domingo, 1 de junio de 2014

Cuando la inspiración procede del arte IV: 'La danza'' de Matisse


Volvemos al semanario 'The New Yorker', que nos sirvió de inicial guía para esta serie, en busca de unos buenos ejemplos del diferente grado de fidelidad a una misma obra que cabe utilizar cuando se recrean conocidos iconos artísticos. Si en la portada de mayo de 1942 realizada por Christina Malman cabe ver una evocación de "La danza" de Matisse en la celebración de un “árbol de mayo” (1), donde ya se hace una muy explícita referencia al original es en la cubierta de octubre de 1992. Para marcar la diferencia la ilustradora Andrea Royo recurrió a sacar a la quinta bailarina del cuadro para lanzarla sobre un sofá.


Para facilitar la comparación adjuntamos imágenes tanto de “La danza I” (1909) conservado en el MoMa, que es la versión tomada como modelo, como de “La danza II” (1910) que se exhibe en el Hermitage de San Petersburgo.  La primera, como bien pone de manifiesto su menor grado de detalle, es un estudio preparatorio del encargo recibido por el artista francés para decorar la mansión moscovita del empresario y coleccionista de arte ruso Serguéi Schukin, composición que  finalmente plasmó en la obra que ahora se exhibe en el Hermitage

Una de las recreaciones del arquetipo creado por Matisse que ha alcanzado mayor popularidad es la realizada en 1974 el artista pop Roy Lichtenstein en su cuadro titulado “Artist's studio - The dance”. El propio Lichtenstein volvió en 1994 sobre la misma fuente de inspiración en otra obra llamada "Tintin leyendo" (mientras le lanzan un cuchillo, añadimos) que ha sido utilizada como portada en diversos libros sobre el famoso personaje de Hergé. 


También Disney ha incluido esta obra entre las que ha recreado con sus personajes. En este caso los encargados fueron los enanitos de Blancanieves cuya danzante composición se ha comercializado dentro de la colección de pines esmaltados.

La obra pictórica de Matisse fue objeto de un interesante ejercicio de "doble apropiacionismo" realizado por Larry Rivers. Este precursor del arte pop combinó dos de los cuadros más famosos del líder del fauvismo, "La danza" y "Armonía en rojo (El postre)" (1908), en su cuadro "Dejà vu y la habitación roja: doble retrato de Matisse" (1996).

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Una curiosidad de la obra de Rivers es que en ella la figura femenina se convierte en un alter ego del propio artista como puede verse en la siguiente comparativa que hemos tomado prestada de "Every Painter Paints Himself". Sigan el vínculo para encontrar más explicaciones (en inglés) sobre ese cuadro.


A continuación pueden verse otros dos ejemplos de la influencia de "La danza" en la obra de Larry Rivers:


El artista americano Seward Johnson ha recreado escultóricamente diversas pinturas famosas entre las que no falta "La danza". Su versión titulada "Day dream" puede contemplarse en el jardín-museo "Grounds for sculpture" que este acaudalado heredero (Johnson & Johnson) se encargó de promover en unos terrenos situados en Hamilton (New Jersey), a una hora de tren de Nueva York. Aclaremos que el personaje tumbado no es un espontáneo sino que forma parte de la visión del concepto por parte de Johnson. Debajo otras versiones escultóricas de 'La Danza' en el Jardín Botánico de Río de Janeiro y en el Parque  de esculturas de Churt (Surrey, Inglaterra). 


Pero quizá la interpretación más peculiar de la composición de Matisse sea la realizada en 2010 por el artista vietnamita Nguyen Xuan Huy.


Una interesante recreación fotográfica es la realizada en 2009 por el francés Gérard Rancinan que es autor de numerosas reinterpretaciones de clásicos del arte (enlace a su serie titulada metamorfosis). Debajo la versión de 2005 de Leonard Nimoy, el actor universalmente conocido por ser el intérprete del vulcano Mr. Spock de Star Trek, perteneciente a su serie 'The Full Body Project'.


También el arte urbano ha buscado inspiración en la famosa creación de Matisse. El francés Jérôme Mesnager que compone sus obras con unos característicos "personajes blancos" los puso a bailar en corro en una medianera de la calle parisina Ménilmontant, en el edificio que hace esquina con la Rue Sorbier. Pueden encontrar más información en español sobre este artista en el siguiente enlace. La obra que nos ocupa asímismo ha tenido uso publicitario como vemos en un anuncio de los lapiceros Faber Castell realizado en 2002 por la agencia brasileña Giovani Fcb.

 

Con todo, a diferencia de lo que veíamos con Picasso, no son muchas las ocasiones en las que los creativos han recurrido a la obra de Matisse. Una excepción podía encontrase en el enlace que insertábamos en la entrada precedente a una campaña del accesorio de cocina KitchenAid  (agencia DDB Brasil) que incluye una pieza basada en el cuadro "La Música" (1939). Hoy les traemos la comparativa:


Cambiamos de territorio creativo para constatar que pocas obras de arte pueden presumir de haber servido de base para el diseño de marcas. El logotipo utilizado desde 2002 por la Fundación Telluride radicada en Colorado tiene una inequívoca inspiración en la representación del tradicional corro realizada por Matisse. Esa imagen de marca que fue descaradamente plagiada en un símbolo utilizado en el carnaval de Salvador de Brasil de 2004 también suele considerarse una fuente inspiradora del símbolo de la Olimpiada de Rio de Janeiro 2016. Aprovechamos para recordar que las formas del símbolo de la próxima cita olímpica están inspiradas en las del famoso Pão de Açúcar. Pero la cuestión de los logosímbolos-corro da para un apunte propio por lo que, una vez que nos hemos alejado bastante de hilo argumental de las portadas, vamos a dejarlo por hoy aquí.





PS - No es "La Danza" un cuadro, aparentemente, muy susceptible de servir de base para viñetas satíricas, pero Dave Brown  demostró el pasado mes de julio que prácticamente no hay obra de arte a la que no sea capaz de sacarle partido. En su versión Tony Blair baila junto a otros políticos británicos mientras proclama en relación al líder laborista Jeremy Corbyn: "¡Ignoradle!, si queréis llegar a algún sitio debéis seguir moviéndoos hacia la derecha".

Cabe señalar que en 2010 el dibujante suizo Raymond Burki ya había utilizado el concepto con un corro también de políticos, en aquel caso formado por los candidatos a la presidencia del Consejo Federal Helvético. 

Como antecedente bien veterano cabe traer la ilustración publicada en La Vie Parisenne del 8 de octubre de 1910 en que se convertía a un licor en el desencadenante del jolgorio. 

 

Algo de humorísticas tienen las composiciones del fotógrafo Ed Wheeler que tiene la costumbre de infiltrase vestido de Papá Noel en famosos cuadros (enlace a la colección). Finalizamos este extenso añadido con una serie de versiones animales: la realizada con patos por el colectivo alemán interDuck, con jirafas en caso de Thaïs Vanderheyden y formada por danzantes conejos en la creación de Shae Syu.

 




(1)  El "árbol de mayo" no es un motivo infrecuente en “The New Yorker” como puede comprobarse en los siguientes ejemplos correspondientes a los años 1936, 1941, 1987 y 1994.






Adenda 4/2020: después de mucho tiempo sin añadir nada a este apunte, David Sipress aporta desde la revista The New Yorker una versión adaptada al distanciamiento social impuesto por la Covid-19.


Añadimos también la versión de Félix Meynet perteneciente a la colección de 62 recreaciones de clásicos titulada 'Détour a Musée' (FABard Editions, 2019).



Adenda 6/2020: la revista brasileña Piaui presentó en su portada de junio una macabra versión realizada por el muralista Pomb





Adenda 3/2021: Thales Pomb aporta una armada segunda parte de su macabra versión de 'La danza' para la portada de la revista Piauí de marzo.






Adenda 12/2022: El dibujante australiano David Pope aporta una "Danza de los millonarios" desde el diario Herald Sun del 14/12/22.





Adenda 10/2023: JMª Nieto creó una singular versión ministerial para ilustrar El ministerio de la Soledad y del Fornicio [acceso restringido a suscriptores] de Karina Sainz Borgo.





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