lunes, 8 de junio de 2015

Cuando la inspiración procede del arte LVI: grabado japonés (sin oleaje) [1]


El gran icono que occidente ha tomado del arte japonés para reutilizarlo hasta el abuso es La gran ola de Kanagawa (c.1830) de Katsushika Hokusai. Pero las creaciones del grabado nipón a las que los connaisseurs se refieren como ukiyo-e también han inspirado algunas otras interesantes reelaboraciones. Y como en esta serie que va por la 56ª entrega (que en realidad es la 57ª porque esta historia realmente nació aquí, aun sin numeración ordinal) todavía no hemos acabado de repasar el uso que ha hecho la revista The New Yorker de reconocidas obras de arte, la gran ola tendrá que esperar para otro día. 

Así es que hoy vamos a fijarnos en la ilustración de J.B. Handelsman titulada “La rueda Pinchada” (“The flat tire” como puede leerse en la propia gráfica) que fue portada de la revista neoyorquina en febrero de 1989. En esa ocasión el artista consideró oportuno dejar patente junto a su firma la identidad del imitado porque esta obra no es tan reconocible para el público en general. El inspirador fue Kitagawa Utamaro (1753 - 1806) quien está considerado uno de los mejores intérpretes del ukiyo-e y es particularmente conocido por sus composiciones femeninas conocidas como bijingas. En este caso se trata de la titulada “La hora de la serpiente” que pertenece a la serie “Doce horas en las Casas Verdes” (entiéndase casas de placer; para ver y saber más sobre la misma pinche aquí y si tiene más tiempo aquí). Ahí va la comparativa:


La peculiar plástica del grabado japonés ha vuelto a comparecer en otras portadas de nuestra admirada revista, como podemos ver en el número del 9 de febrero en el que se hacía referencia a la inminente Olimpiada de Invierno de Nagano, o la de marzo de 2002 que incluía una alusión a la pujanza de ciertos productos de la industria japonesa. Advertirán la presencia de Pikachu quien ya había protagonizado algo más de dos años antes una cubierta realizada por Harry Bliss [2] bastante explícita con la caja que esa creación nipona estaba haciendo en Estados Unidos.


En el caso que ahora nos ocupa el autor de la ilustración es 
Christoph Niemann quien tuvo el detalle de japonizar su firma. Esta adaptación es un rasgo creativo que merece una entrada específica, nos lo apuntamos, y en el caso de este artista se trata de una marca de la casa como podemos comprobar en el último número que acaba de publicar The New Yorker, el fechado 8 y 15 de junio de 2015 donde plantea una contrapicada visión de una escena playera cuya perspectiva reproduce en su firma (2).

Una última portada del semanario TNY inspirada en el arte japonés es la realizada por Bob Knox para el número del 3 de febrero de 1992 en la que representó los copos de nieve con kanjis.

Volviendo a Hokusai, resulta destacable la reinterpretación de su xilografía “Viajeros sorprendidos por una brisa repentina en Ejiri” (1829-1833) perteneciente a la serie “Treinta y seis vistas del monte Fuji” que fue realizada por Jeff Wall. Una "instalación" (está retroiluminada) que lleva por el título “Un repentino golpe de viento al estilo de Hokusai” (1993) y forma parte de la colección permanente de la Tate Gallery (más sobre esa obra).



Tenemos que reconocer que nuestra colección de portadas apenas incluye ejemplos de arte japonés (o japonizante) con la ya citada salvedad de la “La gran ola de Kanagawa”. Una excepción es la cubierta de Time fechada el 30 de marzo de 1981 en la que un samurái cargado de toda una panoplia de productos “made in Japan“ ilustraba un análisis sobre la competitividad japonesa que llevaba el título “¿Cómo lo hace Japón? El competidor más duro”. Eran otros tiempos y los llamados tigres asiáticos todavía no habían mostrado su poderío.



Como ejemplo adicional de uso del estilo artístico que estamos repasando incluimos el número de julio de 1971 de la revista francesa Pilote cuya portada fue rotulada por su autor con la irónica nota “colección particular Gotlib”. En este caso se trata de una recreación de la obra de otro famoso artista japonés de la Época Edo de la que adjuntamos un detalle que mejora un poquillo la muy deficiente calidad de la imagen de la portada completa que tenemos. A ver si al menos puedan leer la broma del ilustrador. Aquí las imitadas son las representaciones realizadas por Katsukawa Shunshō de la caracterización del actor Ichikawa Danjūrō en su interpretación del personaje Kamakura Gongorō Kagemasa en una de las piezas más famosas del teatro kabuki que lleva por título Shibaraku. Las que siguen son algunas de las creaciones del artista imitado que pudieron servir de inspiración al ilustrador galo.


Son escasas las viñetas humorísticas que se inspiran en el arte japonés, pero bien pude servir como ejemplo la realizada en 2010 por el suizo Burki con motivo de algunos problemas que entonces atravesó Toyota.

Otros ejemplos de plásticas de estilo japonés aplicadas al cómic occidental son la portada creada por Andy Lacko para el número de marzo de 1984 de Heavy Metal o el Wolverine imaginado por Alina Urusov para la colección de variantes de este personaje publicadas por Marvel en 2009 aplicándole muy diversos estilos artísticos (ver la serie).

 

Las imágenes eróticas son frecuentes en ese tipo de manifestaciones artísticas. Por ello no es raro que The Erotic Review inspirara una de sus tapas, concretamente la de abril de 1999, en ese característico estilo.

Otro caso más de una obra de ukiyo-e llevada a la portada de una conocida publicación occidental, pero en esta caso sin ninguna alteración, es la ilustración por Utagawa Yoshifuji (1828–1887) del llamado espíritu jôi (“expulsar a los bárbaros”). Este arraigó en Japón tras las imposiciones que siguieron a la "visita" del comodoro Perry al mando de una flota ocurrida en 1854 y su representación fue utilizada en agosto de 1980 por The Economist para enfatizar como sacudían (jolt) entonces los mercados occidentales los productos nipones.


Pero no es la única vez que la característica plástica del arte japonés se ha asomado a las portadas de este semanario británico. Añadimos otros dos ejemplos, uno precedente (febrero 72 ) y otro posterior (octubre 86). 


Una muestra del cierto grado de popularidad del ukiyo-e en Norteamérica es la repetida presencia de obras de ese estilo en el festival "Pageant of the Masters" que se celebra desde 1933 en Laguna Beach (California). En los veranos de esa pequeña localidad un pelotón de entusiastas voluntarios se afana en representar en "lienzos vivientes" un variado repertorio de obras de arte. Vean para finalizar algunos de los ejemplos a los que hacíamos referencia junto a los correspondientes originales.

"Luna en la casa de recreo" de Toyohara Chikanobu



"Jardín Nevado" de Toyohara Chikanobu





[1] Habría quedado chulo dedicar esta entrada LVI a la revista francesa LUI, pero ya les hemos enseñado aquí y aquí la portadas de esa publicación inspiradas en conocidas obras de arte de las que tenemos conocimiento. Nos faltó paciencia.


[2] Ilustraciones aclaratorias:





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