Tomás Serrano trataba la novedad política más destacada de la víspera, el principio de acuerdo para ceder a Cataluña, delegar según el lenguaje oficial, las competencias en inmigración, un asunto que también daba pie a la carnavalesca viñeta de Padylla a tratar el atascado decreto sobre menores junto con la reivindicación del traslado de la momia guanche que ha sido retirada de la exposición del Museo Arqueológico Nacional.
El carnaval también se asomaba al humor político de Pinto & Chinto, aunque no sabríamos decir si el enmascarado personaje es un peliqueiro del entroido de Laza o un cigarrón del de Verín.
Riki Blanco se ocupa, ¡gensanta de paja en el ojo ajeno! nada menos que desde el gubernamentalísimo diario El País, del viraje editorial del Washington Post, recuérdese que Gallego y Rey lo hacían ayer, mientras que Peridis sigue encasquillado con Mazón en una ya más que cantosa 5ª viñeta sobre el presidente de la Generalitat valenciana de sus seis últimas.
El humor de eldiario.es, cual si no (véase el expresivo balance de autorías del apunte Un noviazgo que impulsa al estrellato humorístico), se ocupaba por mediación de Fontdevila la denegación del recuso de González Amador sobre la investigación de pagos a la esposa de un directivo del grupo Quirón y Sansón lo hacía del juicio de la Gürtel por adjudicaciones irregulares en Arganda en el año 2006.
Las tierras raras llegaban al humor de Idígoras en Sur, Gallego y Rey publicaban una expresiva metáfora de la posición de Europa frente a Trump apoyada en la figura de Hannibal Lecter, Idígoras y Pachi mostraban la demolición del Monte Rushmore y Tomás Serrano inauguraba, con un descompensadamente asistido Zelenski, la Adenda 2025 al apunte Confrontaciones entre ángeles y demonios sobre los hombros (1ª parte).
Puebla encabeza un historicista bloque de dibujos que evocan como habría encajado la posición de Trump en otros tiempos. De Gaulle es la contraparte del presidente estadounidense en el dibujo de Abc, el Tío Sam explica en la viñeta del fancés Pessin que Roosevelt quería la paz ... pero no la que quería Hitler, Churchill es el advertido de que no tenía las cartas en el dibujo de Matson y el primer presidente de Estados Unidos el de la viñeta de Rick McKee que evoca el cuadro Washington cruzando el Delaware (1851) de Emanuel Leutze.
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