Quizá les sorprenda lo de “traducción de ilustraciones”, pero no deben dejarse seducir por enunciados atractivos, tales como “el lenguaje de las imágenes es universal”, que pueden pasar por veraces antes de que medie una cierta reflexión sobre los mismos. Lo bueno es que para demostrar que una proposición es falaz basta encontrar un contraejemplo. Y ya nos encargamos nosotros de traerles unos cuantos de ilustraciones que necesitan traducción para poder ser comprendidas por quienes desconozcan el idioma para el que han sido creadas. Y hoy solo vamosa referirnos a claves lingüísticas y no a las culturales.
Un ejemplo de estas últimas puede ser el uso del toro como símbolo de los mercados alcistas. Una imagen nacida en Estados Unidos, que ahora es de comprensión prácticamente universal, incluso por quienes no tiene particular interés en dichos mercados. Partiendo de tan poco español simbolismo taurino, ¿qué opina vd. que quiere decirnos la siguiente portada del semanario “The Economist” de noviembre de 2006?
Si hemos quedado en que el toro representa los mercados
alcistas, está claro que algo impide el desenvolvimiento de esa tendencia.
Ningún simbolismo especial tiene para nosotros esa cinta roja por más que luzca
el sanguíneo color que nos alerta del peligro, aunque en la naturaleza ese papel suele ser desempeñado por el amarillo. Pero en inglés “red tape” (cinta roja) es una expresión de uso común para referirse
a la burocracia o, si se quiere, a los reglamentismos que dificultan el
desarrollo de cualquier actividad. Ya se ve ahora que no es cualquier cosa la
que tiene atados a los mercados financieros, el culpable señalado por la
publicación británica es el exceso de normativas reguladoras.
La expresión “red tape”
tiene su origen en el color de la cinta que tradicionalmente se utilizaba para
atar los expedientes administrativos, un uso posiblemente de origen
eclesiástico que está documentado desde el siglo XVI. El castellano cuenta para
denominar esa ligadura con la muy poco utilizada palabra balduque (Drae) formada a partir del nombre francés Bois-le-Duc. Y es que esta ciudad holandesa conocida
por sus moradores como Hertogenbosch desarrolló en tiempos pretéritos una afamada industria de confección de ese tipo de cintas.
La portada de la revista “Fortune” de setiembre de 1943 nos ofrece una buena muestra del uso
del balduque al mostrar un detalle del característico cierre del mismo mediante un sello, en
ese caso perteneciente al Gobierno de los Estados Unidos. A su lado se muestra
otro ejemplo de uso de la metáfora asociada por el propio “The
Economist” en un número junio de 2009 con una ilustración en la que se ha procedido a rotular los carretes
para facilitar una mejor comprensión del mensaje: el aparato burocrático del
estado, representado por el Tío Sam,
dificulta la actividad de los empresarios y la consecuente obtención de
beneficios.
Dos ejemplos más de uso del mismo concepto pueden verse en el número del 12 de junio de 1978 de Time y en el de mayo-junio de 2012 de la revista de la Asociación
de Farmaceúticos británica.
El semanario conservador The Weekly Standard le tiene gusto a la metáfora que ha llevado a su portada en enero de 2013 con con Obama y su banda como culpables y, en marzo de 2014, a una tapa sobre la reforma sanitaria. Mucha burocracia por todas partes.
La inutilidad de los cambios superficiales que proclama
nuestro castizo “aunque la mona se vista
de seda mona se queda” suele asimilarse en inglés a pintarle los labios a
un cerdo: “to put lipstick on a pig”.
Y eso es lo que hizo el editor de la revista “Information Week” en julio de 2006 para ilustrar un reportaje
sobre la remodelación de los aplicativos de gestión que es habitual llamar ERPs (Enterprise Resource Planning). No
hemos tenido ocasión de leer el artículo, pero parece que la opinión de la revista
es que los cambios que se comentaban no eran tan profundos como invita a deducir el
titular.
Pero no hay que cebarse, porque aunque la cerdita de la
portada del número de “The New Yorker”
de octubre de 2009 indudablemente hace un guiño a la expresión lingüística, esa no es la clave interpretativa del mensaje. La ilustración
de John Cuneo hacía referencia a la
caída de afluencia en el transporte público neoyorquino a causa del temor al
contagio de la entonces atemorizante “gripe porcina”. Así que la coqueta
cochinita está ahí en representación de los “vectores” de esa enfermedad que
trajo en vilo a las autoridades sanitarias en 2009 (obsérvese que el titular
del periódico que lee el commuter de
la derecha dice “Ya está disponible la vacuna para la gripe porcina”).
Con los citados antecedentes lingüísticos, no deja de ser
pintoresco que la política republicana Sarah
Palin se calificara a sí misma durante la campaña de 2008 para elegir el candidato de su partido como un “pit
bull in lipstick”. Y el semanario “River
Front Times” editado en la ciudad de San
Luis (Missouri) no desaprovechó la ocasión de llevar a su portada esa expresión a cuyo efecto parodió
una creatividad utilizada en por 1968 por Esquire
para colocar en su cubierta a Nixon.
La idea era enfatizar la importancia del aspecto, un detalle que los analistas consideraron
la clave de su derrota en el debate televisado que sostuvo con Kennedy en la elecciones de 1960. El
titular era: “La última oportunidad de
Nixon (esta vez será mejor que luzca el aspecto adecuado)”.
Hay que ver como trabaja el subconsciente, porque nos da la impresión de que la famosa pifia de Nixon debe estar detrás de que se nos haya ocurrido colgar este apunte precisamente pocos días después del "cañetazo". Completamos la secuencia de imágenes inspirada por la creatividad de George Lois con una variante del concepto que Newsweek aplicó a Lincoln en su número del 22 de octubre de 2010 más la cubierta de Adweek de septiembre de 2012.
Hay que ver como trabaja el subconsciente, porque nos da la impresión de que la famosa pifia de Nixon debe estar detrás de que se nos haya ocurrido colgar este apunte precisamente pocos días después del "cañetazo". Completamos la secuencia de imágenes inspirada por la creatividad de George Lois con una variante del concepto que Newsweek aplicó a Lincoln en su número del 22 de octubre de 2010 más la cubierta de Adweek de septiembre de 2012.
Volvemos a la publicación neoyorquina cuyas portadas tanto nos gustan. En este caso
les vamos a pedir que especulen sobre la existencia de alguna similitud entre
los mensajes protagonizados por Obama
en las dos que siguen, fechadas en diciembre 2008 y enero 2013.
Pues
no, no están relacionadas salvo por el protagonista, el personaje que más veces
se ha asomado a la portada de este semanario con bastante diferencia sobre George Bush. Hay que tener en cuenta
que la representación de personajes públicos no se hizo habitual en esta publicación, cuyo primer
número data de febrero de 1925, hasta los años 90 (hay alguna rara excepción anterior).
La primera cubierta hace relación al cuidadoso proceso de selección de mascota que hizo la familia presidencial cuando se trasladó a la Casa Blanca, mientras que la segunda ilustra la expresión “herding cats” (pastorear gatos) que se utiliza en inglés para referirse al intento de controlar algo caótico, en este caso el enfrentamiento entre demócratas y republicanos sobre el llamado “abismo fiscal”, el enorme déficit que la administración pública estadounidense parece incapaz de moderar.
La primera cubierta hace relación al cuidadoso proceso de selección de mascota que hizo la familia presidencial cuando se trasladó a la Casa Blanca, mientras que la segunda ilustra la expresión “herding cats” (pastorear gatos) que se utiliza en inglés para referirse al intento de controlar algo caótico, en este caso el enfrentamiento entre demócratas y republicanos sobre el llamado “abismo fiscal”, el enorme déficit que la administración pública estadounidense parece incapaz de moderar.
Una
última expresión mucho más conocida aún por quienes no tienen gran dominio del inglés es “is raining cats and dogs”, que equivale a nuestro llover a cántaros. A continuación podemos ver como
también ha sido representada con una ilustración de Harry Brown en esta revista tan aficionada a las portadas
lluviosas, un detalle que documentaremos otro día.
Adenda 6/2014: hemos encontrado en nuestros archivos un interesante ejemplo del cliché "acicalando al candidato" en un número de 1992 de la revista argentina "La Urraca". Una versión protagonizada por Carlos Saul Menem.
Adenda 2/2016: otra diferente apelación al cerdo es la de la muy Bond portada del semanario británico The Week del 20 de setiembre de 2015, donde su presencia está motivada por el uso que hace el inglés británico de porkies como sinónimo de mentiras. Este es uno de los términos más conocidos del londinense rhyming slang cuyo mecanismo de formación de sustitutivos de palabras se basa en buscar una pareja que rime, en este caso es porky pies (pasteles de cerdo) quien rima con lies, para luego realizar la sustitución precisamente con la que no rima. O sea, porky, en plural porkies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario