Números prensados

Llamamos números prensados, no saben cuanta ilusión nos haría poder empezar con un "se llama...", a los que han pasado por la habitualmente imprevisible interpretación de un medio de comunicación. Preferentemente uno escrito cuya genérica denominación alternativa hemos utilizado para darles nombre.

A ellos dedicábamos la reciente entrada "Líos periodísticos con los números"  y una noticia que hemos visto el lunes en el diario gijonés El Comercio nos insta a volver sobre esta cuestión. Pero ojo, que no estamos ante interpretaciones de la misma naturaleza. Mientras que en el citado apunte mas bien se trataba de la típica mezcla de peras con manzanas que hace el que no se entera, lo que hoy comentamos es pura cocina al servicio de un mensaje lanzado por el tripartito que gobierna el Ayuntamiento de Oviedo: aquí hay que colocar gente $;)

Tenemos que ir hasta el segundo párrafo del texto de D. Gonzalo Díaz-Rubín para leer "así que el Ayuntamiento funciona con 650 funcionarios, de los que pueden restarse los 281 de la Policía Local y los 74 de Bomberos". No sabemos muy bien por qué estos cuerpos no son de su agrado. No le parecerán lo suficientemente burocráticos, porque nos da que este caballero confunde funcionario con burócrata (y, de paso, hay que cuidar un poco esos cacofónicos funcionamientos con funcionarios).

Continúa el periodista "el resto de servicios, desde Licencias a Educación o Cementerios, se mantiene con tan solo 275 personas". En nuestra escuela 650 menos 281 menos 74 era igual a 295, pero no deja de ser una menudencia en tan desenfadada aritmética. Mas nos interesaría saber cual es la justificación de ese "tan solo". En todo caso recomendamos la infalible prueba de la nómina. En el caso de que D. Gonzalo fuera mileurista, que no lo creemos, prueben a pagarle 932€ (275/295*1.000) en vez de mil. Verán como ya no le parece lo mismo.

Sigue la criba: "Y ni siquiera. Esa cifra conviene matizarla. El ahora cuestionado organigrama, la Relación de Puestos de Trabajo impulsada por el PP, permitió este año iniciar la reclasificación de 73 trabajadores de las categorías más bajas. Gente que había entrado en el Ayuntamiento como oficial, maestro carpintero o mecánico y que desempeñaba, tras la privatización de servicios, otras tareas. Para ellos se crearon 63 plazas de auxiliar de información (ordenanza) y 16 de auxiliar administrativo que, tras superar un examen, podrán empezar a ocupar a finales de este año. Quedan 200". Ya se ve que tampoco le gustan los trabajadores procedentes de las escalas mas bajas. Igual es para despistar sobre la presumible fuente del texto, teóricamente gentes no muy afines a tan indecorosos discriminatorios postulados.

Lo maravilloso es que este último párrafo es todo un irrefutable elogio de la gestión privada que hay que dejar claro que no es aplicable a muchos servicios de la Administración. No todo es la eficiencia. Pero a ver si encuentran, no ya en España, sino en el mundo una empresa de servicios que haya sobrevivido con un 10% de su plantilla compuesta por ordenanzas (no podemos con esa cursilería de auxiliares de información). 

¿Ven como no es difícil de entender algunas claves de la fácilmente demostrable ineficiencia de algunas interpretaciones de la gestión pública? No digamos cuando están al frente gentes que muestran la lucidez de los regidores ovetenses.