El Martes Neológico del Centro Virtual Cervantes trató esta semana sobre mena. Un neologismo creado por siglación de "menor extranjero no acompañado" que es rechazado por algunas organizaciones que trabajan para ayudar a estos migrantes por verlo contaminado por las negativas connotaciones que ha adquirido.
Así es que, según explica Anna Aguilar-Amat, el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña publicó en noviembre de 2019 unas «Recomendaciones sobre el tratamiento informativo de la infancia y la adolescencia tutelada por la Administración» en las que aconseja evitar esa sigla y propone alternativas como infancia y juventud migrada sola, niño/joven migrado solo, jóvenes que han venido solos, infancia o adolescencia sin referentes familiares o sin referentes adultos.
A la vista de tan despistadas ocurrencias nos parece oportuno recordar un párrafo de La lengua de la 46ª semana:
Jaime Rubio Hancock publicó Cómo el término “mena” invisibiliza a los niños migrantes. Un artículo en el que llega a la obvia conclusión de que poco aportaría cambiar esa denominación si la sustituta arrastra las mismas connotaciones negativas. Y en La lengua de la 18ª semana ya comentábamos, aunque bastante por encima, el lingüístico efecto dominó preconizado por Bolinger. Una teoría entonces aplicada por Grijelmo a Los lenguajes identitarios.
Pasamos a El País, donde el artículo ¿Aprobarías el examen de ortografía de la Policía Nacional? publicado en Verne permite realizar el polémico ejercicio de 100 preguntas y comprobar, de paso, lo desenfocado de unas cuantas de las mismas. Y no solo de las tres que examinaban sobre presencia en el DLE más que sobre correcta escritura (LGTBI, ciberataque y reditar). A título de ejemplo ¿qué importancia tiene para un agente conocer el americanismo chusmear o de la desusada cras? ¿Y qué decir de ese tramposo LLaga que engañó al 78%?
En ese mismo suplemento de El País, Lola Pons Rodríguez publicó Hay problemas con el verbo 'haber'. Una reseña de la creciente tendenci a convertir en incorrecto concordado sujeto al complemento directo de las frases construidas con el verbo haber. Y con ser cierto que en España se oberva cada vez más en hablantes de cualquier zona, es claro el predominio en ámbitos catalanohablantes, por influencia del catalán, en el que es habitual escuchárselo a personas supestamente cultas y leídas.
La profesora sevillana también apunta en un suelto final el plural hayn que algunos hablantes de español dan a la forma verbal hay. Reconocemos no haberlo escuchado nunca.
Pasamos a Fundéu, que el lunes apuntó que la interjección sanseacabó, usada coloquialmente para dar por terminado un asunto, se escribe preferentemente en una sola palabra, mejor que san se acabó (que es la forma utilizada por Quino en la adjunta viñeta en que asimismo neologizó con el verbo sanseacabarse).
Al día siguente recordaron que la locución mira (tú) por dónde, empleada para enfatizarlo algo que resulta sorprendente, se escribe con tilde en dónde.
El miércoles desaconsejaron el uso de la locución venir de + infinitivo (Viene de trabajar en su oficina), que implica movimiento, con el sentido de acabar de + infinitivo (Boca viene de ser campeón del fútbol argentino), que es un inadecuado calco del francés.
Al día siguiente recordaron que okupa es palabra correcta en español, recogida en el Diccionario, que no necesita, por tanto, el uso de comillas ni cursiva.
Y ayer recomendaron utilizar la expresión fomento del trabajo en equipo, mejor que team building, para referirse a las actividades que se realizan para mejorar la relaciones entre personas en un grupo (generalmente de trabajo).
Proseguimos con la aportación de los enlaces a dos artículos publicado en Tribuna de Valladolid sobre curiosidades toponímicas de esa provincia:
De Amusquillo a Villasexmir: los pueblos vallisoletanos con los nombres más curiosos
Segunda parte; otros diez pueblos de Valladolid con los nombres más llamativos
Comentar que, por más que no rechacemos las teorías imaginativas de pobre fundamento, lo de "ata aquí Inés" ya resulta un inaceptable exceso.
Un artículo de la misma temática que cubre un territorio más amplio es Los diez pueblos con los nombres más curiosos de Castilla y León. Echamos en falta la abulense localidad que tanto gusta al CM de la Guardia Civil (enlace al último tuitero uso).
Drew Sheneman apuntó, por su parte, lo poco oportuno que resulta en estos tiempos la apreciativa expresión '(be) to die for'.
Sansón (Rafael Vega), que acaba de inaugurar en Valladolid una exposición sobre sus 25 años de colaboración con el Norte de Castilla (posteriormente extendida a otros diarios del grupo Vocento), aportó esta semana un anfibológico uso de borrador.
Alberto Calvo escenificó en Heraldo de Aragón un paronímico juego entre tés y tests por medio de una recreación de 'El té del sombrerero loco' (Mad Hatter's tea party) de 'Alicia en el País de las Maravillas'. Un dibujo que básicamente sigue la icónica representación de esa escena creada por John Tenniel que recordamos debajo.
Peridis también se apuntó a la paronimia literaria con el avatar "El Gato con Votos" [1] que ha creado para Pablo Iglesias.
En el humor gráfico foráneo tan solo hemos encontrado una viñeta apta para la temática del apunte de hoy, la del suizo Alex Ballaman con un bastante forzado recurso al personaje más popular del folclore de su país. La complementamos con los dibujos protagonizados por ese legendario héroe que llevamos recopilados este año: Argote (Deia), Pinto & Chinto (La Voz de Galicia) y Monsieur Kak (L'Opinion).
P.S.- Después de publicado el apunte hemos visto la bastante brutal ironía de Dominique Mutio sobre el cambio del título de la novela 'Diez negritos' (más sobre eso en el apunte de la semana pasada) y la sangrienta reseña del suizo Valott (Jacques Vallotton) en el diario '24 heures' de Lausana sobre la revisión de la normativa helvética relativa a la caza del lobo.
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