Gabriel Dols publicó esta semana en la sección El Trujamán del Centro Virtual Cervantes la cuarta entrega de Poesía en el Movimiento: censura y traducción en los inicios del pop en España (1960-1969). Nuevos ejemplos de adaptaciones al español de letras de canciones extranjeras que, en este caso, nos parece que poco tienen que ver con la censura y más bien resultan el aparente fruto de las enamoradizas tendencias dominantes en el pop español del momento.
El propio miércoles, Álex Grijelmo se apoyaba en la “teoría de la relevancia” para analizar en Mentir con datos verdaderos, nuestro anexo de hoy, ejemplos de manipulación que encabeza con el malévolo uso que ciertamente se ha hecho del “Si necesitan más recursos, que los pidan”. Adjuntamos las viñetas relacionadas con esa frase que hemos recopilado: dibujos de JM Esteban, Caín, Puebla, JM Nieto, Santy Gutiérrez y la matizadora ironía de hoy mismo de Padylla sobre el enquistado problema del traslado de migrantes desde Canarias.
Entendemos que el éxito de la descontextualizada frase no es ajeno a lo bien que refleja la pasiva actitud mostrada por el gobierno en los primeros compases de la tragedia causada por la dana. Todo ello desde un interesado empeño en no asumir la responsabilidad de la gestión que se habría producido al declarar una emergencia nacional que, a la vista de la ley 17/2015, diríase que resultaba inexcusable [aun desde la literalidad del apartado 2º del artículo 28 que claramente pide una redacción con una o no excluyente en vez de con una y]. Muertos bastante olvidados han pasado a ser esos ocho que chafan el relato.
También en el ámbito de la creación poética, José F. Peláez ofrecía ayer en Laudatio de Luis Alberto de Cuenca una nueva muestra de su talento como columnista que ahora sabemos que es un regalo que debemos a su frustrada vocación como poeta.
Volvemos al ámbito del humor gráfico con la dilogía de Gallego y Rey del martes que juega con el sentido literal y figurado de ponerse las botas. Sigue la nueva acepción de nini propuesta por Miki y Duarte más una versión de Padylla del tentador anagrama dana-nada que a principos de mes ya vimos en una viñeta de Idígoras.
Concluimos con la libresca viñeta que hoy publica Tom Gauld en The Guardian este recorrido que por segunda semana consecutiva carece de humor inspirado en concretas obras de literatura.
La formulación teórica de esta posibilidad práctica correspondió a Dan Sperber, francés, y Deirdre Wilson, británica. Ambos desarrollaron en los años ochenta del siglo XX la “teoría de la relevancia”. Muy resumida, consiste en que una comunicación leal se basa en dar la información relevante y omitir aquella que no lo es. Por tanto, toda información omitida se entiende como irrelevante; y si era relevante pero se suprime, estamos engañando.
Así ocurrió con la declaración de Pedro Sánchez, cuando detalló el 2 de noviembre lo que había hecho el Gobierno por su propia iniciativa tras la dana en Valencia: despliegue de 2.500 militares, 1.800 policías, 2.700 guardias civiles; satélites, 4.800 rescates… A continuación, añadió que el Estado, atendiendo a la última petición del presidente autonómico Carlos Mazón, enviaría 5.000 militares más, así como un buque anfibio dotado de quirófanos. Y después de relatar todo esto y otras decisiones similares, remató: “El Gobierno central está listo para ayudar. Si necesitan más recursos, que los pidan”.
Cualquier persona de bien habría interpretado de todo eso, si no se hubiera silenciado nada, que el presidente daba cuenta de la ayuda decidida ya por el Gobierno y de que estaba dispuesto a enviar más en cuanto se lo solicitasen. Sin embargo, la última frase se aisló del resto en muchos medios y en las redes, o se suprimió el término “más”, lo que convirtió una oferta de ayuda en un exabrupto chulesco de quien no ha hecho nada ni tiene interés en ello. Pero ya será difícil que quienes dedujeron eso cambien su percepción.
Una docena de bomberos de Bilbao grabaron un vídeo en el que decían que se había rechazado su ayuda para Valencia. Como silenciaron quién la había declinado, los manipuladores de guardia adjuntaron a ese vídeo mensajes que pedían la cárcel para los políticos del PNV y del Gobierno. Sin embargo, la decisión no dependía de ellos sino de la Generalitat valenciana. Pero el silencio había ejercido ya su poder.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, usó el mes pasado esta misma técnica que logra contar verdad para decir mentira. Dijo: “Mientras que el Ayuntamiento dedica el 4% de su presupuesto a la vivienda, el Gobierno solo lo hace en un 0,7%”.
Datos ciertos, sí. Pero faltan otros. El Estado, cuyas competencias al respecto fueron limitadas por el Constitucional en 1997, no dispone de todos los resortes que manejan los municipios. No levanta urbanizaciones ni recalifica suelo, tarea que corresponde a los ayuntamientos; que también pueden reservar solares para casas protegidas o libres; regular los pisos turísticos y, como las comunidades, crear incluso empresas públicas que edifiquen directamente y vendan luego con criterio social. Por tanto, no se pueden comparar dos porcentajes que se proyectan sobre un distinto cien. Además, le faltó mencionar, ya que estaba, el correspondiente a la Comunidad de Madrid (PP), que, según sus datos oficiales, en 2025 invertirá 669 millones en vivienda, frente a un presupuesto regional de 28.662 millones. O sea, un 2,3%.
Vemos, pues, que la información omitida es también información emitida: su ocultación forma parte del mensaje, porque lo manipula. Y eso resulta difícil de comprobar para quienes no se nutren de un periodismo serio.
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