sábado, 26 de julio de 2025

Lenguaje de la semana 30/2025

 

La Punta de la Lengua de Álex Grijelmo que encontrarán en el anexo de hoy se titula Parapetos lingüísticos: palabras para difuminar responsabilidades. Un texto que nos ha llevado a preguntarnos si el lenguaje inclusivo que ahora se pretende aplicar a la denominación del Congreso de los Diputados (lo que en propiedad solo cabe hacer reformando el artículo 66 de la Constitución), no será también una suerte de parapeto para impostar un feminismo que quizá no sea tan sincero y ejemplar. [1]

En el ámbito del humor gráfico, Tomás Serrano proponía el martes una medida compensatoria y Javi Salado planteaba al día siguiente un ornamental acto de coherencia que se ha convertido en el primer añadido del año al apunte Suplantaciones de Daoíz y Velarde. Ricardo aporta hoy otro muy similar. García Morán Y JL Martín completan la serie de viñetas que hemos recopilado sobre la redenominación de Congreso. 

Francisco Ríos publica hoy en La Voz de Galicia el artículo El PP se va a electoralizar que patrocina la incorporación al Diccionario del verbo que se aprestan a conjugar los populares. Hasta tres acepciones le asigna. 

Entre las recientes recomendaciones publicadas por Fundéu nos parece particularmente interesante el recordatorio que se hace en ex-, escritura adecuada del prefijo. Y a falta de lecturas que esta semana nos animemos a compartir en el Cervantes Virtual, volvemos al humor gráfico para mostrar las llamativas diferencias en los juegos que Liniers consideró más representativos en su bergmaniana entrega de Psicopatitas de la serie Macanudo  (en Humor de cine de junio 2025 (3ª parte) encontrarán media docena de tiras más).

Proseguimos con la neología humoristica de Javier Cuervo y Pablo García que convierte a Úrsula von del Leyen en arancelíaca. Buena ocasión para apuntar que la palabra celíaco proviene del griego koiliakos (κοιλιακός), que significa "relativo al vientre [koilía  (κοιλία)], por la hinchazón abdominal que síntoma de la enfermedad autoinmune en la que el cuerpo reacciona al gluten dañando el intestino delgado. 

Asier y Javier evocaron el lunes, sin llegara a citarla, la expresión marear la perdiz que no es la primera vez que encontramos en una de sus tiras. La acompañamos con la del 29/12/22.

Emparentada con esa cinegética locución está la expresión inglesa "Rearranging deck chairs on the Titanic" que hace referencia al acto de ocuparse de las cosas insignificantes mientras problemas muchos mayores permanecen desatendidos. Y el miércoles se produjo una curiosa coincidencia de versiones dibujadas en las viñetas de Ella Baron en The Times y Peter Songi en The Guardian (lo tratado son los cambios en el gabinete en la sombra de la líder conservadora Kemi Badenoch, que es quien en ambos casos da instrucciones desde la proa).


En el propio ámbito del lenguaje dibujado, Pinto & Chinto dedican su viñeta de hoy a la locución de origen bíblico 'predicar en el desierto' que ya tratamos con cierto detalle, a la vista de una tira de JL Martín, en La lengua en la semana 1/2023.

Álvaro apoyó su viñeta del martes en una dilogía, figura que hoy mismo también encontramos en las viñetas sobre Gaza de JJ Aós, que en mayo de 2024 ya había jugado con el doble sentido de reconocer [2], y Peter Brookes

Proseguimos con el retruécano que Puebla dedicó ayer a los manejos de Montoro.

JM Esteban publicó ayer una parodia fraseológica de la máxima "La mujer del César, además de ser honrada / honesta, debe parecerlo"  (enlace CVC), que es la formulación de Cicerón del argumento utilizado por Julio César  para justificar el repudio de su esposa  Pompeya, nieta del dictador Sila. El motivo fue que trascendió la presencia de un hombre, el libertino aristócrata Publio Clodio Pulcro que finalmente resultó absuelto de esa transgresión, en la ritual celebración de la Bona Dea (Buena Diosa), una divinidad relacionadoa con la fertilidad cuyo festejo, en el que Pompeya  ejercía como anfitriona, estaba reservado a las mujeres (más detalles).

Vamos con un personaje legendario. El sábado pasado dáabamos cuenta de la presencia de Robin Sánchez en el humor de Padylla y esta semana contamos con el original Robin Hood confrontando con Montoro en la viñeta del martes de Javi Salado

Estamos en temporada alta de recomendaciones de lectura y la respuesta que recibe la formulada en la viñeta de hoy de Caín nos ha traído a la memoria una célebre pieza de Forges. También en La Razón de hoy, JM Esteban opta por aconsejar obras de Jane Austen a las mujeres que deseen desconectarse de su empoderamiento.

 

Incluimos una breve sección sobre  Ana María Matute (1925 - 2014), porque hoy se celebra el centenario del nacimiento de la escritora que ocupara el sillón K de la Real Academia. De ahí la letra que luce el lomo del libro que sostiene en la mano en la ilustración de Anna Payán para la portada de El Cultural fechada el pasado 27 de junio que ya participamos a nuestros lectores en El revistero de junio 2025. 

Asimismo adjuntamos el retrato de la escritora barcelonesa, en nuestra opinión excesivamente deconstruido, que ayer publicó Sciammarella en El País. Lo acompañamos con otro de ese mismo artista, de hace algo más de una década, que nos parece bastante más amable con la retratada. Mercedes Debellard ilustra el artículo que hoy dedica ese diario a la centenaria escritora. Concluimos con los ya preceptiva selección final de Cachitos.


Cachitos

- Ahora vemos que cuando PSOE y Podemos se manifiestan contra la 'custodia compartida impuesta' lo que quieren decir es que la custodia compartida solo cabe si le sale de las narices a la madre, que es la propietaria de los hijos. José F. Peláez en Juana no está en mi casa 

- Es cuestión de lograr que los propios se sientan convencidos de que su sentido de pertenencia los hace distintos. Es decir, mejores, más íntegros, más dignos. Ser o decirte o creerte socialista te convierte en un espíritu limpio; la fe sin obras, como una especie de luteranismo político. Ignacio Camacho en Luteranismo político.

- Con el respaldo público de determinados movimientos sociales autodenominados progresistas –¡incluso feministas!– que nunca tuvieron ni la más remota idea de lo que de verdad es el Islam radical, ni de su rechazo hacia el modo de vida europeo. Arturo Pérez-Reverte en Los hemos traído nosotros.

- Los abajo firmantes caen, por enésima vez en el discurso oficialista, en el error de asociar mecánicamente la celebración de elecciones generales a "un Gobierno de las derechas PP/Vox", lo que delata su escasa confianza en la victoria de su causa y el motivo verdadero de su resistencia a las urnas. Ignacio Varela en Gramática de los abajo firmantes

- Estaba Paqui Granados a su lado. Daba órdenes a los cámaras, los recolocaba. Cuando le pareció que todo estaba en orden, la directora del circo preguntó al niño: “¿Qué quieres hacer, cielo?” Había mucho ruido. Varias mujeres del cortejo gritaron como un coro griego: “¡¿Qué quieres hacer, dilo, dilo?!”. Y el niño musitó algo, incomprensible, y otra mujer le ordenó: “¡Grítalo, grítalo!” Juan Soto Ivars en "Grítalo, grítalo". El carnaval escatológico de Juana y Paqui en Granada

- Y, al final, cuando las cámaras ya no enfoquen, cuando el caso ya no rente y otro drama sustituya a este porque su rentabilidad (en votos, en cargos, en subvenciones) sea mayor, lo que quedará es un menor al que le han jodido la vida entre todas pensando en ellas antes que en él. Efecto Rego. Rebeca Argudo en Efecto rego.

Disponer de un sistema de tribunales profesionales, que resuelvan respetando toda una serie de garantías y de forma independiente, es un progreso civilizatorio, uno que ha costado siglos conseguir. Y, sin embargo, es uno que siempre parece convertirse en un estorbo cuando a la gente se le inflama la ideología. Dukenan en Juana Rivas, la ideología y los medios

- El aspecto preocupante del asunto es la intervención sesgada de las autoridades a favor de una de las partes, sin otro argumento que su sintonía ideológica con la reclamanteIgnacio Camacho en El caso Rivas y la justicia de costureras

Antes, los abajofirmantes cantaban «solo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente. Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente». Hoy, en un curioso giro de los acontecimientos, a los abajofirmantes el engaño no solo les resulta indiferente, sino pertinente. Tanto que se ponen de parte del traidor y les dicen a 'esos cuantos' que no sean fachas. José F. Peláez en De Perejil y los abajofirmantes



[1]  «Justo cuando todos, todas y todes son feministas, incluidos los puteros, los asesores que montan el "argumentario progresista" cada mañana, las trepas que lo usan para conseguir cargos y sueldos que no conseguirían de otra forma» escribe hoy Carmen Sarasúa en Mujeres: manual de uso.


[2] El reconocimiento  del Estado Palestino por parte de Irlanda, Noruega y España también suscitó en mayo de 2024 anfibológicos juegos con el sentido de reconocer de Ricardo, Javi Salado, Oroz, Asier y Javier y Ferreres.



Anexo

Parapetos lingüísticos: palabras para difuminar responsabilidades
Álex Grijelmo (El País, 23/7/2025)

Esta manera de informar lleva al lector a pensar en la técnica, en la tasa, en la ratio; y aleja a los contaminados, a los pobres

Los dos terroristas arrepentidos que declararon en abril de 2024 ante el juez Manuel García-Castellón seguían utilizando todavía, inconscientemente, la fórmula que tantas veces habrán oído dentro de ETA: sus jefes les habían ordenado que atentasen “contra casas cuartel de la Guardia Civil”, según recogían las actas judiciales que publicaría EL PAÍS el 23 de septiembre.

“Atentar contra casas cuartel”, como la de Santa Pola en 2002 o la de Zaragoza en 1987, constituye un duro ejemplo de palabras parapeto, aquellas que interponen objetos o conceptos entre esas acciones y los perjudicados por ellas (adultos y niños asesinados), con el efecto de reducir el impacto de lo ocurrido. Porque “atentar contra las casas cuartel” resulta compatible en su sentido con el hecho de que estuvieran vacías, y expulsa de la expresión a las personas que las habitaban. Sin embargo, aquellos atentados no se dirigían contra viviendas desocupadas, en cuyo caso daríamos por buena la afirmación, sino contra los hogares donde vivían los agentes y sus familias, personas que murieron entre los escombros y que quedaban silenciadas. “Casas cuartel” se sitúa, pues, como parapeto entre las bombas y los asesinados.

De parecido modo, Israel dice que bombardea “objetivos” en Gaza; unos objetivos muy subjetivos, por cierto. En ellos se encuentran familias desarmadas que mueren simplemente por vivir allí: dentro del objetivo; como murieron quienes vivían dentro de una casa cuartel.

Hemos leído también que un “fallo mecánico” había causado el accidente de un buque escuela mexicano bajo el puente de Brooklin, el 17 de mayo, en el que murieron dos cadetes. Pero se trató más bien de un “fallo del mecánico”, igual que el “fallo informático” en el control de pasaportes en Barajas el 2 de julio se habrá debido a un fallo del informático.

Las palabras “índice” o “tasa” se han asentado asimismo como parapetos porque no tienen cara ni ojos. “Sube el índice de precios”, se dice; como si el problema residiese en un cálculo, cuando en realidad lo grave no es que suba el índice, sino que suban los precios y que la gente pueda comprar menos; se titula “Sube la tasa de criminalidad”, y eso aleja de nosotros la idea de que en verdad lo que ha subido son los crímenes; “sube el índice de desempleo”, “sube el índice de contaminación”, “preocupa la tasa de pobreza”, “baja el poder adquisitivo”. Todo eso aleja del lector a los desempleados, los contaminados, los pobres, a los que no llegan a fin de mes.

Esta manera de informar lleva subliminalmente al receptor a pensar en la técnica, en la informática, en los medidores, en las variables incluidas o excluidas…, y no en las realidades mismas. La tasa de mortalidad es un dato; la gente que muere es una emoción.

Hemos leído y oído que “el algoritmo empuja hacia arriba los comentarios ultraderechistas en las redes sociales”. Pero ese nefasto resultado no depende del algoritmo como ente autónomo, sino de quien lo programa. No es el algoritmo de X, es Elon Musk. Es la ultraderecha.

Este tipo de palabras parapeto logran difuminar las responsabilidades. A diferencia del eufemismo, no esconden términos como “pobreza” o “paro”; esa omisión haría saltar las alarmas del público atento. Pero sí los difuminan tras un vocablo intermedio: la fórmula, la tasa, la ratio; lo cual presenta los problemas humanos como si fueran asuntos matemáticos, para sacar de la frase a los que sufren y, a menudo, a quienes causan ese sufrimiento.

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