lunes, 28 de abril de 2014

Underdogs sobre ruedas

No seremos nosotros quienes aportemos contraejemplos al dicho que proclama que "no hay dos sin tres", así que ya intuirán que hoy no vamos a meternos en cuestiones de sexo, sino que vamos a por la tercera entrega sobre los no favoritos (enlaces a la 1ª y la ). El asunto de los que han conseguido imponerse a los pronósticos cuenta con algunas interesantes historias dentro del automovilismo que nos parece oportuno contar, máxime cuando los aficionados a la Fórmula 1, y nos consta que alguno es lector, han pasado un fin de semana de ayuno. Y a fin de cuentas fue una acción del simpático piloto japonés Kamui Kobayashi la que nos indujo a explorar este tema.

En las carreras disputadas en circuitos un factor que condiciona fuertemente el resultado final es el orden de salida. Es bien sabido que el mismo se decide en una prueba de clasificación previa por lo que cualquier incidente durante la misma condiciona la selección de favoritos para una prueba concreta. Así es que en el deporte del volante, y no es el único, cabe ser un underdog ocasional. Centrándonos en la Fórmula 1, una de las muchas estadísticas que se manejan es la de los puestos remontados desde la posición inicial. El récord actual lo ostenta desde 1983 el norirlandés John Watson que consiguió vencer el Gran Premio del Oeste de Estados Unidos disputado en el circuito urbano de Long Beach tras salir en el 22º, el penúltimo de aquella parrilla, para conseguir su quinta y última victoria en la F1. Los dos Mclaren cerraban la formación de salida por los problemas que habían tenido con los neumáticos durante la clasificación, pero en carrera eran coches bastante mas competitivos como quedó demostrado con el doblete conseguido por el irlandés y su compañero Nikki Lauda. Con todo, aquel monoplaza no era puntero como demuestra el hecho de que sus pilotos finalizaron esa temporada sexto y décimo respectivamente debido a que la marca británica fue una de las últimas en incorporar los entonces emergentes motores turboalimentados.
Niki Lauda, John Watson y René Arnoux en el podio de Long Beach en 1983

El año anterior Watson ya había protagonizado otra espectacular remontada al vencer el Gran Premio del Oeste de Estados Unidos celebrado en Detroit tras salir desde el puesto 17º. Sin embargo, el segundo lugar de esta particular clasificación de ganadores que han salido mas retrasados pertenece a Rubens Barrichello que venció en el Gran Premio de Alemania del año 2000 tras partir el 18º en una carrera que también le valió el segundo lugar en otro curioso ranking negativo, el del mayor número de carreras disputadas antes de alcanzar la victoria, algo que no consiguió hasta el intento 123. El líder de este peculiar cómputo es Mark Weber quien consiguió la primera victoria de su carrera en su intento número 130, también un Gran Premio de Alemania, en concreto el de 2009. El australiano acumuló en el momento de su retirada 9 victorias en 215 carreras mientras que Barrichello alcanzó 11 en 323 participaciones lo que le convierte en el piloto que ha disputado un mayor número de grandes premios por delante de Michael Schumacher.

Peor es no figurar en la clasificación anteriormente comentada que, al menos, comporta haber conseguido alguna victoria. El piloto que ha disputado mayor número de carreras sin ganar ninguna es el italiano Andrea de Cesaris con 208 participaciones. No debe ser gran consuelo haber conseguido una pole y cinco podios porque, además, es considerado por muchos el conductor más peligroso de la Fórmula 1. Un hecho que le valió el apodo de Andrea de Crasheris en atención a sus numerosos accidentes. Como muestra, sepan que en 1981 tuvo percances en 6 de las 14 pruebas y se dice que esa temporada destruyó 18 monoplazas de McLaren. Hasta Bibendum, la mascota de Michelin, parecía huir de el. 
Accidente de Andrea de Cesaris en el circuito de Zandvoort en 1980
Olivier Panis compartiría con Martin Brundle el tercer lugar de la underdoguiana clasificación liderada por de Cesaris, el segundo es Nick Heidfield, de no haber ganado el extrañísimo Gran Premio de Mónaco de 1996 que solo terminaron 4 coches de los 22 que tomaron la salida. Partiendo desde el decimocuarto puesto de la parrilla consiguió la última victoria que anotaría en su palmarés la escudería Ligier que llevaba 15 años sin ganar y al finalizar esa temporada abandonó la F1. Desde entonces no ha vuelto a imponerse un piloto francés en el circuito urbano del Principado.

Heidfield, al que acabamos de ver en una segunda posición, es líder de otra de estas pintorescas clasificaciones, la de mayor número de podios sin alcanzar la victoria. Nada menos que 13, un concepto este de acariciar el triunfo sin conseguirlo que inevitablemente asociamos con el ciclista Raymond Poulidor, 3 veces segundo y 5 tercero en el Tour de Francia. Y es que esta víctima de la coincidencia de su carrera deportiva con las de Anquetil y Merckx ni siquiera consiguió lucir en etapa alguna el ansiado jersey amarillo. Encima, en la Wikipedia se gastan la, suponemos que involuntaria, ironía de ilustrar su artículo con una foto en la que aparece vestido de ese color. Pura desinformación subliminal, aunque cierto es que ganó la Vuelta a España del 64. Una competición que durante años también distinguió al primer clasificado con un jersey amarillo que en 1999 pasó a ser del no muy diferente color oro (y que a lo largo de la historia también ha sido naranja, blanco e incluso rojo ¡en 1945!).

Llegados al tema de los eternos segundones, habrá que dejar para otro día las historias de estos metafóricos parientes de Tántalo.

Si, entretanto, les apetece seguir leyendo sobre otros perdedores natos de la máxima categoría del automovilismo pueden hacerlo en el un tanto desabrido apunte "Los grandes inútiles de la F1" del blog "Vicisitud y sordidez".


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