lunes, 22 de junio de 2015

Cuando la inspiración procede del arte LVII bis: el Laocoonte


El conjunto escultórico del Laocoonte es una de las obras del arte clásico más famosas y lo es, no solo por su singular plástica que es modelo de la representación del dolor, sino porque, además, ha vivido una singular peripecia histórica. 

Conocida su existencia por la descripción que hizo Plinio el Viejo en su obra Naturalis Historia donde ya deja constancia de su autoría ("Atanodoro hijo de Hagesandro, Hagesandro hijo de Peonio, Polidoro hijo de Polidoro, rodios, hicieron"), no es difícil entender la conmoción que causó su descubrimiento el 14 de enero de 1506 en una viña cercana a la basílica romana de Santa María la Mayor, en un terreno que había ocupado el Palacio del Emperador Tito donde precisamente la había contemplado Plinio hacia el año 70. Y es que se trataba de la única gran escultura griega conocida de la que no sobrevivía ninguna copia.

La muerte de este sacerdote de Apolo juntos a sus hijos (aunque en alguna versión tan solo perece uno de ellos) fue narrada por varios autores griegos y romanos. Destaca entre esos relatos el realizado por Virgilio en la Eneida (29 a. C.) cuando hace que sea el propio protagonista Eneas quien cuente a Dido la estremecedora escena: «Dos grandes serpientes surcan al mar; elevan sus pechos entre las olas y asoman en el agua crestas de sangre. Certeras, avanzan contra Laocoonte; primero, se enroscan en los tiernos cuerpos infantiles y, a dentelladas, devoran sus pobres miembros; se abalanzan después sobre aquel, que acudía a socorrerles, y aprisionan su cuerpo en monstruosos anillos; en dos vueltas lo agarran, rodeando el cuello con sus cuerpos de escamas y sacando por encima la cabeza y las altas cervices. Él pugna por desatar los nudos con las manos, con las vendas manchadas de sangre seca y negro veneno, mientras lanza al cielo sus gritos horrendos».

Este castigo enviado por los dioses suele atribuirse a la profanación que supuso tratar de destruir un regalo a la deidad, pues fue Laocoonte quien alertó a los troyanos de que el famoso caballo abandonado a las puertas de su ciudad podría ser una trampa. Para la historia ha quedado su frase Timeo Danaos et dona ferentes (desconfío de los dánaos – los griegos – incluso cuando traen regalos). Y fue inmediatamente después de que lanzara unas antorchas en llamas para tratar de quemarlo cuando las serpientes Caribea y Porce emergieron de las aguas para cumplir su siniestro mandato.  

Cuando este marmóreo conjunto fue descubierto le faltaban los brazos derechos de Laocoonte y de uno de sus hijos así como la mano derecha del otro hijo y algunas partes de las serpientes. De su estado en ese momento dan testimonio los grabados de Giovanni Antonio da Brescia como el conservado en el Museo Británico cuya imagen adjuntamos (adviértase la inversión especular de la imagen respecto al original). 

Una primera restauración realizada por Bandinelli representó el brazo doblado pero fue modificada en 1532 por Giovanni Angelo Montorsoli que colocó el brazo de Laocoonte estirado. Entre los que criticaron esa decisión se encontraba Tiziano que realizó una parodia protagonizada por monos que ya hemos traído a este blog en un antiguo apunte dedicado a la Mona Lisa.


Tras diversas peripecias restauradoras que sería prolijo detallar, en 1905 se produjo una afortunada casualidad cuando el arqueólogo Ludwig Pollack identificó el brazo original entre los materiales de un taller de escultura próximo a la antigua Via Labicana. Se confirmaba así lo incorrecto de las restauraciones con el brazo estirado. Sin embargo, este no sería modificado hasta 1957 en una intervención realizada por Filippo Magi que dio a la escultura su actual aspecto, que comparamos en la doble imagen que sigue con su configuración anterior.


El aspecto actual es el reproducido en la humorística composición de Robert Blechman que fue portada de la revista The New Yorker del 17 de diciembre de 1970 en la que son las cintas de los paquetes navideños las que ocupan el lugar de las serpientes. ¡Esa Navidad cada vez más comercial!



Blechman reciclaría esa ilustración en 2007 para titularla 'Support Our Troops' (apoye nuestras tropas). No se dejen engañar por el título y vean lo que hace la cinta rotulada con ese lema de apoyo que criticaba la intervención en Irak en el marco de la exposición 'Artist against the war'.

Es curioso constar como es el antiguo aspecto el que prevalece en otros modernos uso periodísticos de la famosa composición escultórica. En el número de Newsweek del 28/1/1974 es una cinta magnetofónica la que enreda a un Nixon ya muy cuestionado entonces por las grabaciones realizadas para espiar a su rival en la carrera presidencial en el escándalo conocido como Watergate que le obligaría a dimitir. A su lado hemos colocado otra caricatura de la época de similar simbolismos que aunque no tenemos datada con precisión creemos que fue la inspiradora de esa portada de Newsweek.


En The New Yorker hay una segunda portada en la que, en un papel compartido con otros conocidos monumentos, también está presente la escultura que hoy repasamos. Se trata de la realizada por Arthur Getz para el número del 24 de junio de 1972 que mostramos a continuación. 


En la tapa del semanario Der Spiegel del 28/08/1995 es el cable que lleva la señal de televisión a los hogares el que atrapa a algunas de las estrellas alemanas del momento con objeto de ilustrar la feroz competencia entre las cadenas.

También es llamativo que ya en 1961 el influyente semanario británico The Economist había utilizado la imagen del grupo escultórico como como metáfora de la que llamaba "Economía Laocoonte" por las "agónicas contorsiones" que según se apuntaba al parecer sufría constantemente entonces la británica.


 

 


Angela Merkel es una de las atrapadas por la serpiente de dinero de la portada del nº 6 del año 2000 de la revista satírica alemana Eulenspiegel.

The New Republic representó en abril de 2009 a Barack Obama como el atacado sacerdote de Apolo aunque sin la compañía de sus hijos. Pero las que son realmente escasas son las recreaciones fotográficas. Que se haya convertido en portada, solo conocemos la publicada en 1977 en la revista alemana Pardon que puede verse a continuación. Debajo mostramos la versión del artista chino Shi Guowei.



La famosa obra cuenta con referencias en prensa tan antiguas como la caricatura de Honoré Daumier representativa de la situación política de Europa que fue publicada en el diario satírico parisino Le Charivari el 6 de abril de 1868 dentro de la serie Actualités. En el centro, Gran Bretaña aparece representada en lucha con el nacionalismo irlandés, los llamados fenianos, Italia está atrapada por la llamada 'Cuestión romana' (la pugna del gobierno italiano con el papado sobre el poder temporal de la Iglesia), mientras que la tercera figura se encarga de representar los problemas de oriente.

Proseguimos con la ilustración de Henry Meyer para la portada de “Le Petit Journal” del 25 de octubre de 1896 en que la atenazante serpiente es “La nariz de la Triple Alianza” (Alemania, Austria e Italia). Ahí si es correcta la colocación del brazo en alto porque así lucía la escultura entonces.

Anterior, de 1879, es la pieza de Rafael Bordalo Pinheiro (1846-1905) publicada en "O António Maria". En ella el rey Luis I de Portugal junto a sus primeros ministros Anselmo José BraamcampAntónio Maria de Fontes Pereira de Melo son torturados por cuestiones como el Tratado de Lourenço Marques, el ferrocarril de Aveiro a Salamanca o la hidra de la anarquía.



Proseguimos con la versión Franz Jüttner para el nº 12 del año 1900 de la revista alemana Lustige Blätter en que los componentes del grupo escultórico se ríen, acompañados por la Venus de Médici y el Hércules Farnesio, de la Lex Heinze que  modificaba el Código Penal del Reich para censurar la representación pública de actos "inmorales", entre los que se incluían los desnudos de las obras de arte.



Algunos años más adelante fue la revista norteamericana Life la que llevó a su portada del 31 de enero de 1907 una ilustración de William H. Walker con una recreación del famoso grupo escultórico.

Puck (14/5/1913) utilizó algunos años después bolas de béisbol para dar forma a una serpiente que enredaba a unos jugadores marcados con el símbolo del dólar y que portaban unos, para la época, muy jugosos contratos de 8.000, 10.000 y 12.000$. El pie de la ilustración de Louis M. Glackens explica irónicamente que “ninguna otra categoría de trabajadores siente la presión de un demoledor monopolio más que nuestros mal pagados y sobreexplotados jugadores de béisbol” (“no class of labor feels the grip of grinding monopoly more than our underpaid overworked ball-players”).

Un par de años antes esta misma revista ya había publicado otra parodia de la famosa escultura protagonizada por el Tío Sam acompañado de dos personajes identificados como "Business" y "Labor", o sea empresarios y trabajadores, enredados por serpientes rotuladas como "Tariff Uncertainty" (incertidumbre tarifaria). con un Capitolio convertido en americana Acrópolis como fondo.


Grecia es la víctima de la "Entente" en la ilustración sin firma "Un moderno Laocoonte" publicada en 1916 en la revista alemana Der Wahre Jacob (en español, "El verdadero Jacob").


Concluimos, por hoy, dando un gran salto en el tiempo para ver la tapa del cómic "Odisea en Iberia" de Paco Nájera, nº 3 de la serie Tartessos publicado por editorial Almuzara en junio de 2007.







Adenda 4/2016: el recopilatorio The Week llevó a su portada del 22 de febrero una versión singular con un solitario Tsipras, por cierto que con una imagen bastante poco conseguida, haciendo frente en solitario a la troika Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo.





2 comentarios:

  1. Realmente fue un recorrido de lo trascendental que posee una obra de arte, de qué manera podemos identificar en cualquier época o lugar, la tremenda posición que juega el poder y la ambición. Muchas gracias.

    ResponderEliminar