Las mascotas de los Campeonatos Deportivos Internacionales celebrados en España (I)

Una mascota es, en primera acepción, una "persona, animal o cosa que sirve de talismán, que trae buena suerte" (DRAE). Se trata de una denominación procedente del francés mascotte que se ha instalado en numerosos idiomas. Un término en última instancia utilizado por el provenzal para designar a las hechiceras y, por extensión, a los sortilegios que saltó a la fama de la mano de la ópera cómica "La Mascotte" de Edmond Audran  estrenada con gran éxito en 1880. La historia es protagonizada por la campesina Bettina que cree que traerá la suerte a quienes la tengan a sus servicio siempre y cuando permanezca virgen.

Grabación de "La Mascotte" de 1968 con una referencia a la buena suerte
por medio de la herradura. Según la tradición americana debe colocarse
 boca arriba para permitir la salida de la invocada Fortuna.

El uso de talismanes deportivos encarnados por animales tiene una larga tradición en Estados Unidos. Está documentado desde principios del siglo XX el uso de un personaje disfrazado de oso por el equipo de béisbol Chicago Cubs que precisamente tomó su nombre del cachorro de ese animal (cub). Y ya hace años que prácticamente no hay equipo en Norteamérica que no cuente con su correspondiente mascota. El inglés, a diferencia del español, distingue esta mascot del animal de compañía al que denomina pet. 

Fotografía de los "Cubs" de 1908

El salto a la utilización de estos "talismanes" como elementos de apoyo a los eventos deportivos se produce con motivo del Campeonato del Mundo de Fútbol celebrado en Inglaterra en 1966.

El año anterior se había encargado a Red Hoy, un habitual ilustrador de los libros de Enid Blyton, la J.K. Rowling de la época, la realización de unos bocetos. De los tres leones y un niño presentados se escogió uno de los tres primeros, no en vano es el animal con el que gusta representarse Gran Bretaña. Ese diseño se plasmó en el cartel anunciador del evento y también fue interpretado por figurantes disfrazados. El nombre escogido fue World Cup Willie (apelativo de Guillermo, que no olvidemos en inglés también sirve para referirse al pene).

Aunque el movimiento olímpico no incorporó oficialmente  el "invento" hasta Munich 72 con el dachshund llamado Waldi creado por Otl Aicher, ya en los Juegos de Invierno celebrados en 1968 en Grenoble había tenido notable éxito una figurita promocional llamada Schuss (el nombre dado al descenso esquiando cara a la máxima pendiente) que, habitualmente, es considerada de facto la primera mascota olímpica.

El éxito del sencillo diseño de Mme. Lafarge ha dejado en el olvido a otro artículo promocional que estaba más concebido para ocupar ese papel de mascota, el delfín Dof del que sí se fabricaron los habituales peluches. Recordemos que el mamífero marino es el símbolo del Delfinado (provincia histórica que actualmente se reparte entre tres departamentos franceses) del que Grenoble es histórica capital.

En los Juegos de Verano celebrados ese mismo año (hasta 1992 coincidía el de celebración de los invernales y los estivales) en la Ciudad de México también se comercializó un jaguar creado a imagen de un altar ceremonial de Chichén Itzá. Suele considerarse antecedente de Waldi, pero no debió tener mucho éxito porque todas las referencias al mismo que conocemos utilizan una misma foto.(*) 

También hay quien incluye entre las protomascotas olímpicas la paloma de la paz diseñada por Lance Wyman dentro de la muy completa iconografía que este diseñador creó para la Olimpiada mexicana. Puro disparate porque esa paloma símplemente era el icono de uno de los veinte eventos programados dentro del entonces novedoso concepto de Olimpiada Cultural, concretamente del llamado "La Publicidad al Servicio de la Paz" en el que numerosas empresas publicitarias sustituyeron durante la segunda quincena de octubre sus anuncios murales  por mensajes relativos a la paz.

No resultó, en cambio, muy pacífica la versión de la paloma atravesada por una bayoneta que se hizo para protestar por la "Matanza de Tlatelolco" acaecida una semana antes del inauguración de los Juegos.

Una vez vistos los antecedentes de las mascotas de los eventos deportivos nos toca empezar con el anunciado repaso de su aplicación a los campeonatos internacionales celebrados en España, pero como nos hemos enrollado un poco con la introducción y vamos llegando a la extensión que nuestros lectores más participativos nos recomiendan no superar, tendremos que posponerlo para otro día. Así que les dejamos como aperitivo una colección de mascotas que cronológicamente marcan el período que se extiende hasta la creación del famoso Cobi. Tenemos que reconocer que barremos un poco para casa con la inclusión de los campeonatos del no extraordinariamente popular hockey sobre patines que fueron celebrados en Oviedo, pero esto es Vetustideces y en nuestra ciudad epónima ese deporte fue mucho.

(*) Adenda 9/10: nos han facilitado otra imagen que mejora la única que conocíamos.