No es que celebremos el septuagésimo octavo aniversario de ningún allegado, pero por uno de esos inexplicables azares internetales hemos caído en una página de anuncios por palabras del Abc del 1 de febrero de 1936, día mas día menos, hace los 78 años del titular. Y es fácil constatar que las cosas han cambiado mucho desde entonces. Vamos por partes, en concreto por las tres en que hemos recortado esa página para facilitar su lectura.
Anunciar que una pensión ha sido recientemente saneada (1) sorprende no tanto por el hecho como por el verbo utilizado. Desconocedores del alcance que entonces se daba a esa higiénica acción tenemos que suponer que el estado del inmueble no daría para utilizar algún otro término, por ejemplo reformada, de carácter mas genérico a la par que menos evocador de un indeseable estado anterior. Mas nos intriga la especificación de que las habitaciones dobles podían ser usadas tanto por matrimonios como por dos amigos, algo que vemos repetido en la ref. 2 en la que, adicionalmente, para uso individual se requiere "posición". Quizá nuestras coordenadas mentales actuales nos lleven a suposiciones que entonces, por mucho que se tratara de plena República, se nos hacen fuera de lugar. ¿Una referencia a la posibilidad de cama matrimonial o separadas?
La economía verbal propia de los anuncios por palabras ha sido fuente de numerosos chistes. El rotulado con la ref. 3 seguro que hoy habría incitado a mas de uno a llamar al Teatro de la Zarzuela preguntando por Roque. Y es que los perros contemporáneos no "atienden por" sino que comparten con sus amos, que son los que ahora (les) atienden, el verbo llamarse. Y hasta se ven señores que nunca cambiaron un pañal de sus hijos recogiendo canina con sus propias manos.
En la ref. 4 lo que nos llama la atención es que el porte se exprese con ese hoy sorprendente "con taxi". Y no debía ser cualquier café uno que vendía diez mesas de billar.
En los tiempos del triunfo de la miniaturización resulta bastante chocante que la marcha al extranjero fuera la causa de tener que vender una radio que además se califica como buenísma (5). No se especifica como se hace en el anuncio siguiente (6) el número de lámparas, obsoletos dispositivos electrónicos electrónicos a los que hoy nos referimos como válvulas. Los montajes con cinco eran característicos de los modelos mas sencillos de los receptores llamados superheterodinos, pero es raro que no se utilizase tan llamativa palabra que nunca faltaba en la publicidad de esos aparatos.
anuncio superheterodinos Crosley de 5 válvulas (abril 1933) |
Adviértase, también, lo frecuente de la explicación del motivo de las ventas, un resabio de esa España de hidalgos que espolvoreaban migas por sus barbas para ocultar sus obligados ayunos. No se vayan a creer que vendo esto por necesidad, es por una inexcusable mudanza.
En los anuncios por palabras tradicionalmente ha sido importante el contexto que aporta la sección en que se ubican. No es lo mismo encontrar la palabra francés en los servicios personales que en los educativos, así que un lector que no advierta que no se trata de la "Bolsa de la Propiedad" que visitaremos mas adelante no dejará de sorprenderse por la venta de un piso por piezas (7). Manía de no usar la palabra mobiliario.
Entre las profesiones que hoy se nos hacen sorprendentes bien se merece un lugar la de "bruñidora de cubiertos" (9), un trabajo que como se especifica es realizable en el propio domicilio.
No abusaremos sacando de contexto lo de "Buen sueldo, trabajándome" (10) pero no cabe duda de que forma parte de un mensaje de inquietante ambigüedad. Lo mismo cabe decir de "Señora alemana acompañaría" (11), sin mas detalles, mas chocante todavía por su proximidad a la cuidadora de niños que con pésimo marketing proclama su falta de pretensiones (12) justo encima de un ama seca que hoy pasaría por perseverante lectora de periódicos.
En esta temporada en que es difícil no topar con gentes cocinando cuando se enciende la televisión, sería interesante que uno de tanto especialistas que abroncan a los candidatos a chef nos diera su opinión por el uso de cocina práctica (13) como tipología suplementaria a la cocina española. De la francesa no lo ponemos en duda.
Concluimos el repaso de esta sección con un anuncio parcialmente redactado en francés por una estenógrafa bilingüe con una sorprendente preferencia por los trabajos relacionados con el automóvil (14). ¿Qué tendría ese segmento de su profesión?
El último bloque de comentarios está dedicado a la "Bolsa de la Propiedad" en la que lo primero que llama la atención es el sistemático uso del pie cuadrado como unidad de medida. Lo subrayamos en amarillo.
Lo de las cuentas chapuceras es una tradición hispana así que también cabe destacar a quien enfatizaba que sus 8% eran de verdad (15). No como el del anuncio de abajo. No nos hemos metido a bucear en las peculiaridades de la "Ley de Paro" entonces vigente pero es llamativo que contenía beneficios inmobiliarios no solo para las casas (16) sino incluso para los solares (19). En tiempos tan desahuciadores como los que corren a lo mejor algún ministro debería echarle un vistazo para inspirarse.
La ref. 17 es una cuenta imposible porque a bote pronto nos sale que la casa cuyos tres cuartos tienen que diferir de lo ahora entendemos por tal debería tener unas en la época improbables doce plantas. Si lo resuelven no duden en hacérnoslo saber.
Cérramos con un último ejemplo del pintoresco régimen preposicional de este tipo de anuncios que convierten el hotel (entiéndase chalet) conocido por "El negro" en el "hotel conocido del Negro" (18). No había nacido todavía Luis Aragonés para poder atribuirle la autoría, porque ese texto nos ha traído a la memoria una de las críticas mas hipócritas que se hayan hecho a un personaje público por referirse como "el negro" al jugador francés Thierry Henry que, por cierto, es de raza negra. A nosotros, al menos, nos daría un poco de guasa llamar afrofrancés a un señor nacido en un suburbio de París. Un episodio acaecido en el curso de una conversación privada captada por una cámara (alguien nos leerá, probablemente desde el extranjero, que no sea muy de fútbol). Conste que nosotros no le perdonamos al primer personaje que recibe públicamente el sobrenombre de "sabio" desde Alfonso X (1221-1284), ¡qué país!, que nos haya dejado ese candelábrico (*) estropicio lingüístico que es la absurda denominación peineta. Ya les hemos explicado en otra ocasión la génesis del nombre dado al gesto para el que este blog propugna el cultismo digimpú. A ver si nos echan una mano en la difusión de tan elegante propuesta.
(*) candelábrico: adj. Dícese del error lingüístico que adquiere injustificada popularidad por su comisión en un medio de comunicación de gran audiencia. Es sofineologismo.
De bien nacidos...: que brutal fuente de información es la hemeroteca de Abc libremente accesible sin ninguna cortapisa al igual que la de La Vanguardia, no como otras. Fomentar la cultura sería, por ejemplo, retribuir con el equivalente a un peaje en sombra la disponibilidad pública de semejantes tesoros. A ver si así otros medios como nuestro periódico local que solo da acceso con cuentagotas a ciertas portadas se animan así a seguir el ejemplo.
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