Un amable lector nos ponía de manifiesto la contradicción que suponía dedicar un apunte a los ALE ("Asesores de la Liquidación de Eta", vamos a promocionar nuestra propia nomenclatura relativa a los mas comúnmente conocidos como "verificadores" propuesta aquí) para reclamar una menor atención informativa sobre los sainetes protagonizados por esa troupe multinacional con inestimables colaboraciones como la del lehendakari Urkullu que interpretó en la puerta de un hotel madrileño un delicioso remedo de Luisa Fernanda, ya saben:
Marchábase el soldado
cuando al mozo le salió a despedir
la moza que le amaba
y que quería con él partir
Anda con Dios soldadito
que a las banderas te vas
yo te prometo y te anuncio
que vas ser general
…
lo kistch del remake aconseja enlazar una interpretación “ad hoc”
realizada por “La Compañía” a comienzos de los setenta:
Como no hay mal que por bien no venga, fue nuestro menguado
número de lectores el argumento decisivo con que vencimos la crítica recibida. Y es que
este modesto blog ni osa ni loba considerase medio (de comunicación) y tememos
que ni siquiera sea cuarto (al menos no lo es libre de cargas).
Finiquitado el citado debate reparábamos en el también contradictorio mensaje
emitido por la comisaria Reding sobre el asunto de Cataluña. Así resumía sus
declaraciones “El Confidencial”:
Pero mujer de Dios, si la línea roja (expresión que ya hemos comentado en una entrada de diciembre) es precisamente lo de
permanecer unidos, cómo se va a hablar sin líneas rojas de las pretensiones de
cruzar la línea roja. Ni con la ayuda de un redivivo especialista en paradojas como Bertrand
Russell se aclara uno en el fango dialéctico que nos plantea la Comisaria.
Así las cosas topamos hoy en el noticiario de Cuatro con un
asunto destinado a dar bastante guerra en los próximos años. Nos
referimos a las madres de alquiler cuyo uso en el extranjero, sabido es que en
España es ilegal, está ocasionando cada vez mas incidentes relacionados
con la filiación. Resulta que los cónsules del Reino de España se empeñan en
que, en el actual estado de la ciencia, los niños suelen tener una madre. Y tenemos una legislación tan anticuada que tiene la pretensión de intentar
garantizar que los nacidos tengan derecho a saber quién es su presunto padre y
su efectiva madre (no entraremos hoy en las disociaciones óvulo-útero). Y ello si perjuicio de posteriores renuncias.
¿Y cual es la
contradicción? Pues que da la impresión, ya podría echarnos una mano el CIS, de que son precisamente los sectores sociales mas
beligerantes con los derechos de la mujer los que muestran una mayor
disposición a aceptar semejante cosificación del cuerpo femenino: vd. para y desaparezca. ¡Y muchos de estos abominan de la prostitución!
Esta paradoja nos trae a la mente otra que sí está
contrastada en numerosos estudios sociológicos cual es la elevada vinculación
ideológica entre el apoyo al aborto y el rechazo a la pena de muerte. Parece
que entre las posiciones inversas, con haberla, la correlación es netamente
inferior.¿Quién nos entiende?
Así lo veía en los años cincuenta el gran Mingote (nacido en Sitges, por cierto; en 1919 para mas señas, cuando los aragoneses consideraban la opción de ir a buscarse las lentejas a Cataluña antes de recurrir a irse al extranjero)
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