Libreto de La Wachkyrie con la vaca de la R.V.F. de Benjamin Rabier |
El ilustrador francés Benjamin Rabier, quien posteriormente haría famoso en el vecino país al pato Gédéon, creó una sonriente vaca, a la que llamó la «Wachkyrie», para decorar los camiones de la unidad de avituallamiento en la que sirvió durante la Primera Guerra Mundial (la R.V.F. B70, las siglas son por Ravitaillement de Viande Fraiche, reavituallamiento de carne fresca). El nombre, que era una evidente mofa de las valquirias (en francés valquiries) de la mitología germánica, también fue el título de un foxtrot cuyo libreto puede verse junto a estas líneas.
Camión de avituallamiento de la R.V.F. B70 identificado con la "Wachkyrie"; se trataba de uno de los ómnibus del trasporte urbano de París que fueron adaptados |
En la misma unidad militar que Rabier prestó servicio el industrial quesero Leon Bel quien, cuando en 1921 se propuso lanzar un novedoso queso fundido, recordó el diseño y decidió llamar a su producto la “Vache qui rit” utilizando como imagen de marca una vaca diseñada por el mismo inspirada en aquella «Wachkyrie». Inicialmente la representó en las etiquetas en color blanco, pero pronto adoptó el característico rojo que hoy conocemos.
Sobre ese diseño recursivo volveremos otro día porque es una característica que comparte con otros productos, entre los que ha hecho fortuna el aquí poco conocido cacao neerlandés Droste. Esta es la causa de que, en ocasiones, sobre todo en textos en inglés, se hable de "efecto Droste".
El diseño atribuído a Leon Bel y el posterior de Benjamin Rabier |
Cuando Bel tuvo, la que se revelaría como genial idea, de comercializar su queso envasado en porciones, decidió mejorar el diseño. Para ello recurrió a Rabier que es quien ideó el famoso diseño con unas cajas del producto a modo de pendientes que, al parecer, incorporó a sugerencia de Anne-Marie Bel, la esposa del quesero.
Las numerosas imitaciones de la vaca de Bel exceden ampliamente nuestros propósitos de hoy, pero entre todas ellas cabe destacar la "Vaca seria", también dibujada por Rabier, que dio pie a toda una "guerra de las vacas". Si tienen interés en el asunto, y se defienden en francés, les recomendamos que sigan este enlace al espléndidamente documentado blog Heraldie. Nosotros añadimos dos versiones de "Le veau qui pleure" (el ternero que llora), una de "La vache qui lit" (la vaca que lee) y otra de "La vache savante" (la vaca sabia).
Sobre la sonriente cabe comentar que ha vivido numerosos rediseños, incluido uno en 3D del año 2010 en el que la Agencia Young&Rubicam la dotó de una publicitaria pandilla de bovinos amigos: Toro Teka, Rappe-T, Barbara Meumeuh y Josette Touillette.
Por cada marca que consigue adquirir relevancia internacional son muchas las que ven su notoriedad restringida al ámbito nacional o local. Algunos zoónimos que no le será difícil encontrar si viaja a la vecina Francia son la sal La Baleine, los restaurantes Hippopotamus o los claramente paronímicos Buffallo Grill que ya cuentan con alguna sucursal en España.
Kingfisher, es el nombre inglés de las aves conocidas como alcedines entre las cuales las más conocida es el martín pescador. Y también es el nombre de una marca de cerveza poco conocida en España que, sin embargo, es lider en el mercado indio y muy popular en numerosos países asiáticos. El éxito conseguido llevó a su propietario United Breweries Group a utilizar una extensión de marca para entrar en 2005 en el mercado aeronaútico en el que llegó a convertirse en el segundo transportista de ese sector en la India. Sin embargo los problemas financieros forzaron el cese de operaciones en 2012, así que la marca solo vuela ahora en las botellas de cerveza.
Kingfisher también es el nombre de la sociedad propietaria de tiendas para equipamiento del hogar que opera las marcas Castorama, B&Q o Brico Depôt. Hemos querido traerla, sobre todo, porque el logotipo de la firma recrea el ave de la que toma su nombre con un ingenioso monograma formado con las letras centrales. Muy logrado.
Otra cerveza con nombre animal muy conocida en Asia, por aquí prácticamente solo en los restaurantes indios, es la Tiger de Heineken. Esta marca nacida en Singapur en 1932 hizo popular el eslogan publicitario "Time for a Tiger" que inspiró al escritor Anthony Burgess el título de su primera novela escrita cuando ese autor vivía en Malaysia donde es una bebida muy popular.
De la misma multinacional cervecera es la neozelandesa Tui que toma su nombre de un ave endémica de ese archipiélago austral con la que vamos a finalizar por hoy. Vean la evolución de su etiqueta.
Tan solo añadir, por último, que esta marca ha desarrollado una peculiar línea publicitaria en la que afirmaciones poco o nada verosímiles son contestadas con un irónico yeah right. Utilizamos como colofón el cartel que le dedicaron a Lance Armstrong (recuerden que en inglés nut vale por nuestro huevo en su acepción de testículo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario