El número de noviembre de la edición rusa de Playboy presenta en su portada a Valeriya Kovalenko con una de las creatividades que
han sido mas explotadas para crear tapas de revista: la aparición rompiendo esa
frontal página. Y como coincide que Penthouse
también ha recurrido en noviembre en su edición australiana a ese mismo concepto, hemos decidido aprovechar para dar un repaso al uso de este cliché.
Comenzamos recordando que la edición original de la revista fundada a finales de los cincuenta por Hugh Hefner ya había recurrido a esa idea en agosto del 65 en que una bastante discreta Jo Collins hacía acto de presencia atravesando el famoso logosímbolo del conejo.
La edición brasileña le hizo a la uruguaya Larissa Riquelme una doble tapa de esa tipología en septiembre de 2011 e un número que incluía unas gafas bicolor con las que intentar ver en 3D algunas imágenes creadas exprofeso ello, una técnica bastante frustrante que esta publicación ha incluído en varias de sus ediciones sin demasiado éxito. Si conserva por casa algunas de esas gafas puede intentarlo con la versión 3D de la salida por la portada que adjuntamos.
La edición brasileña le hizo a la uruguaya Larissa Riquelme una doble tapa de esa tipología en septiembre de 2011 e un número que incluía unas gafas bicolor con las que intentar ver en 3D algunas imágenes creadas exprofeso ello, una técnica bastante frustrante que esta publicación ha incluído en varias de sus ediciones sin demasiado éxito. Si conserva por casa algunas de esas gafas puede intentarlo con la versión 3D de la salida por la portada que adjuntamos.
En cuanto al reciclado en otras portadas, añadir que en noviembre la edición venezolana optó por la versión mas recatada mientras que en mayo del año siguiente la mexicana optó por la de cuerpo entero.
En
diciembre de 2012 fue la edición holandesa la que presentó atravesando la portada
a sus tripleta de protagonistas en la que era hasta ahora última versión de esa
creatividad que ha visto otras variantes como la de octubre del 87 en que ya no
se traviesa la cubierta sino que, símplemente, se rasga para asomarse a través de
ella. En el 2º apunte de esta serie ya hemos tratado otra versión de esa idea del que nos traemos una imagen como recordatorio.
Dejamos para un próximo apunte la búsqueda de los orígenes de este cliché que, ya para finalizar, vemos como tampoco es nuevo en Penthouse.
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