martes, 10 de septiembre de 2013

Anillos

Es duro renunciar a un titular en forma de juego de palabras. Hoy mismo el periódico de cabecera de nuestro Oviedín inserta en la portada de su edición digital la parejita "El sector naútico hace agua" y "Los vuelos internacionales desde el Aeropuerto de Asturias, en el aire" (sic, con esa extraña coma). Así que nosotros andamos fastidiados porque hemos tenido que renunciar a titular el apunte de hoy con un "¿Se nos cayeron los anillos porque se nos cayeron los anillos?". Maticemos que los primeros serían los olímpicos y los segundos los de la castiza locución expresiva de sentirse humillado o rebajado, el efecto que parece producir a la Alcaldesa de Madrid asumir (poniéndose unos cascos, por ejemplo) su evidente ignorancia de la lengua inglesa. Pero ya nos dicen quienes nos quieren que no se acercan hasta este modesto blog para leer lo mismo que en otros sitios y no hay manera de que la "nepotada" mandataria popular, aunque cada vez menos popular, ceda estos días su condición de "trending topic".

Así que nosotros a lo de los anillos, categoría olímpicos, que no nos han dado, o quizá sí, caso de que nos auxiliemos de la preposición por. Lo cierto es que la candidatura de Madrid ya venía provocando a los altos mandatarios del olimpismo con una marca gráfica al límite de lo permitido por esa institución que prohíbe el uso sus de sus símbolos oficiales por parte de los candidatos. Y resulta que Madrid recreó su inspiradora Puerta de Alcalá con un aspecto demasiado parecido a los gráficamente intocables anillos olímpicos. Recordemos como era la propuesta ganadora del concurso convocado al efecto ganado por el estudiante zaragozano Luis Peiret y como quedó su creación tras pasar por las manos de la agencia TAPSA.


¿Tiene sentido realizar una convocatoria para introducir luego semejantes alteraciones?¿No es una burla al ganador del concurso? En esto de retocar diseños ganadores la historia se repetía respecto al intento anterior. Completamos la serie con el símbolo utilizado en la primera candidatura a sede olímpica de 2012.


Anotemos de paso que si la gráfica escogida hubiera sido otra de las tres finalistas, la de la malagueña Monse Carné, se habría dado la circunstancia de que, con permiso de lo hubiera hecho TAPSA con el fruto del madroño, las tres ciudades que se disputaron en Buenos Aires la designación lo habrían hecho con iconos vegetales, está claro que el verde, en todas sus acepciones, vende. La marca gráfica utilizada por Estambul se basa en el tulipán, el símbolo de la capital turca, que de hecho utilizaron todos los diseños finalistas para dotar de imagen a esa candidatura, mientras que el de Tokyo está basado en las flores de cerezo tan simbólicas del Japón.



Si conocen Estambul quizá hayan reparado que las posiciones de las torres (en turco kulesi) Gálata y Kiz Kulesi (o de la doncella) fueron reajustadas respecto al diseño inicial para una mas realista representación de la primera en alto respecto a la segunda que está situada en una isla a la entrada del Bósforo.

Decíamos que el COI estuvo tolerante porque a la candidatura de Chicago 2016 la obligaron a cambiar su símbolo por utilizar la imagen de la antorcha olímpica con cuya llama se realizaba, por cierto, una sutil representación de un elemento tan característico del skyline de esa ciudad como es la antiguamente llamada Torre Sears.  Este edificio  que durante mas de 20 años fue el mas alto del mundo, hasta que en 1998 la Torres Petronas de Kuala Lumpur le arrebataron ese récord, desde julio de 2009 se denomina oficialmente Torre Willis.

Y es que el citado COI es muy celoso de sus símbolos, como bien se enteró Aristóteles Onassis cuando pretendió utilizar los aros en la marca gráfica de Olympic Airways. Así que se vió obligado a tener que que añadir un sexto supuestamente representativo de Grecia para aplacar las iras del poderoso organismo deportivo. En descargo del mismo hay que señalar que antiguamente la disposición de los anillos olímpicos era mucho mas parecida a la escogida por la aerolínea helena.


El que parece que de momento va librando es el Insituto Municipal de Deportes de Córdoba, pero que se ande con cuidado ese consistorio andaluz.



Quizá sea interesante traer aquí el caso de la compañía neozelandesa Telecom NZ que aplicó el ingenio contra el celo del organismo olímpico durante los Juegos de Atlanta de 1996 para conseguir vincularse al evento sin ser patrocinador del mismo. Así es como se anunció:


Aunque no se aprecie en la copia en blanco y negro de la creatividad de Saatchi &Saatchi, hay que destacar que los “rings” lucían los colores de los anillos del COI. Visto como está el asunto del conocimiento de idiomas quizá convenga aclarar que "ring", aparte de ser una tradicional onomatopeya de los timbres de los teléfonos, en inglés significa anillo. Añadamos que la demanda del Comité Olímpico Neozelandés contra la campaña fue desestimada por los tribunales.

Volvemos a Madrid porque en todo este lío de su candidatura el que ha andado bastante sobrado ha sido el Alcalde de Barcelona con eso de la suya es la única ciudad que podría competir con Tokyo. No hay nada como el ego de un nacionalista que además ha visto como la gran beneficiada de la plancha madrileña es la pintoresca candidatura de la capital catalana a las olimpiadas de invierno de 2022. Y es que la alternancia de los países elegidos la habrían hecho inviable si estuviera previsto celebrar una Olimpiada en Madrid dos años antes. Así ya se entiende mejor la racanería del apoyo de personajes como Messi que habría sido tan estimable en una elección celebrada en en el país en que es un ídolo. 

En todo caso si estos tíos consiguen vender Barcelona (la candidatura en puridad es Barcelona-Pirineos) como sede de una Olimpiada de Invierno va a haber que ir pensando en hacerse nacionalista, porque sería prueba inequívoca de que tienen la baraka que le falta al resto de los españolitos. No olvidemos que los Juegos del Mediterráneo de 2017 tendrán como sede Tarragona, la tercera ciudad de España que los albergará tras Barcelona donde en 1955 se celebró la segunda edición, tras la inaugural de Alejandría (1951), y Almería en 2005.



El que hay que considerar francamente logrado es el símbolo de esa organización que actualmente forman 24 países de los tres continentes ribereños del Mediterráneo, de ahí que los aros se reduzcan a ese número, pero con el oportuno añadido de representarlos con su reflejo sobre el que los romanos llamaron "Mare Nostrum".


Y ya metidos en simbólicos anillos recordemos que ocho son los que utilizan como símbolo los Juegos de los Pequeños Estados de Europa aunque desde 2009, con la incorporación de Montenegro, sean nueve los países miembros de esa asociación que celebró sus últimos juegos a finales del pasado mes de mayo sin particular atención mediática.


E este mundo tan cambiante no es fácil mantener actualizados los simbolismos. Los actualmente llamados Juegos del Sudeste Asiático (SEA Games) nacieron en 1959 como Juegos del Sudeste Asiático Peninsular (SEAP Games) promovidos por una organización constituida por seis países fundadores, de ahí el numero de aros de la marca gráfica inicial. Pero pronto pasaron a ser siete con la incorporación de Singapur, aunque la no participación en la primera edición de Camboya, uno de los fundadores, dejó el símbolo ajustado al número de competidores de la competición celebrada en Bangkok en 1959.

El número de aros permaneció inalterable durante años a pesar de que las siguientes ediciones contaron con siete países, número que posteriormente fue incrementándose paulatinamente hasta alcanzar la decena de participantes en 1997. En la edición celebrada en Brunei en 1999 se decidió actualizar el logosímbolo aumentando a diez el número de aros, pero en el año 2003 volvió a quedarse desactualizado con la incorporación de Timor Leste como undécimo participante. Así que desde entonces el emblema de los juegos permanece tan inalterado como inexacto según podemos ver en el isotipo creado para los Juegos que se celebrarán a finales de este año 2013 en Myanmar (el país que conocimos como Birmania).


Si al comenzar criticábamos lo poco reconocible que había quedado la Puerta de Alcalá en la marca de Madrid 2020 no podemos por menos que reconocer que tampoco es manca la pretensión de los organizadores del último evento deportivo citado Y es que no dudan en afirmar que la figura del deportista representado reproduce las formas del país organizador. Opinen vds.


Finalizamos con un resumen de marcas que exhiben entre uno y diez anillos con el que entendemos se da buena muestra de que este símbolo y su uso como representación numérica está exhaustivamente explotado.






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