lunes, 12 de agosto de 2013

Los parecidos intransitivos


Si les planteamos que se manifiesten sobre la transitividad de los parecidos, es decir, si una cosa se parece a otra y esta, a su vez, a una tercera, ¿esta última se asemejará a la primera?, el razonamiento abstracto probablemente les llevará a contestar afirmativamente a la cuestión planteada. En ese caso, tenemos el gusto de presentarles a la nueva Marlene Dietrich, su nombre Agnes Bruckner.


Esta actriz californiana ha sido la encargada de encarnar a la fallecida Playmate Anne Nicole Smith (1967 -2007) en una película realizada para televisión este mismo año. No cabe duda de que los maquilladores han tenido todo un reto especialmente para homologar los muy dispares bustos de intérprete e interpretada.


La que fuera Playmate del año 1993 fue muy promocionada como la nueva Marilyn Monroe por su mentora revista, aunque otras más sensatas como New Yorker prefirieron utilizar su imagen para ilustrar el despectivo concepto de "white trash" (literalmente basura blanca), que ella se encargó de refrendar casándose con un chocho millonario que le llevaba 63 años. Para que valoren su faceta de Marilyn traemos la imagen de un anuncio realizado para la organización Peta en el que posiblemente consiguió una de sus más logradas imitaciones remedando la escena en la que la estrella interpreta la canción "Diamonds Are a Girl's Best Friend" en "Los caballeros las prefieren rubias" (Howard Hawks, 1953).


El caso es que la gran Marilyn también hizo sus pinitos imitativos en 1957 de la mano del fotógrafo Richard Avedon, que recreó en ella la imagen de cinco famosas estrellas, señaladamente de Marlene Dietrich (1901-1992) en su famosa intervención en la película "El Ángel Azul" (Josef Von Sternberg, 1980).


A continuación mostramos las otras cuatro imitaciones que pocos tenían problema en identificar cuando se publicaron esas fotos. Pero así de efímera es la fama. La solución la dejamos para otro día, porque en caso de que algún lector no pueda esperar hasta entonces es fácil encontrar las respuestas en la red.


Evidentemente la fallida transitividad de la cadena que nos ha llevado de Agnes Bruckner a Marlene Dietrich se debe a que las interpretaciones vistas no se sustentan en auténticos parecidos, sino en evocaciones basadas en ejercicios de estilismo y puesta en escena.

Y es que somos capaces de evocar algunas conocidas figuras con muy poca información, como nos demostraba la portada de Playboy de mayo de 1979 o, con más aviesa intención, la de la desaparecida revista satírica Spy de marzo del 93.


Extraer esa información clave es el ejercicio en el que reside el arte de una buena caricatura. Esperamos que no tengan dificultad en identificar al retirado político francés que aparece representado en la siguiente, que hemos tomado de un ejemplar de los años setenta del semanario satírico Charlie Hebdo.





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