Jugábamos en una entrada anterior con el famoso "en ocasiones veo muertos" de la película "El sexto sentido" y andamos ahora preocupados por la capacidad de anticipación que estamos demostrando (cierto que lo que veía Cole eran muertos).
El caso es que si ayer teníamos que recordarle a Dª Mª Dolores que en este post ya le advertíamos que su obstinación en abarcar tanto acabaría por pasarle factura, y se la pasó, hoy tenemos que constatar que nuestros temores sobre los peligros que corrían los pavos del Campo San Francisco para indagar a que dedican su tiempo los propietarios de los coches que atestan el céntrico aparcamiento de la sede local del Banco de España no eran infundados.
Tenía que pasar, y pasó. Ahí tienen la imagen de una inocente víctima de esa pesquisa.
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