La traducción de los títulos de las películas es un tema que ha hecho y hace correr torrentes de megabytes por la red. La peculiar peripecia en esta cuestión de la película que ha inspirado nuestro último apunte nos anima a tratar de aportar unos modestos kilobytes con un menos visto enfoque plurilingüístico.
Hay que reconocer que las distribuidoras cinematográficas han propiciado la vitalidad de este hilo temático con algunas de sus pintorescas decisiones. Sería interesante conocer la pequeña historia de algunas sonadas meteduras de pata como la de traducir "Torn Courtain" de Alfred Hitchcock como "Cortina rasgada" cuando símplemente "Telón rasgado" ya habría dejado claro que el responsable del estropicio al menos se había molestado en ver la película y que, además, había entendido algo. Y es que el film desarrolla una trama sobre la infiltración de un científico al otro lado del llamado "Telón de Acero" (Iron Courtain, expresión popularizada por Churchill, aunque ya contaba con cierto uso anterior).
En la red se encuentran algunos intentos de clasificar estas pifias que tienen como una de sus categorías estrella la de "títulos revientargumentos". El escalafón de ese apartado es sistemáticamente encabezado en todas las clasificaciones que conocemos por "La semilla del Diablo" con que se tituló en España el film "Rosemary´s baby" (Roman Polanski, 1968), mientras que en Hispanoamérica fueron mas respetuosos con los espectadores y lo dejaron en un literal "El Bebé de Rosemary". Nos perdió el tirón taquillero que parece tener Satán por estos pagos, así que antes de sentarse en la butaca ya se tiene una pista de por donde va a salir el hijo de Rosemary. Como contrapartida a la sensatez mostrada en el caso anterior, en México se empeñaron en añadir al título de "Thelma y Louise" una coletilla para extenderla a "Thelma y Louise. Un final inesperado". Pues ya consiguieron que no lo fuera tanto. En todas partes cuecen habas.
Otras películas cuyas traducciones españolas están perfectamente concebidas para reventar el argumento son "Mi ex, mi novia y yo" ("You stupid man", Brian Burns, 2002), ya te anticipan que la ex va a volver a cobrar protagonismo, y "Tu madre se ha comido a mi perro" ("Braindead", Peter Jackson, 1991) que anuncia una destacada peripecia argumental.
Una relación bastante completa de películas cuyos títulos han sido traducidos alejados de la literalidad del original puede encontrase en este vínculo y una lista comentada de los mayores desastres se realiza en este post del blog de Juan Roures (merece la pena leer los comentarios que también contienen información interesante incluyendo la de este enlace). Entre los casos comentados nos encanta en particular la impagable traducción del inglés al inglés de "Shaun of the Dead" (Edgar Wright, 2004) por "Zombies Party" ¡Oiga, que aquí también sabemos la llamada "lengua de Shakespere", lo que pasa es que no encontramos en el diccionario eso de Shaun! En Hispanoamérica, aplicando una mayor modestia en la presunción de los conocimientos idiomáticos del público, en unos países lo dejaron en "El despertar de los muertos" y en otros en "Muertos de risa".
Aunque son excepciones, también hay casos en que la traducción mejora el original como hay notable consenso al valorar el título "La ventana indiscreta" que aquí se dio a "The rear window" (Alfred Hitchcock, 1954).
En algunos casos apartarse del original es inevitable, especialmente cuando el título es una frase hecha. Así ocurre por ejemplo en "La leyenda de la ciudad sin nombre" cuyo título original es "Paint your wagon" (Joshua Logan, 1969). Esta es una expresión americana que hace referencia a prepararse para partir, ahí el pintado del carro incluye el engrasado de las ruedas, lo que describe la situación que vive del poblado en el que discurre la película al llegarse al agotamiento del yacimiento de oro que allí se explotaba. En estos casos suele producirse una amplio abanico de títulos según los idiomas y países. En este caso nos encontramos con "La Kermesse de L´Ouest" (francés), Westwärts zieht der Wind (alemán: El viento que lleva hacia el Oeste), Os aventureiros do ouro (Brasil), Os maridos de Elizabeth (Portugal) o Guldrushens glada dagar (sueco: Los felices días de la Fiebre del Oro).
En otros casos es la presencia de nombres propios menos conocidos en los mercados locales la que impide la traducción literal. Hoy en día "Desayuno en Tiffany´s", con gran contribución a ello de la propia película, resulta comprensible para un porcentaje considerable de la población española que en los dorados años del "gimitwo" hasta se traía sus bolsitas azules de sus escapadas a NY. Pero cabe valorar como acertada la decisión tomada a comienzos de los sesenta de estrenar esa película como "Desayuno con diamantes" (Blake Edwards, 1961).
Similares razonamientos pueden aplicarse, por ejemplo, a "Dos hombres
y un destino" (George Roy Hill, 1969), originalmente “Butch Cassidy and
the Sundance Kid” y "El crepúsculo de los dioses" (Billy Wilder, 1950) cuyo
título original es el de la hollywoodense avenida “Sunset Boulevard” cuyo nombre incluye la referencia a la caída del Sol, metáfora poco captable por un público entonces masivamente ignorante del inglés (Nota extemporánea: la cosa tampoco ha mejorado mucho, les recordamos que la democracia española entre sus deberes pendientes, aparte de regular por Ley la huelga como ordena la Constitución, ya llevamos un cuarto de siglo de retraso, está por conocer un Presidente del Gobierno que llegue al cargo defendiéndose en inglés).
La abundancia de frases hechas o "idioms" de la lengua inglesa hace aconsejable que hasta los directores comerciales de las distribuidoras que se manejen en ese idioma no caigan en la soberbia de "para esto me basto yo" y tengan la prudencia de asesorarse convenientemente. Así se habría evitado la inexplicable traducción de "Hidden Agenda" (Ken Loach, 1990) como "Agenda oculta" que algún espectador ya se habrá mosqueado al ver que no aparece en toda la película. "Deben de haberla cortado" habrá pensado más de uno, cuando lo que ocurre es que esa expresión significa "segundas intenciones" o "razones ocultas" que es lo que está detrás de la falsa información sobre un atentado que da el gobierno de turno en la película.
Las cosas realmente se complican cuando entra en juego algún intraducible juego de palabras. Recordemos, por ejemplo, la serie televisiva "Hill Street blues" en la que el azul hacía referencia tanto al color de los uniformes de la policía neoyorquina como a la tristeza, o quizá mejor melancolía, que ha llevado a "blues" a denominar un estilo musical. Aquí se optó por este segundo significado y se quedó son "La canción triste de Hill Street" mientras que en Hispanoamérica tiraron por la calle de en medio con "El precio del deber".
El azul policial ya había planteado algún problema a los traductores de títulos cinematográficos en la película "Electra Glide in blue" (1973) que añadía la dificultad adicional de incluir el nombre del modelo de Harley Davidson masivamente utilizado entonces por los agentes de tráfico estadounidenses. Un detalle que no era muy notorio fuera de ese país, por lo que se optó por el mas comprensible "La piel en el asfalto".
Aquí ya sabemos que se recurrió a "La tentación vive arriba" que parece una solución bastante apañada y, además, comercial, al insertar una palabra con gancho. Quizá no tanto como picor, pero lo curioso es la variedad de soluciones que se dio a esta cuestión en los diferentes países.
En Francia se optó por una solución lo mas próxima posible a la literalidad que dio lugar a un bastante soso y carente de sentido "7 ans de refléxion" (7 años de reflexión). Una solución poco afortunada. Ese picor poco tiene que ver con la reflexión y algo mas con la rutina. El alemán es más explícito con su "Das verflixte 7. Jahr" que se traduce como "El maldito 7º año".
En los paises lusófonos se fue por un camino mas próximo al español y se escogió "O pecado mora ao lado" que va un paso más adelante de nuestra tentación, con lo que se daba por asumido que se sucumbía a lo que en la católica España era una oportunidad para mostrar templanza.
En la pícara Italia símplemente se apuntaba la ocasión, desconocemos si allí también la pintan calva, con "Quando la moglie è in vacanza" (cuando la esposa está de vacaciones). Debía sobreentenderse que esas cosas ocurrían frecuentemente por allí en tales circunstancias.
Los
que tuvieron mas facilidades para la traducción fueron algunos países nórdicos y centroeuropeos como Polonia que cuentan con una expresión para designar la soledad temporal
del casado que se traduce literalmente como "viudo de paja". Esta locución tendría su origen en el material constitutivo de los colchones de la cama
matrimonial en las antiguas sociedades rurales (la categoría inferior era las meras tablas). En polaco el título fue
"Słomiany wdowiec" y en finlandés "Kesäleski", siempre con
el mismo significado. Curiosamente el alemán también cuenta con la palabra equivalente Strohwitwer pero como hemos visto no recurrió al uso de la misma. Suecia optó, en cambio, por una traducción en línea con la española pero menos expresiva con su "Flickan ovanpå" (la chica de arriba).
Para completar el repaso de los países nórdicos estamos a la espera de que algún conocedor del noruego nos explique el desconcertante título "Gresskar i nød".
Y terminamos con una petición. Si conocen alguna película con mayor variedad de títulos en los diferentes idiomas les agradeceremos sus noticias.
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