra de los privilegios a los separatistas [para los separatistas]. (…) Descalificar de esta forma tan grosera a millones de compatriotas llamándoles fachas no lo había hecho ningún presidente del Gobierno en la historia democrática del país”.
No se dio cuenta el presidente del PP de lo que implicaba decir eso. Si Sánchez se refería a quienes pretenden polarizar, insultar y producir desconfianza como integrantes de la fachosfera y él se sentía aludido con todas sus legiones, eso significa que Feijóo y compañía se dedican a polarizar, insultar y producir desconfianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario