miércoles, 23 de septiembre de 2015

Hillary


Si el pasado mes de julio era una ilustración del semanario The New Yorker la que nos daba pie a repasar en dos apuntes (primero y segundo) algunas de las portadas protagonizadas por Donald Trump, en esta ocasión es la cubierta de octubre de la  satírica MAD la que de alguna manera nos obliga a dedicar a la aspirante a candidata demócrata una correlativa entrada. Y es que hay que reconocer que Mark Fredrickson ha estado sembrado en su parodia del cartel de la última entrega de Mad Max que ha convertido en "The Furious Road to the White House".


Es justo reconocer que la revista americana lo ha bordado, aunque sea a la segunda, ¡vean qué ojos le han colocado a Dª Hilaria! Pero hay que señalar que hubo un intento anterior de remedar el cartel, mucho menos logrado, en que fue la mascota de la revista Alfred E. Neuman el encargado de sustituir a Charlize Teron.

















No podemos dejar de traer a este repaso alguna portada de nuestra revista favorita que en su número del 30 de marzo nos obsequió con una colección de “emojis hillarianos” ideados por el gran Barry Blitt.
Adicionalmente, en la cubierta del pasado 1 de junio Hillary  (no se empeñen en ver a una infanta de España) ocupa un pequeño pero a la vez protagonista papel al intentar acceder al muy masculino vestuario de los candidatos presidenciales. Nos parece digna de presidir asambleas feministas. Añadimos una prueba de observación: ¿qué elemento comparte esta portada con la que les mostrábamos en la entrada del pasado 14/9?

Lo cierto es que la prensa estadounidense no ha estado muy cañera últimamente con la ex-secretaria de estado y presidenta consorte, aunque para algunos mas bien titular en la sombra de ese cargo. Y es que ya en octubre del 95 la desaparecida Spy había dejado bien claro cual de los miembros de la presidencial pareja pensaban muchos que tenía el paquete mas grande. Esa misma publicación ya le había dedicado anteriormente la cubierta de octubre del 93 apuntando otra versión del ejercicio del liderazgo en esa pareja. 


Pero casi todas las demás cubiertas dedicas a la sra. Clinton, que no son pocas, muestran un talante mucho menos festivo y lo mas simpático que hemos encontrado es el papel de salvadora del burro demócrata que le encomendaba “The Week” en el mes de marzo.


Vamos a concluir este breve repaso del tratamiento gráfico dado a la candidata con dos portadas de Time. La de enero de este año se bastaba con una fracción de una de sus extremidades inferiores para evocar a esta corajuda señora, mientras que la enero de 2008, inmediatamente anterior por tanto a la última elección de un candidato demócrata, recurría al conocido cliché de la bipartición del rostro (cualquier día de estos les documentamos el abuso de esta composición que hace la prensa).


Un detalle a tener en cuenta es que esa era también la base creativa de una campaña de la promoción de la NBA de la que la prestigiosa revista también copió el lema “solo puede quedar uno”.

Y ya para finalizar, ahora de verdad, no podemos dejar de hacer referencia a las últimas incorporaciones a la colección de Donald TrumpBusiness Week no ha estado muy original con su copia de una portada que ya hemos visto como fue publicada por People en julio de 1990, mientras que no cabe decir que The Economist haya estado especialmente elegante. A la altura del personaje pues. Y eso que el aspirante republicano hasta ha invitado a algún alguna asistente a sus actos a comprobar que lo suyo no es peluquín.


Tampoco nos gusta mucho el disfraz de padre de la patria que le ha colocado al millonario su muy afín New York.






Solución a la cuestión planteada: "We the People...."

 





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