Un juego muy querido por los directores de arte de las
revistas es la sustitución de alguna de las letras del rótulo por algún motivo
de la ilustración o foto escogida como cubierta. Esta semana es nuestra admirada TNY la que
recurre a ese artificio para celebrar la victoria de España en el Eurobasket escenificar una escena callejera muy
neoyorquina ilustrada por Mark Ulriksen.
Ese balón nos da pie para repasar otras cubiertas de la
publicación neoyorquina que han recurrido a ese mismo artificio. Y es que ya se ha visto ejecutado
con un sombrero (Birgit Schosson en mayo
de 2013), el sol (Ian Falconer en agosto de 2012 e Istvan Banyai en ese mismo mes de 2011), la luna (Bob Staake en noviembre de 2017) o una piripi
cara (Bob Mankoff en diciembre de
1997), esta en una tapa que tiene continuación en la parte trasera (apuntamos al debe una entrada sobre cubiertas desplegables).
La sustitución de la letra más redonda por una cara que hemos visto en Photo también ha podido verse, aunque ejecutada con bastante menor brillantez, en el Playboy italiano (abril 2014). Pero la supresión de letras para insertar caras es un recurso muy utilizado, especialmente en las revistas de moda (1), por lo que daría para todo un apunte.
Cerramos con el curioso caso de último número de Rolling Stone de 1999 en el que no era un elemento de la portada el que se incorporaba al rótulo, sino que ocurría precisamente lo contrario, eran las dos os de su nombre las que se convertían en una ilustración representativa de los ceros finales del arranque del nuevo milenio.
Cerramos con el curioso caso de último número de Rolling Stone de 1999 en el que no era un elemento de la portada el que se incorporaba al rótulo, sino que ocurría precisamente lo contrario, eran las dos os de su nombre las que se convertían en una ilustración representativa de los ceros finales del arranque del nuevo milenio.
(1) particularmente por ELLE que bien habría podido prestar la imagen de Jourdan Dunn que mostramos a continuación a una competidora con alguna O en su rótulo. A la revista que ha convertido esa letra en cabecera no le hace falta porque ya se basta su factotum Oprah Winfrey.
Adenda 30/10/2014: Otra pelota, esta de tenis, en la portada de la revista The New Yorker del 8 de setiembre de 1997, ilustrada por Lawrence Mynott.
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