La omnipresencia de los adornos navideños en estos días nos ha incitado a sacar del disco duro algunas portadas relacionadas que dan pie a realizar la cuarta entrega del hilo dedicado a la revista Playboy, un asunto que tenemos abandonado desde el apunte publicado en el mes de setiembre.
Para bien o para mal la Navidad está llena de clichés y las revistas difícilmente consiguen sustraerse a los mismos. Una forma de combatirlos puede ser crear un estereotipo propio y así es como la edición española de ELLE lleva a su cubierta por sexto año consecutivo alguna famosa vestida con cristales de Swaroski. Este año la decorada ha sido la actriz Eva Longoria, novedad que aprovechamos para actualizar la colección que ya hemos comparado con otras vítreas vestimentas en la segunda entrega del serial hoy retomado.
Por su parte, nuestro intensamente escudriñado Playboy tan sólo ocasionalmente ha hecho referencia a la Navidad en sus portadas del último mes del año (una colección de la edición Usa puede verse aquí). No podían faltar en ellas las "Mamás Noël" a las que se recurrió con frecuencia en los años setenta tal y como podemos comprobar a continuación (números de diciembre 70, 72, 77 y 82).
Que mal se comparan esas creatividades con portadas tan elegantes como la adjunta de Vogue publicada en los años veinte del siglo pasado.
Volvemos a los sesenta para ver otra creatividad utilizada por Playboy en 1966 que fue repetida con Brooke Shields veinte años después. El primer claro reciclado del que dejamos constancia hoy.
Nuevamente vamos a recurrir a la revista Hustler como contrapunto demostrativo de que toda creatividad admite una versión chabacana. Vean las bolas colocadas en el número de diciembre del 77 al estilo propio de la publicación fundada en 1974 por Larry Flynt.
La rivalidad con la creación de Hugh Hefner también llegó a sus portadas como vemos en la que en julio de 1975 lucía un simbólico conejo tiroteado (también hay un recado para Penthouse cuya identitaria llave porta en la boca la pisoteada tortuga ) o la de abril de 1978 en la que aunque el conejo ilustra la referencia a la comercialización de la Pascua está destinado a ser interpretado en una doble clave.
Resulta interesante apuntar, de paso, la curiosa fijación que ha mostrado esta publicación en la representación de crucifixiones .
Otro ejemplo reciente del intencionado uso del conejo de Playboy en las portadas de sus competidores se produjo en la edición portuguesa de Penthouse del pasado mes de abril. Con ello hacía referencia a que Liliana Queiroz, la desnudada ese mes, había sido también protagonista en la competencia, un hecho que se reforzaba mostrándola en una pose que hacía un guiño a la que había sido utilizada como portada por su rival en setiembre de 2009.
Los deportes de invierno son un motivo bastante socorrido en las portadas invernales y, como es habitual, algunas imágenes han sido reutilizadas en diversas ediciones nacionales. Así ocurrió en el numero español de febrero de 1980 que reprodujo la creada para la versión alemana de un año antes, pero ya sin ocultar la marca de las botas inicialmente desaparecida quien sabe por qué razones comerciales. La pose en "schuss" volvería a las cubiertas de la revista en el número eslovaco de febrero de 2013.
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