Hoy se reúne el Jurado del Premio Príncipe de Asturias del Deporte y este año el asunto es delicado porque toca enmendar la cagadita de la pasado edición. Como ya decíamos en un pasado apunte, aquello de que en plenos Juegos Paralímpicos un jurado desdeñase la candidatura del Comité que los organizaba en favor de repremiar a dos futbolistas, que ya habían sido galardonados dos años antes con la Selección Nacional, es el fruto de una grave falta de capacidad para interpretar el mandato de los estatutos de los Premios o, más bien, la consecuencia de una severa subordinación a los intereses profesionales de algunos miembros del jurado.
Como lo que sí se sabe es que Miguel Carballeda Piñeiro, Presidente de la ONCE y del Comité Paralímpico Español, elegantamente (sin duda en demasía), se abstuvo por su vinculación con la organización candidata, pueden jugar a especular quienes de los siguientes individuos fueron los 11 que en la definitiva votación apoyaron la opción Casillas + Xavi.
Para facilitarles el juego les damos una referencia gráfica de algunos significativos vínculos de los 19 miembros de un jurado en el que resulta destacable la presencia de 12 periodistas. Si añadimos que el patrocinador de la candidatura futbolística era el presidente de la FIFA Joseph Blatter ¿cual creen vds. que era más interesante (¿es necesario añadir comercialmente?) para estos presuntamente imparciales jurados?
Jurado del Premio Príncipe de Asturias del Deporte del año 2012 |
Fila inferior: María Rguez. Escario (RTVE), José Antonio Abellán (Punto Radio), por cierto, ¡que falta de saber estar!, Ángel Rodríguez Berriguete
(Onda Cero), Miguel Carballeda Piñeiro
(Pte. Comité Paralímpico Español), Arancha Sánchez-Vicario (Premiada en 1998, repetidora como presidenta y una que no se apea del jurado desde 2006) Laura Martínez
Martin (SER), José María Abad Casamayor (RNE), Marisol
Casado Estupiñán (miembro COI, Presidenta Unión Internacional de Triatlón), María Carmen Izquierdo Vergara (entonces Presidenta Asociación Española de Periodistas Deportivos), Josep Lluis Vilaseca i Guasch (Presidente del Tribunal Español de Arbitraje Deportivo, inveterado jerarca del deporte catalán, su primera presencia en el jurado, entonces como Jose Luis Vilaseca, igual que en otras numerosas actas, data de la tercera edición (1989), tiene el récord absoluto de participación con 22).
El bueno de Quini ejerce desde 2008 como representante del deporte asturiano, cometido en el que sucedió al piragüista Herminio Menéndez que ejerció ese papel ininterrumpidamente entre 1989 y 2002. Al año siguiente volvió a colarse en el jurado el conocido perejil de todas las salsas Antonio Masip que había dejado de pertenecer al mismo cuando Gabino le birló la Alcaldía de Oviedo en 1991, pero no se le arregló una posterior continuidad. Quizá por eso no suelta el cargo de eurodiputado ni aunque tengan que llevarle en camilla.
El caso es que estos premios empezaron bastante bien su andadura cuando se instituyeron en 1987, año en el que se celebraba la séptima edición de los Príncipe. En aquel entonces, el jurado compuesto por 6 directivos de organizaciones deportivas,1 político (el citado Alcalde ovetense), 5 deportistas y, ojo al dato, ningún periodista, dio el premio a Sebastian Coe. Pero solo fue necesaria una edición mas para empezar a fastidirla porque la sospechosa ausencia del imprescindible Juan Antonio Samaranch hacia presagiar lo que ocurrió: él era el premiado y ojo, por un poco habitual unanimidad. Que por entonces ya había dejado claro Alfonso Guerra el destino fotográfico de los que se movían.
Curiosamente, con el actual reglamento que impide premiar a los jurados de los tres años anteriores ello no hubiera sido posible. Manía que tenemos de abrumar a unos pocos con todos los galardones posibles. El caso es que una vez cumplido ese trámite, el entonces Presidente del COI volvió a ejercer de sumo pontífice de ese órgano hasta 2009, último en el que ejerció esa responsabilidad contando ya 89 años, con sólo dos excepciones, 2001 y 2003. En este última edición su ausencia del jurado presidido por Miguel Induráin fue cubierta por su hijo que desde entonces a fallado pocos años a la cita ovetense, convirtiéndose así en el segundo que ha heredado mebresía tras Matías Prats Luque.
Curiosamente, con el actual reglamento que impide premiar a los jurados de los tres años anteriores ello no hubiera sido posible. Manía que tenemos de abrumar a unos pocos con todos los galardones posibles. El caso es que una vez cumplido ese trámite, el entonces Presidente del COI volvió a ejercer de sumo pontífice de ese órgano hasta 2009, último en el que ejerció esa responsabilidad contando ya 89 años, con sólo dos excepciones, 2001 y 2003. En este última edición su ausencia del jurado presidido por Miguel Induráin fue cubierta por su hijo que desde entonces a fallado pocos años a la cita ovetense, convirtiéndose así en el segundo que ha heredado mebresía tras Matías Prats Luque.
En el jurado que concedió el premio al Marqués de Samaranch ya se infiltró el primer periodista, nada menos que Matías Prats Cañete (o sea, padre). A partir de ahí el aumento de la influencia del gremio fue imparable. En 1990 ya fueron 3 de los 11 miembros del jurado, con José María García incluido, que concedió un muy criticado premio a Sito Pons. Se creó así la costumbre de no reconocer servicios atrasados como bien supo Ángel Nieto quien, sin embargo, había sido uno de los favoritos de la primera edición.
En 1996 los periodistas fueron mayoría por primera vez (9 sobre 17), aunque esa situación no se mantuvo en los años siguientes en parte por la inflación que afectó al órgano premiador. Una circunstancia que llevó a que llegaran a ser 27 los jurados que en el año 2000 galardonaron a Lance Armstrong. ¡Qué señorío el de la Fundación!, que aquí, a diferencia de en ciertos ayuntamientos, no se retiran los honores. Aún así, el récord absoluto de jurados lo ostentan los 28 que fueron necesarios en 2010 para dar el Premio, también por unanimidad, a la Selección Española de Fútbol. Desde entonces, suponemos que será por la crisis, el número no ha dejado de disminuir hasta los 18 que se espera reunir hoy.
En cuanto a la presencia de los deportistas en el jurado, desde aquellas primeras ediciones en que tenían un peso fundamental, se ha pasado a situaciones en las que, una vez cubiertas las apariencias como ocurrió en 2012 con la pareja "de cabecera" Arantxa-Quini, la deliberaciones parecen querer remedar en algunas ocasiones el lema de la monarquía absoluta: "todo para los deportistas pero sin los deportistas".
Afortunadamente en la presente edición se anuncia la presencia de tres deportistas más: el fondista Abel Antón, el jugador de baloncesto Jorge Garbajosa y el piragüista José Perurena que compitió en los años sesenta, aunque ha alcanzado mayor relevancia como directivo al ocupar desde 2008 la presidencia de la Federación Internacional de Piragüismo. No dudamos que se notará. Además, la ausencia del Presidente del Comité Paralímpico Español es un buen indicio respeto a las posibilidades de ese movimiento. Acuérdense de la ausencia de Samaranch. A ver si se impone la cordura y se dan una vuelta por Oviedo atletas como Vanessa Low a quien vemos en la siguiente imagen cambiándose sus piernas de calentamiento por las de competición.
Ya hemos comentado en una entrada anterior que desde el plantón de Carl Lewis en 1996 se mira mucho si el elegido tiene voluntad de asistir, porque estos son unos premios al servicio de la ceremonia. El asunto no se lleva con especial discreción, si eres candidato recibes una llamada y si la respuesta no es positiva, por muy Campeón del Mundo, guapete y mediático que seas, te caes directamente de las votaciones como le ocurrió a Usain Bolt en 2009.
En 1996 los periodistas fueron mayoría por primera vez (9 sobre 17), aunque esa situación no se mantuvo en los años siguientes en parte por la inflación que afectó al órgano premiador. Una circunstancia que llevó a que llegaran a ser 27 los jurados que en el año 2000 galardonaron a Lance Armstrong. ¡Qué señorío el de la Fundación!, que aquí, a diferencia de en ciertos ayuntamientos, no se retiran los honores. Aún así, el récord absoluto de jurados lo ostentan los 28 que fueron necesarios en 2010 para dar el Premio, también por unanimidad, a la Selección Española de Fútbol. Desde entonces, suponemos que será por la crisis, el número no ha dejado de disminuir hasta los 18 que se espera reunir hoy.
En cuanto a la presencia de los deportistas en el jurado, desde aquellas primeras ediciones en que tenían un peso fundamental, se ha pasado a situaciones en las que, una vez cubiertas las apariencias como ocurrió en 2012 con la pareja "de cabecera" Arantxa-Quini, la deliberaciones parecen querer remedar en algunas ocasiones el lema de la monarquía absoluta: "todo para los deportistas pero sin los deportistas".
Afortunadamente en la presente edición se anuncia la presencia de tres deportistas más: el fondista Abel Antón, el jugador de baloncesto Jorge Garbajosa y el piragüista José Perurena que compitió en los años sesenta, aunque ha alcanzado mayor relevancia como directivo al ocupar desde 2008 la presidencia de la Federación Internacional de Piragüismo. No dudamos que se notará. Además, la ausencia del Presidente del Comité Paralímpico Español es un buen indicio respeto a las posibilidades de ese movimiento. Acuérdense de la ausencia de Samaranch. A ver si se impone la cordura y se dan una vuelta por Oviedo atletas como Vanessa Low a quien vemos en la siguiente imagen cambiándose sus piernas de calentamiento por las de competición.
Ya hemos comentado en una entrada anterior que desde el plantón de Carl Lewis en 1996 se mira mucho si el elegido tiene voluntad de asistir, porque estos son unos premios al servicio de la ceremonia. El asunto no se lleva con especial discreción, si eres candidato recibes una llamada y si la respuesta no es positiva, por muy Campeón del Mundo, guapete y mediático que seas, te caes directamente de las votaciones como le ocurrió a Usain Bolt en 2009.
Para finalizar este repaso de los galardones que proclaman premiar la "ejemplaridad de vida y obra", queremos, no ya proponer, que tenemos los pies en el forjado de un quinto y además sabemos que no estamos reglamentariamente autorizados, pero sí aprovechar para recordar acciones como la de Keshab Gurung, el sherpa que hace unas pocas semanas permaneció tres días a 8.000 metros junto al alpinista catalán Juanjo Garra sin poder impedir su muerte cuando estaba inmovilizado con una pierna rota. En su contra va que no está claro si este caballero, cuya imagen les mostramos a modo de colofón, podría bajar de ahí arriba a tiempo de cantar el "Asturias patria querida".
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