En la 6ª entrada de esta serie insertábamos, sin mayor comentario, la portada del 17 de julio del 95 de la revista The New Yorker, a cuenta de que en ella se incluye una reproducción de la Mona Lisa. Una de las tres tapas de esa publicación que hasta ahora lo han hecho.
Como allí tratábamos sobre el cuadro de Lonardo da Vinci, pasábamos por alto incluir más comentarios sobre las otras obras de arte que se hacinan en la tienda del barbudo anticuario ideada por Peter de Sève. Ciertamente no cabe incluir en esa categoría de arte el supuesto santo sudario que cuelga próximo a un ejemplar disecado de un extinto dodo que, a su vez, está sobre unas tablas con los mandamientos de Moisés.
Pero para nuestro propósito sí que son inventariables, aparte de la citada Gioconda, la “Victoria de Samotracia”, la “Noche estrellada” de Van Gogh [1], un Picasso ostensiblemente firmado, quizá porque hasta donde nosotros conocemos no se corresponde con ninguna pintura real del malagueño, así como un códice en el que puede verse el autorretrato de Leonardo emparejado con el muy recreado "hombre vitruviano". Este último es un archiexplotado icono que requiere más de una entrada para el solito, así que vamos a centrarnos hoy en el resto.
Pero para nuestro propósito sí que son inventariables, aparte de la citada Gioconda, la “Victoria de Samotracia”, la “Noche estrellada” de Van Gogh [1], un Picasso ostensiblemente firmado, quizá porque hasta donde nosotros conocemos no se corresponde con ninguna pintura real del malagueño, así como un códice en el que puede verse el autorretrato de Leonardo emparejado con el muy recreado "hombre vitruviano". Este último es un archiexplotado icono que requiere más de una entrada para el solito, así que vamos a centrarnos hoy en el resto.
Antes de ponernos a ello vamos a reseñar algunas otras históricas piezas presentes en esa exposición. En primer término, la Constitución de Estados Unidos con su característico encabezamiento "We the People..." [2] que ya les hemos enseñado en un apunte de hace casi un año . Allí la veíamos reproducida sobre la espalda de Julia Louis-Dreyfus en una portada de Rolling Stone de 2014 que alcanzó cierta relevancia por el torpe error cometido en la firma.
Si no son aficionados al cómic quizá no hayan reparado en que el ejemplar de Action Comics colocado sobre el patriótico documento anterior no es un número cualquiera, sino el primero protagonizado por Superman, que fue publicado en junio de 1938.
La otra gran gloria del cómic americano también está presente puesto que hay un boceto de Mickey pillado con el marco de la Mona Lisa, justo encima del plano de un desconocido tesoro y no lejos de una foto de no uno sino varios probables monstruos del Lago Ness. Tampoco falta una imagen relacionada con el "incidente Roswell" que dio carta de naturaleza a la llamada ufología.
Procede puntualizar que el citado boceto de Mickey que mostramos con más detalle en la adjunta imagen ampliada de un fragmento de la ilustración, no es uno cualquiera. Se trata de uno de los preparatorios de Plane Crazy, un film mudo estrenado el 15 de mayo de 1928 (años depués sería sonorizado), que es el primer cortometraje animado de Walt Disney en el que aparece Mickey Mouse. Y cabe apuntar que se comporta en el mismo como un granuja que trata de aprovecharse de Minnie.
Por ahí se ve también una lámpara que habrá que reputar maravillosa y un cáliz que no suponemos menos que un presunto Santo Grial. Asímismo hay unos enjoyados huevos, quizá de Fabergé, una inidentificable corona y dos interesantes guiños cinematográficos: por un lado el trineo que al final de la película "Ciudadano Kane" revela el significado de la enigmática palabra Rosebud con que comienza ese gran film y, por otro, los famosos zapatos de rubí que luce Dorothy en "El Mago de Oz".
Un detalle que nos da pie para destacar la mala suerte que tiene Julia Louis-Dreyfus en las portadas de Rolling Stone. Vean como la calzaron en la cubierta de mayo del 98 para remedar junto sus compañeros de la serie Seinfeld al cuarteto de protagonistas de la citada película.¡Menudo despropósito!
Compárenla con el original con ayuda de la espléndida portada conmemorativa de realizada por LIFE.
Por cierto que esos zapatos volverían la portada de TNY algunos años después en una divertida crítica de los controles aeroportuarios realizada por Barry Blitt.
Un detalle que nos da pie para destacar la mala suerte que tiene Julia Louis-Dreyfus en las portadas de Rolling Stone. Vean como la calzaron en la cubierta de mayo del 98 para remedar junto sus compañeros de la serie Seinfeld al cuarteto de protagonistas de la citada película.¡Menudo despropósito!
Compárenla con el original con ayuda de la espléndida portada conmemorativa de realizada por LIFE.
Por cierto que esos zapatos volverían la portada de TNY algunos años después en una divertida crítica de los controles aeroportuarios realizada por Barry Blitt.
-¿Pero esto no iba de artes de grado inferior al séptimo?
La verdad es que sí, pero se nos ha ido el tarro. El caso es que una vez que ya hemos anticipado la necesidad de mucho más espacio que requiere el hombre vitruviano, que a Picasso ya le hemos dedicado unos cuantos apuntes y que de la "Noche estrellada" ya hemos hablado aquí, tan solo nos quedaría pendiente repasar el autorretrato de Leonardo y la Victoria de Samotracia.
No debe ser fácil explotar editorialmente estatuas descabezadas porque lo cierto es que hay pocas portadas protagonizadas por esa representación de la diosa Niké. La más famosa es la espléndida cubierta realizada por Erwin Blumenfeld para el número de Vogue de diciembre de 1945 que celebraba aquella primera Navidad sin guerra en seis años.
Ya en clave de ilustración de comic encontramos un ejemplo en la británica The Spectator fechada el 29 de marzo de 2003.
Ya en clave de ilustración de comic encontramos un ejemplo en la británica The Spectator fechada el 29 de marzo de 2003.
P.S.- Casi nos olvidamos de glosar la espléndida metáfora de esta pedrochera España actual que es la portada hoy analizada. Entre tanta maravilla, ¿qué se llevan los encantados clientes?
Claro que aquí, acostumbrados a comprar mentiras a diario, es más probable que hubieran optado por los dientes de gallina (recordemos que el inglés utiliza la frase hecha "as rare as hen´s teeth" para referirse a una cosa inexistente).
[1] Nos viene a la memoria la portada de Mike Williams en Punch del 14/11/1979.
[2] Este documento, en una reproducción convencional, también ha sido portada de la revista Time, en concreto de su número del 18 de diciembre del 2000.
[1] Nos viene a la memoria la portada de Mike Williams en Punch del 14/11/1979.
[2] Este documento, en una reproducción convencional, también ha sido portada de la revista Time, en concreto de su número del 18 de diciembre del 2000.
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