sábado, 17 de mayo de 2025

Lenguaje de la semana 20/2025

 

Entre las secciones que no han publicado esta semana con festivo jueves en Madrid y algún caso de falta de interés para suscitar nuestra recomendación, esta semana solo vamos a reseñar dos de nuestras lecturas habituales. En primer lugar, La punta de la lengua que Álex Grijelmo ha titulado El “sabotaje” y los zuecos. Un artículo con interesante pinceladas etimológicas que, como de costumbre, encontrarán íntegro en un anexo. 

Y, en segundo, La estulticia, esa necedad que hoy publica Francisco Ríos en La Voz de Galicia con algunas dosis adicionales de etimología.

Aunque tan solo ocasionalmente demos cuenta, rara es la semana en que no damos con algún titular cuya deficiente sintaxis le lleva a decir algo distinto a lo que realmente pretende. Anteayer era El Confidencial el medio de comunicación que lucía la adjunta perla (si clican el enlace advertirán que el artículo sí está correctamente titulado; desconocemos si originalmente ya difería del que lucía la portada de ese digital o fue rectificado).

Pasamos al lenguaje del humor con la comidista viñeta de Bernardo Erlich en el diario bonaerense Clarín del pasado domingo que nos invita a recordar la de Santy Gutiérrez del mismo género que reseñamos hace dos semanas

Sigue el volador globo de texto de la trumpiana viñeta de Ben Jennings de ayer que hemos incorporado a nuestra   colección de Juegos con globos de texto al igual que la despedida a Pepe Mújica de Eneko que pone el acento en el ideario marxista del austero expresidente que fue miembro de los Tupamaros

Proseguimos con la tira de José Luis Martín del miércoles que nos invita a recordar un antecedente de uso, también de Santy Gutiérrez (25/4), del popular donde dije digo que con tanto gracejo enredaba la anterior portavoz del gobierno.

En el apartado de frases semicélebres cabe recordar que la viñeta de Fontdevila que sigue propició que en el apunte del jueves  incluyéramos una nota al pie con el resto de dibujos que conocemos que hacen uso del tergiversado "el que pueda hacer, que haga" pronunciado por Aznar en noviembre 2023 (vídeo) que los propagandistas del régimen pretendieron hacer pasara por un llamamiento a un golpe de estado.

Hoy se celebra el Día das Letras Galegas y, como es habitual en esta fecha del año, a ello dedican sus viñetas todos los dibujantes que seguimos en la prensa gallega: Pinto & Chinto, Xaquín Marín, Kiko da Silva, Santy Gutiérres y Luis Davila.

 

La celebración del Festival de Eurovisión propicia que esta semana contemos con un apartado musical acaparado por la canción Diva que interpreta Melody, pero tratada con muy diferentes enfoques humorísticos por Miki y Duarte, Asier y Javier y Padylla.

Thibaut Soulcié encabeza la sección literaria de hoy con Marcel Proust desvelado entregado al doomscrolling que a nosotros nos gusta traducir por pantallear (Pantallas: En busca del tiempo perdido - Durante mucho tiempo, me acosté hipertarde porque pantalleba). Sigue la viñeta que ayer  publicó Idígoras sobre la crisis del Museo Ruso de Málaga. Un dibujo con una cuaterna de famosos personajes que incluyen a Dostoievski y Tolstoi.


Aprovechamos para recordar otras caricaturas de esos escritores aparecidas en el humor español. César Oroz reunió las obras más famosas de Tolstoi y Dostoyevski en su tira del Día del libro del 24/3/22, Asier y Javier caricaturizaron a Tolstoi el 28 de febrero de ese mismo año y el autor de Crimen y castigo  protagonizó la tira de Idígoras del posterior 5 de marzo.


Resulta llamativo encontrar al navideño Grinch de Dr. Seuss en una portada de mayo, pero lo cierto es que resulta un personaje muy apropiado para dar cuenta de la anticipada preocupación por la escasez de juguetes que puedan sufrir los niños estadounidenses a causa de los aranceles de Trump. Hemos emparejado esa portada con el guiño a 'El retrato de Dorian Gray' de Óscar Wilde realizado por Wayno en la viñeta del martes de la serie Bizarro.

Peter Brookes diseñó el lunes un troyano blindado que cuenta con algunos antecedentes en el apunte Palomas, mayormente de la paz. Y en un troyano artefacto convirtió también Matt Wuerker el avión que Catar ha regalado a Trump.

Emilio Giannelli creó una pieza de humor hamletiano (¿Comparecer o no comparecer? Ese es el problema), infiel, como tantas otras, a la escenografía de la obra de Shakespeare, para dar cuenta del supuesto dilema de Putin (no tardó en dar la impresión que lo tenía muy claro desde el principio) sobre si asitir o no a la negociación convocada en Estambul. Hoy es García Morán quien combina con la imagen de El Pensador de Rodin la shakesperiana escenificación que no coinncide en la obra con el enunciado del dilema. Nuevos dibujos para la colección de Humor que enseña teatro. Sigue el catarí genio de la lámpara que es quien pide los deseos en el humor de Matson sobre el avión que Trump ha recibido como regalo.


César Oroz recordó en su despedida a Pepe Mújica el célebre en cuentro entre Alejandro Magno y Diógenes. Recordamos que cuando el primero llegó con su ejército a la ciudad de Corinto, toda la población fue a recibirlo, pero el filósofo cínico, que vivía en un tonel, permaneció indiferente en el mismo. Entonces fue el propio rey macedonio quien, conocedor de su fama, le buscó y le encontró tendido al sol. Cuando le preguntó si se le ofrecía alguna cosa, recibió por respuesta “Muy poco; que te quites del sol”. [1]


Aprovechamos para recordar la referencia ese episodio realizada por Napi en su viñeta del 17/6/24.


Concluimos con una pieza de humor cervantino de Bernardo Erlich en la que el famoso comienzo de El Quijote aparece convertido en un lector clickbait. Bienvenidos sean ese tipo de señuelos.




[1] Transcribimos la traducción de Antonio Ranz Romanillos de la narración del episodio incluida por Plutarco en la Vida de Alejandro Magno de sus célebres Vidas paralelas:

XIV.- Congregados los Griegos en el Istmo, decretaron marchar con Alejandro a la guerra contra la Persia, nombrándole general; y como fuesen muchos los hombres de Estado y los filósofos que le visitaban y le daban el parabién, esperaba que haría otro tanto Diógenes el de Sinope, que residía en Corinto. Mas éste ninguna cuenta hizo de Alejandro, sino que pasaba tranquilamente su vida en el barrio llamado Craneo, y así, hubo de pasar Alejandro a verle. Hallábase casualmente tendido al sol, y habiéndose incorporado un poco a la llegada de tantos personajes, fijó la vista en Alejandro. Saludóle éste, y preguntándole en seguida si se le ofrecía alguna cosa, “Muy poco- le respondió-; que te quites del sol”. Dícese que Alejandro, con aquella especie de menosprecio, quedó tan admirado de semejante elevación y grandeza de ánimo, que cuando retirados de allí empezaron los que le acompañaban a reírse y burlarse, él les dijo: “Pues yo, a no ser Alejandro, de buena gana fuera Diógenes”.




Anexo

El “sabotaje” y los zuecos
Álex Grijelmo (El País, 14/5/25)

El día del apagón se descartó de inmediato la intención de hacer daño, pero con los trenes ocurrió al revés

Les sorprenderá a ustedes que el término “sabotaje” tenga algo que ver con los zapatos. Pero quizás no tanto si hablan catalán. En esa lengua también nuestra, al zapato se le llama sabata, vocablo ya más parecido al término usado el pasado 5 de mayo por el ministro de Transportes, Óscar Puente.

El origen primigenio de “sabotaje” se considera incierto, pero los especialistas ven clara la relación entre el occitano sabata, el francés savate, el italiano ciabatta o el árabe vulgar sabbât. La palabra española estaba presente ya, con otra grafía, en el Cantar de Mio Cid (hacia el año 1200), la primera obra literaria en castellano. En ella se daba cuenta de lo que calzaba Rodrigo Díaz: “… vnos çapatos que a grant huebra son” (“huebra” viene a significar aquí “trabajo”: zapatos muy trabajados).

Pero, según el Diccionario crítico etimológico de Corominas y Pascual, solo en España y Occitania (sur de Francia) se designa con esa familia de vocablos el calzado común, sin más, mientras que sus gemelos en italiano y francés adquieren un matiz despectivo. Por esta vía aparece en francés sabot (“zueco”), cruce de savate botte, bota. De ahí sale saboter: “hacer una chapuza”; y más tarde, “entorpecer el trabajo”, sentido que ya se va acercando al del español. El actual savate galo equivale a “zapato viejo” y a “chancla”; y en lenguaje figurado, a “persona torpe” (no es fácil correr con chanclas ni con zuecos).

Nuestro “sabotaje” lo tomamos a principios del siglo XX del francés sabotage, que ya traía esas connotaciones peyorativas; y las academias del español lo definen hoy como “Daño o deterioro que se hace en instalaciones, productos, etc., como procedimiento de lucha contra los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos”.

Por tanto, cuando el ministro habló el 5 de mayo de “sabotaje”, tras el robo de 150 metros de cables ferroviarios que bloqueó durante horas a miles de viajeros, comunicaba una intención de lucha política en quienes lo cometieron, no un mero propósito económico. Se basaba para ello en lo que entendía como escaso rendimiento de la operación (unos 1.000 euros, después rebajados a 300) en relación con su riesgo y sus consecuencias; y en que la acción se había ejecutado de forma coordinada en cinco puntos distintos y coincidiendo con el regreso tras un puente festivo.

La investigación determinará, si acaso, el acierto o el error del ministro al calificar los hechos a primera vista. Por el momento, podemos decir que el robo de cables constituyó un sabotaje en su resultado, puesto que produjo un daño para el Estado; pero no (aún) en su intención, que está por ver. Y mientras esta segunda condición no se demuestre, el vocablo “sabotaje” queda en entredicho.

Pero ha sucedido algo curioso: tras el apagón del 28 de abril, se descartó de inmediato la intencionalidad (el ciberataque) sin tener aún la certeza de lo ocurrido. Y con los trenes ocurrió al revés: se afirmó enseguida el sabotaje aunque tampoco hubiese datos seguros al respecto.

Puente había sido rotundo en su tempranero tuit (o equis): “Hemos sufrido un acto de grave sabotaje” (las redes incitan a no dudar). Después lo aclararía en la SER (la radio sí invita al matiz): “Es a lo que apuntan las primeras diligencias”. El Gobierno relegaría luego esa palabra, pero la flecha inicial ya estaba clavada en la opinión pública, por mucho que se moviera el arco que la había lanzado.

Hoy en día, lo vemos una y otra vez, las conjeturas viajan en AVE, pero las verificaciones caminan con zuecos.


1 comentario:

  1. Estimado: El ex presidente José Mujica nunca se autoproclamó marxista. Sus raíces ideológicas vienen de Partido Nacional al que abandonó para sumarse a la guerrilla. Más de una vez se llamó a sí mismo "libertario" en el sentido tradicional latinoamericano. En general, reivindicó valores tradicionales de modo pragmático, con cierto aire populista latinoamericano y arraigado al campo. Después de la prisión adoptó posiciones reformistas y se convirtió en ícono del progresismo y la izquierda. La viñeta que publicas es interesante. Hay muchas otras que reflejan mejor al personaje.

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