La serie de apuntes titulada "Las chicas son boxeras" (I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV y XV) ha dado acogida a unas cuantas boxeadoras de verdad. Así que es justo iniciar este apunte recordando a las mujeres que ya han comparecido en este blog para quienes el boxeo no es un postureo ni una forma de guardar la línea sino un duro toma y daca.

En ese primer año la elegida para protagonizar una de esas tapas fue Gina Carano, una luchadora de artes marciales mixtas (MMA) cuyo atractivo no había pasado desapercibido a revistas como GQ o Maxim. La primera publicó en el mes de enero de 2012 un reportaje fotografiado por Carlos Serrao con motivo de su participación en la película Heywire (2011) en la que el director Steven Soderbergh quiso contar con una auténtica luchadora para el papel de agente encubierta.
Maxim le había hecho hueco en sus páginas incluso antes de su participación en 2008 en el programa de televisión American Gladiators en el papel de Crush. Y ya en 2009 la situaron en el puesto 16 de su Hot 100 List, un escalafón en el que ha vuelto a estar presente en otras ediciones posteriores.
En este 2016 escogieron para una de sus portadas a la boxeadora olímpica Claressa Shields, una deportista que ya había protagonizado en diciembre de 2014 la tapa de la poco conocida revista Courageous Woman con un llamativo exceso de maquillaje en quien se dispone a lanzar guantazos. Por su parte, la en Estados Unidos poco conocida púgil argentina Yésica Bopp, con quien finalizamos esta primera parte, aparece exclusivamente en las páginas interiores de la última "body issue".
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