domingo, 16 de junio de 2013

Sofi se pone rompehuevos: inválidos, lutos e informes


Este fin de semana podemos celebrar el feliz desenlace del secuestro de los avilesinos Ángel Sánchez y Conchi Marlaska. Lo que no estamos tan seguros es de si el sistema de pensiones español debe congratularse igualmente de tener inválidos, de los de pensión libre de impuestos, tan capacitados para ocios de riesgo como el avilesino de esta historia. ¿Será mucho pedir que nuestras autoridades le den un repasito a cuan incapacitados están algunos de nuestros pensionistas? Algunos sentimos que, una vez más, no están metiendo la mano en la cartera, porque no decimos que esté para cargar sacos, pero si se está en condiciones de corretear por Colombia, algún trabajito ya podrá desempeñar.

Un ejemplo de la lamentable atención que reciben los inválidos 
en Estados Unidos, dando lugar a la consiguiente obligación
 de buscarse la vida de cualquier manera
Como contrapunto se ha producido en Vic (hasta 1982 Vich) la triste muerte de un niño de dos años al caerse por un balcón. Lo sorprendente del caso es que el ayuntamiento ha decretado un día de luto oficial. Excesos incomprensibles que no encajan ni con la tradición del concepto del duelo institucional, que requiere la relevancia pública del fallecido, ni con ningún otro fundamento que no sea el de algún político deseoso de hacerse ver. Símplemente ridículo o cosa peor.

Lo de peor viene a cuento de que curiosamente Vic es el municipio en el que ETA llevó a cabo en 1991 uno de sus atentados más abyectos en el que fueron asesinadas 10 personas, 5 de ellas menores de entre 8 y 17 años, uno de ellos la hermana de la niña que portaba en su brazos un guardia civil en una imagen que es buen ejercicio de higiene mental recordar. Como también lo es traer a la memoria que el ayuntamiento que ahora ha mostrado tales reflejos para la condolencia tardó 15 años (en letra: quince años) en aprobar la colocación de una placa conmemorativa de aquella matanza que no tenemos noticias de que haya sido efectivamente instalada.


José Gálvez Barragán evacuando a Isabel Porras López de siete años
Ya saben nuestros lectores mas veteranos que reservamos el título "Sofi se pone rompehuevos" para aquellos comentarios particularmente políticamente incorrectos como probablemente debe ser decir que un obispo es tonto, pero la última del emérito de San Sebastián Juan María Uriarte es para nota. Porque este hombre todo comprensión y equidistancia ha encabezado el equipo redactor del Informe (sería mas correcto referirse al mismo como un traje a la medida encargado por el lehendakari) que equipara a los niños de Vic con los terroristas muertos cuando trataron de utilizar su armas contra los agentes que los estaban identificando en un control policial. Nuestro dilecto Santiago González se lo cuenta mejor en su blog mientras que pueden encontrar una introducción a la peculiar contabilidad del tonto monseñor en este enlace. ¡Cuanta falta de cristiana caridad padece la Iglesia Vasca!

Esperamos no haberles amargado el tramo final del fin de semana pero no hemos podido resistir tanta provocación.





No hay comentarios:

Publicar un comentario