domingo, 7 de julio de 2013

Batiburrito 188


Ya saben lo que pasa con el mal de muchos. Así que para consuelo de nuestros lectores menos inteligentes, que algunos tendrán que ser (ya les tenemos dicho que no somos políticamente...), vamos a traer desde Gijón un ejemplo de como en asuntos de arte hay mucho copieteo. Si ya hemos visto esta semana como se practica con la propia obra, cuanto más con la ajena. Incluso en las supuestamente frescas y espontáneas creaciones de los artistas urbanos.

Hay que reconocer que la escalera que se adentra en el gijonés barrio de Cimadevilla desde la calle Claudio Alvargonzález ha ganado mucho desde que alguien la convirtió en la "Stairway to Heaven". Pero tenemos que reconocer que nos recuerda demasiado a las que llevan el nombre de Holsteiner en la ciudad alemana de Wupertal. Una urbe famosa por su monorrail en el que se produjo el único intento de suicidio llevado a cabo por un elefante del que hay registro. La citadas escaleras fueron decoradas entre 2006 y 2008 por el artista Hort Glaesker y se comparan, como ilustra la siguiente imagen, con el antes y el después de las astures cuyo autor desconocemos (si tienen ese dato, ya saben:  sofi7vetustideces@gmail.com. Muy agradecidos por adelantado).


Unas imágenes más detalladas nos permiten apreciar que mientras que las de Wupertal lucen diversas palabras en alemán (lista completa, en inglés, aquí) como celos (eifersucht), humillación (kränkung) o mal de amores (liebeskummer), las que tenemos más próximas llevan inscritos nombres de álbumes musicales, comenzando por el punk "Never Mind the Bolloks. Here´s the Sex Pistols".


En esto de la autoría ocurre que unas veces tan poco, así que no hemos encontrado la firma del artista gijonés, y otras veces tanto. Porque lo de la plaquita avilesina en el puente de San Sebastián con la autoría del rimbombantemente denominado "proyecto cromático" nos parece un exceso. Máxime cuando no se tiene la deferencia de citar al creador de la estructura que se replicó en la reconstrucción de 2007, el ingeniero Francisco Writz que a nosotros nos parece que algo más aportó al paso de la ría.


Además, la idea tampoco es que sea una genialidad nunca vista:

Miño (Galicia), Magonge (Taiwan), Villa Carlos Paz (Argentina) y  Rainbow Bridge de Tokyo
Un poco más de arte callejero. El estarcido (en inglés stencil) es una técnica muy utilizada por los artistas urbanos por la rapidez con que permite "colocar la obra", con lo que minimiza las posibilidades de ser pillado. En uno de lo primeros apuntes de este cuaderno hicimos acopio de algunos de los que pueden encontrarse en las calles de Oviedo. Añadiremos hoy otro que pone de manifiesto que si los artistas académicos practican copiando a los clásicos en los museos, los urbanos se forman, lógicamente, aplicándose sobre las obras de los grandes monstruos de su especialidad, como es el británico Banksy. En este caso con la "Balloon girl" cuya copia se vendió en 37.200 libras.

"Balloon Girl" de Oviedo (calle Lorenzo Abruñedo) y la primera de las realizadas por Banksy en el South Bank de Londres
Un atento lector nos han facilitado la imagen de otro estarcido que complementa tanto nuestra reciente entrada "Los cerdos de Oviedo (y alrededores)". Tratándose de un representado ovetense no permitirán admitir Alicante como alrededores, como en el algo anterior apunte "Asturianos por el mundo (versión en efigie)".


Aprovecharemos para añadir a la colección de cerdos ovetenses otras creación realizada con técnica de spray que bien podría ser aprovechada por nuestro alcalde para adelantarse a Noreña en un posible hermanamiento con Indianápolis que, desde esta tribunilla, ya tenemos sugerido a los mandamases de la villa chacinera.

Transformador del barrio de Villafría
Cambiamos de asunto para la curva final de hoy. No es malo saber quien está detrás de los productos y servicios que utilizamos, como ya les ilustramos en su día sobre con quien se las gastan cuando vuelan con Ryanair. Hoy vamos a proporcionarles un vínculo al vídeo (en inglés) que ha colgado en su blog John McaAfee, el creador del antivirus homónimo, aunque hace más de 15 años que este extravagante personaje está desvinculado de la empresa que fundó. Añadimos una imagen para incitar a quienes un bajo dominio de los idiomas foráneos haya desanimado de pinchar el enlace anterior. Un personaje este McAfee.


Concluimos este revoltijo dominical con otro empresario excéntrico, el fundador de la marca Oakley conocida sobre todo por sus gafas, aunque su primer producto fue una empuñadura para manillares de bicicleta. En este caso bastarán unas imágenes de las instalaciones californianas de la empresa, en las que puede ser invitado a esperar en un asiento eyectable (eso sí, desactivado). Y si les cae especialmente bien incluso podrá gozar de un paseo por el entorno a bordo del carro de combate Oakley 453 para acabar de comprobar que todo eso no fue obra de un mortal común. Y sepan que James Jannard también está desvinculado de la empresa a la que puso el nombre de su perro, desde que la vendiera en 2007 por algo más de 2.000 millones de dólares.



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