sábado, 12 de abril de 2025

Lenguaje de la semana 15/2025

 

Cristina Hernández dedicó el pasado Martes Neológico al anglicismo hater que cuenta en español la alternativa odiador, aunque el neologismo tenga el matiz característico de las redes que el diccionario Merriam-Webster ya reconoce con una acepción específica: 2. a person who actively and aggressively criticizes and disparages something or someone (such as a celebrity or public figure) [ «una persona que activa y agresivamente critica y menosprecia algo o a alguien (como una celebridad o un personaje público)»]. Pero no deja de ser curioso que a los angloparlantes les baste con añadir una nueva acepción y a nosotros nos parezca que hace falta una nueva palabra.

En la sección El Trujamán del Centro Virtual Cervantes, Lucas Martí Domken reflexiona en Basic English sobre los anhelos de una lengua universal. Y pocas dudas cabe albergar ya de que ese es un papel reservado al inglés, pero como segunda lengua. El telón de fondo lo pone la atinada preocupación de los traductores por el sustitutivo papel que ya ejerce la inteligencia artificial, aunque entendemos que no justifica afirmaciones de corte conspiracionista como «las multimillonarias inversiones en artificiosas inteligencias obedecen al intento de hacer dudar al hablante de aquello más íntimamente suyo». 

El Rinconete de esta semana es Manuel Lago González, arzobispo y poeta. Un artículo de Macarena Cuiñas Gómez que glosa, en el centenario de su muerte, la figura del eclesiástico al que se dedicó el Día das Letras Galegas del año 1973. Y a falta de enlaces a fragmentos de sus obras, insertamos nosotros uno a la Escolma de poesías publicada con motivo del citado homenaje. Nos traemos como muestra un bello poema bien comprensible para no hablantes de gallego (irtos= tiesos; amarelas = amarillas; acedos = acervos):


TOXOS ...

Toxos bravos, toxos irtos

que nascestes antre os mirtos

do xardín dos meus amores,

toxos d'amarelas frores,

toxos da feras espiñas,

duros como as penas miñas,

acedos como o meu mal ...


Montero incumplió tres requisitos ha titulado Álex Grijelmo su tan oportuno como riguroso análisis de la falsa rectificación que hizo la vicepresidenta del gobierno de su dislate sobre la presunción de inocencia. Como es habitual, encontrarán íntegro en nuestro Anexo 1 este texto que equilibra el balance político de las fuentes de su sección La punta de la lengua.

Como Anexo 2 incluimos la crítica de un extendido recurso retórico que hoy hace Lola Pons, en el propio diario El País, en el artículo El ángel del Señor se anunció a un político.

Pasamos al lenguaje del humor con el dibujante argentino Crist que aporta desde el diario bonaerense Clarín un seseante equívoco. Una figura que, ya sin fonéticos artificios, también utiliza hoy Luis Davila en su tira del Faro de Vigo.

Proseguimos con El Roto que llevó a su viñeta del jueves una variante del proverbial Homo homini lupus  enunciado por Plauto en su obra Asinaria. Acompañamos otra viñeta de Rábago publicada en El País el 15 de julio 24 en la que ya hizo una formulación similar.

  

Ricardo basó su viñeta del pasado domingo, ilustración de la columna de Emilia Landaluce Jésica, la sobrina de Ábalos y otros eufemismos con derecho a roce, en el libro de Camilo José Cela con fotografías de Juan Colom titulado Izas, rabizas y colipoterras«drama con acompañamiento de cachondeo y dolor de corazón» publicado en 1964 cuyo título tomó el Nobel gallego de un soneto anónimo añadido a la edición de Amberes del Cancionero General impresa en 1553 (enlace a un facsímil). Debajo acompañamos la portada y un fragmento de la página 724 con el soneto cuya transcripción modernizada enlazamos.

 

El dibujante canadiense André-Philippe Côté adaptó como El mundo donde tu eres el héroe uno de los libro-juegos de la serie El libro donde tú eres el héroe publicados a principios de siglo. La portada escogida es la de la 6ª entrega de la serie Lobo solitario titulada La piedra de la Sabiduría (Gallimard Jeunesse, 2002).  Sigue la expresiva reseña de Napi de la publicación del libro A calzón quitao del líder del PP en Cataluña Alejandro Fernández.

 

Flavita Banana evocó el cuento de Cenicienta en su inmobiliaria viñeta del domingo, JM Nieto dio cuenta de  una atestada lámpara de Aladino y Caperucita y el lobo hicieron doblete en las viñetas de Miki y Duarte y Javi Salado respectivamente dedicadas a las caídas de las bolsas y al precio de la cesta de la compra. Santy Gutiérrez completa este bloque con Trump convertido en el rey Midas, pero esta vez sin la irónica inversión de sus poderes que veíamos en los dibujos reseñados el pasado sábado. Concuerda mal con la realidad de lo que está pasando.

Concluimos con la viñeta que Dave Brown inspiró el jueves en el libro de Michael Rosen We're Going on a Bear Hunt (Vamos a cazar un oso, Walker Books 1989).



PS - Tom Gauld esboza hoy un triple guion para Netflix.




Anexo 1

Montero incumplió tres requisitos
Álex Grijelmo (El País, 9/4/25)

Según ella, la declaración que hizo se entendió en su “literalidad”, como si hubiera sido posible un sentido figurado alternativo

No hay manera. Nadie rectifica bien en la política.

Para reconocer un error con sinceridad hacen falta estos cuatro requisitos, según explicábamos aquí tras el caso Rubiales: 1. Nombrar los hechos concretos cometidos (sin deformarlos). 2. No poner el error en duda (sin subjuntivos ni oraciones condicionales). 3. Evitar eufemismos. 4. No derivar la culpa hacia otros (porque no hayan entendido bien, por ejemplo).

La vicepresidenta María Jesús Montero incurrió en la barbaridad de cuestionar la presunción de inocencia cuando se trata de delitos sexuales, y se tomó tres días para rectificar su doctrina. Pero lo hizo con subterfugios.

El 29 de marzo había teorizado: “Qué vergüenza que todavía se cuestione el testimonio de una víctima y se diga que la presunción de inocencia está por delante del testimonio de mujeres jóvenes valientes que deciden denunciar a los poderosos, a los grandes, a los famosos”.

Y el 1 de abril dijo: “Si de la literalidad de la expresión que utilicé se puede concluir que yo he puesto en cuestión ni más ni menos que la presunción de inocencia (…), pues evidentemente la retiro y pido disculpas por esa expresión”. (…) “Quiero ir al fondo del asunto, que me importa mucho más que la manera en que la expresé, a ver si la expreso ahora de una forma más clara, que se pueda entender mejor. (…) Desde mi punto de vista, la presunción de inocencia no puede ser incompatible con la credibilidad y con la fiabilidad del testimonio de las víctimas”.

En mi opinión, Montero incumplió tres de los cuatro requisitos (le faltó añadir algún eufemismo).

1. No reconoce los hechos, sino que los deforma. Según ella, su declaración se entendió en su “literalidad”, como si hubiera sido posible un sentido figurado alternativo. Si decimos “todo el mundo sabe que Madrid es la capital de España”, hablamos en sentido figurado, pues sabemos que no todo el mundo lo sabe (por ejemplo, los bebés). Pero aquí no cabía otra interpretación. Montero debería haber asumido la literalidad inconfundible de su mensaje.

2. Pone el error en duda, al comenzar con una oración condicional. Por tanto, no da por indubitado lo que ella hizo, sino que lo remite a una posibilidad.

3. No hay eufemismos en esa segunda declaración. Por ese lado, muy bien.

4. Deriva la culpa a la mala comprensión de los receptores, y se remite en todo momento a la expresión, no al fondo. Dice: “A ver si lo expreso de una manera más clara que se pueda entender mejor”, Pero no se trataba de decir lo mismo de otra forma, sino de decir lo contrario.

Cuestión aparte es el aserto final: “La presunción de inocencia no puede ser incompatible con la credibilidad y con la fiabilidad del testimonio de las víctimas”. Esta formulación teórica muestra que en realidad sigue pensando lo que dijo en un primer momento, porque lo vuelve a decir. La presunción de inocencia sí es incompatible con acusaciones creíbles y fiables… pero no demostradas, y por tanto ha de ponerse por encima de ellas. La verdad moral de cada uno no es la verdad judicial. Lo verosímil no es siempre lo veraz. Y si concurren la ausencia de pruebas en la acusación y la ausencia de pruebas en la versión del acusado, lo que se somete a juicio es la primera de ellas, no la segunda, según establece la jurisprudencia española (sentencia del Supremo 1029/1997).

Todos cometemos errores, en eso no nos distinguimos los seres humanos unos de otros. Lo que sí nos diferencia es la forma en que cada cual los gestiona después. Unos pocos, con humildad. Otros muchos, con soberbia.




Anexo 2

El ángel del Señor se anunció a un político
Lola Pons (El País, 12/4/25)

El mesianismo nacionalista supone que hay algo supraideológico que marca los derechos de un territorio frente a otros

A ver si va a ser verdad que hay ángeles. Escucho discursos políticos donde parece que los hubiera. Pero yo no encuentro nada sagrado en los liderazgos, no oigo llamadas divinas sobre ningún territorio. Veo políticos, responsables públicos salidos de las listas electorales, que gestionan con mayor o menor acierto lo que les corresponde, durante el plazo y en la proporción que les hemos dado los ciudadanos al votar. Pero parece que hubiera ángeles.

Estas son frases reales, dichas por políticos o gestores institucionales con distintas ideologías y cuyo sujeto es una comunidad autónoma: “Galicia está llamada a ser un icono del siglo XXI”, “Aragón está llamado a ser un referente en inteligencia artificial”, “Valencia está llamada a ser uno de los hubs mundiales en movilidad sostenible”, “Andalucía está llamada a ser una potencia energética”, “Madrid está llamada a ser un catalizador disruptivo”, “Cataluña está llamada a ser un eje de estabilidad intercultural en la península Ibérica, al sur de Europa y al oeste del Mediterráneo”... No entro en lo que están llamadas a ser estas comunidades autónomas (aunque dan ganas: hubs, catalizadores, el pavor a decir “España” al situar a Cataluña en el mapa...). Me fijo en la expresión que se repite en todos los enunciados: ser llamado a. Acudamos al truco que los malos profesores de Gramática recomendaban para identificar los sujetos en las frases: preguntar quién al verbo. ¿Quién llama?, ¿quién es el agente aquí? Adviertan la sorprendente unidad retórica para omitir la agencia de esa llamada, para no declarar la identidad del llamante y para, desde luego, usar la frase siempre enfatizando realidades fascinantes. No esperen que nadie diga que su comunidad está llamada a ser un territorio depauperado, un eje de desigualdades o un icono de precariedad.

Ser (o estar) llamado se usa en español históricamente. A veces, se emplea en entornos donde la entidad que llama no se especifica por estar sobrentendida y no ser identificable en una persona concreta. Pensemos en expresiones como ser llamado a filas o ser llamado a votar (las armas y las urnas, aquí conectadas); en el ámbito militar, ser llamado a seguido de un nombre de lugar era ser nombrado para ocupar un puesto allí; en lo religioso, la llamada la hace una entidad divina: recuerden la “llamada de Dios” o la famosa cita bíblica de “muchos son los llamados pero pocos los escogidos”.

Cuando escucho que un territorio está llamado a ser algo, yo me pregunto por lo agentivo de esa frase: ¿hemos recibido una visita divina que nos ha señalado para cumplir una misión, un destino? Me pregunto qué clase de ángel anunciador se aparece a un político para decirle que es su territorio y no otro el llamado a protagonizar algo. Es cierto que por la localización de un lugar, su demografía o su tejido empresarial y académico, hay espacios donde es más fácil que se desarrollen estrategias dirigidas a un logro concreto. Pero no es lo mismo decir, pongamos por caso, “Extremadura está llamada a...” que declarar “Extremadura tiene las condiciones para...”. Porque si lo decimos así, de esta segunda forma, rebajamos la idea de mesianismo de la frase y hacemos evidente la responsabilidad política sobre el propósito que se persigue; subrayamos que, ante una potencialidad preexistente, corresponde a quien ejerce la gestión política y administrativa el encargo (la agencia) de trabajar para conseguir una meta específica y sacar partido a esa ventaja.

Al hablar, la política tiene que dejar claro quién se responsabiliza de las acciones; desconfío de la idea de predestinación en este tiempo de nacionalismos y populismos. Porque, aplicado a los territorios, el mesianismo construye la noción, tan profundamente excluyente como racista, de que hay algo histórico y supraideológico que marca los derechos de un espacio frente a otros, que un halo divino tocó un territorio para que fuese algo que los demás no podrán ser, y que el elegido para acometer la misión es ese pastor de los votantes que atiende la llamada del ángel.

No es la primera vez que cito en estas páginas a la filóloga argentina María Rosa Lida (1910-1962). Los lectores me dirán (y tendrán razón) que se me ve el plumero sacando a relucir el divino panteón académico que yo misma me he construido. Creo que viene al caso. Publicación póstuma de Lida fue el trabajo “La dama como obra maestra de Dios”, donde recorría los textos antiguos que ponderaban a la mujer amada como resultado de la mano divina. Yo me echo a temblar pensando que alimentemos el tópico de la comunidad autónoma como obra maestra de Dios, y que a las adoraciones o latrías ya existentes (egolatría, heliolatríaidolatría o pirolatría entre otras) tengamos que sumar, disculpen este invento de palabra, la regionlatría.

Quiero pensar que estamos ante un desafortunado recurso retórico que, apoyado en la estrategia de delegar en otros la consecución de objetivos legítimos, ha prendido en el discurso político. Los territorios no están invocados a nada, nadie llama a que un lugar sea de una forma u otra. Saquemos el incensario de la política, por respeto a la política y a los incensarios. Prefiero las religiones conocidas, las que se ven venir; prefiero los ángeles de toda la vida, los que no asignaban cometidos fantásticos a una comunidad autónoma, los que no decían hub sino ave.






No hay comentarios:

Publicar un comentario