sábado, 3 de agosto de 2024

Lenguaje de la semana 31/2024

 

El sintagma de la semana, y diríamos que de toda una temporada, es "concierto económico solidario". Una expresión que convierte el término que debería ejercer de epíteto en toda una excusatio non petita que no deja precisamente en buen lugar a los adjetivalmente más desnudos conciertos vasco y navarro.

Tampoco ha sido menor la turra con las tradwives (traditional wifes) que han sido puestas de moda por la campaña creada para  la tiktoker RoRo por una agencia de influencers. El personal se lo ha tomado muy en serio y gentes como Deva Mar Escobedo, una imagen vale más que bastantes palabras, han creído ver en el subyacente toda una amenaza para la causa del feminismo, según expone en un prejuicioso artículo publicado en eldiario.es  [lamentamos no poder atender quejas por el tiempo que consideren malgastado en los enlaces que incluimos].

Muy recomendable nos parece, en cambio, Tus argumentos y los míos. Un homenaje al profesor Oswald Ducrot que Mamen Horno aprovecha para explicar con lúcida claridad el concepto de topoi y los perversos resultados que se derivan de que esos códigos implícitos no sean ampliamente compartidos.

El Martes Neológico del Centro Virtual Cervantes ha encadenado el sexoafectivo de hace dos semanas con el sintagma no binario  tratado por Ashenne Dante Alcázar en un artículo que confiesa, en apostillada nota, haber escrito antes de la última actualización 23.7 del DLE que en noviembre de 2023 incluyó esa forma compleja en el lema binario. Una solución que no satisface a esta lingüista que en los ocho meses transcurridos no ha tenido tiempo de rehacer su texto. Si esa desidia aún les deja con ganas de leer el artículo no tienen más que seguir el enlace, pero a nosotros nos ha quitado las de comentar la palabra que los corpus utilizados por la autora registran por primera vez en español en el año 2017 (un fechado de uso inicial que no ha mejorado nuestra busca en las hemerotecas).

Lo que son las últimas modas neológicas, esas son abordadas por  Patricia Gosálvez en Todo es ‘skibidi’, un artículo publicado ayer en El País que adjuntamos como anexo.

En cuanto a la sección El Trujamán del aperezado Cervantes Virtual que ayer se tomaba un mes de vacaciones, en la última edición encontrarán nada menos que una diatriba contra el capitalismo. Que se note quien manda ahí.

Revolviendo un poco por nuestra cuenta sobre la no binariedad hemos dado con la ceterosexualidad, previamente llamada escoliosexualidad (definida como atracción por las personas trans en general), que es la orientación sexual caracterizada por la atracción por personas no cisgénero, es decir, transgénero, transexuales, no binarias, genderfluid y lo que venga. En algún sitio tenemos leído que la lista de los reyes godos es un juego infantil comparado con el repertorio léxico de los asaltantes del heteropatriarcado, así que la cosa bien merecería alguna plantilla creativa a imagen de la que se marcó Tom Gauld en New Scientist sobre las partículas subatómicas.

Tomamos por defensa del lenguaje inclusivo la viñeta de Flavita Banana del pasado domingo que fuerza claramente la exposición de ese jefe de tropa scout, porque creemos que todos nuestros interlocutores habituales habrían dicho de la pantanosa criatura que "no era humana". Pongan vds. a prueba a los suyos.

Proseguimos con la dibujante barcelonesa nacida en Oviedo, porque nos llama la atención la paidofobia que
rezuman algunos de sus dibujos, como es el caso de la adjunta escena convertida en ilustración del arrepentimiento en su entrega de ayer del Glosario ilustrado de las emociones estivales. Para pontificar sobre ciertas cosas es recomendable conocerlas de primera mano, Flavia

La viñeta publicada, también ayer, por Riki Blanco en El País nos inspiró la posibilidad de dividir a los lectores de la misma en dos categorías: los que hicieron inicial lectura de la sigla DM como dios mediante y los que aplicaron el correcto direct message. Posiciónese cada quien.

Pasamos a comentar la viñeta del mexicano Paco Calderón sobre las posibles consecuencias de la detención del Mayo Zambada, uno de los capos de la droga más importantes de México. “Voy a sacarle la sopa” significa en aquellas tierras que se va a utilizar el chantaje o la fuerza para obligara a alguien a confesar. Y esa "sopa" del narcotraficante es la que esperan con ansiedad los mexicanos, dados los intensos contactos con el poder que con toda seguridad ha tenido en casi medio siglo de carrera delictiva.

No fue el convencional relleno de urnas, en francés bourrage des urnes y en inglés ballot stuffing, el método utilizado por el siniestro régimen de Maduro para cometer su descarado fraude electoral, pero la conversión de esa trampa en prueba olímpica realizada por el belga Vadot nos da pie a citar algunas expresivas locuciones equivalentes utilizadas en América: chorreo de votos en Costa Rica y embarazo de urnas en México.

En La semana en viñetas 30/2024 (2ª parte) ya comentamos  las falsas declaraciones de experiencias masturbatorias con un sofá atribuidas al candidato a la vicepresidencia J.D. Vance. Hoy añadimos el ben trovato Couchboy de Ed Wexler.

Proseguimos con una monclovita paronimia de Sansón y la dilogía de Pinto & Chinto con el concierto catalán que pone el foco en la pasta. Neto también se apoya hoy en una musical metáfora. Padylla y Davila completan la polisémica serie con variadas acepciones de marcha que, en su significado atlético, proporcionó el jueves dos medallas a España.

La bolivariana versión de Miki y Duarte del "gato encerrado"  ofrece una buena ocasión de enlazar la explicación del metonímico origen de esa expresión incluida en el Rinconete Hasta los gatos quieren zapatos publicado hace ya más de dos décadas por José María Romera. Un artículo que ya enlazamos en febrero de 2021 cuando Flavita Banana dio una pandémica vuelta a la expresión. 

Proseguimos con el poco utilizado "se conoce al pasajero / viajero por la maleta" que Puebla incluyó en su tira del martes.

La cuestionada calidad de las aguas del Sena para albergar las pruebas de natación del triatlón ha suscitado diversas viñetas [1]. Emilio Giannelli optó por un enfoque culto con su evocaciónde la que en francés es conocida como «la palabra de Cambronne» («le mot de Cambronne»), que no es otra que «merde!». Y es que al general de Napoleón herido en la batalla de Waterloo se le atribuyen dos frases célebres cuando fue conminado a rendirse por un oficial británico. Su primera respuesta habría sido «La Guardia muere, pero no se rinde» («La Garde meurt, mais ne se rend pas») y, posteriormente, ante la insistencia de los ingleses, habría añadido el famoso «Merde!» que siempre negó haber dicho. 

Un fragmento del capítulo XV de Los Miserables (1862; la batalla tuvo lugar en 1815) de Víctor Hugo muestra hasta qué punto la anécdota adquirió fama: «Decir esta palabra y morir después. ¿ Hay algo más glorioso ? porque quererlo es morir, y no es culpa de aquel hombre si, ametrallado [herido por la metralla], ha sobrevivido. (...) El hombre que ha ganado la batalla de Waterloo, es Cambronne. Fulminar con tal palabra el trueno que os mata, es vencer.»

Se atribuye a Winston Churchill, aunque sin soporte documental que lo acredite, la frase según la cual la democracia es el sistema político en el que cuando alguien toca a tu puerta de madrugada, seguramente será el lechero (Democracy means that if the doorbell rings in the early hours, it is likely to be the milkman). Antón realizó una oportuna adaptación a la puerta de la presidencia del gobierno que no son pocos quienes no han encajado todavía.

La mágica foto del surfista brasileño Gabriel Medina tomada por el fotógrafo Jérôme Brouillet inspiró a Santy Gutiérrez una oportuna extensión del lema olímpico para tan narcisista era como es la que vivimos.


Dave Brown se encarga del apartado musical con su parodia de hoy de la canción My Mammy (letra) que se hizo particulamente popular en la interpretación blackface de Al Jolson (vídeo). Reproducimos el fragmento que ha sido reescrito por el humorista.

Mammy,
My little Mammy,
I'd walk a million miles
For one of your smiles,
My Mammy! Oh oh oh...


Mañana mostraremos más viñetas suscitadas por las necedades de Trump sobre la raza de Kamala Harris.

En el ámbito literario contamos con una Caperucita Kamala de Dick Wright acechada por un lobo representativo de su trayectoria radical y la victoria por nariz de Pinocho que Santy Gutiérrez oportunamente aplicó a Maduro en la única viñeta en que, de momento, hemos visto al candidato opositor Edmundo González. Concluimos con el clásico de R.L. Stevenson adaptado por Pablo García a nuestro primer asunto de hoy. 




PS - La viñeta de hoy de Tom Gauld en The Guardian

Y un enlace a Joseph Conrad y doña Juanita publicado por Eduardo Jordá en Abc en esta jornada en que se conmemora el centenario del fallecimiento del escritor polaco.




[1] Viñetas de Pierre Kroll y Mark Knight sobre el triatlón





Anexo

Todo es ‘skibidi’
Patricia Gosálvez (El País, 2/8/24)

La novísima generación alfa ya tiene su propio lenguaje, y en su palabra más libre cabe el universo de posibilidades que hereda

Kamala es brat. Las tradwives son un espejismo de las redes, donde se abusa del sharenting, mientras las bichotas llenan estadios, Nadalcaraz rompe corazones y es imposible entender los titulares de prensa sin saber leer el zeitgeist.

Definamos por partes: la candidata demócrata es “audaz y está en la onda”, las supuestas “esposas tradicionales de Tik Tok” trabajan mucho para que parezca que solo cocinan, compartir al tuntún imágenes de nuestros hijos en Internet no es de buenos padres, las seguidoras de la colombiana Karol G se empoderan perreando hasta abajo y dos hombres heterosexuales con un horroroso uniforme rojigualda forman la nueva pareja a la Bennifer, a la Brangelina, a la KimYe… Y, sobre todo, “ese espíritu de los tiempos” es cada vez más volátil, ya que todos estos términos se han publicado en este mismo diario en apenas unas semanas.

Eso en el trabajo. Porque en casa el lenguaje evoluciona aún más deprisa. Un día, los tienes en brazos balbuceando ajos y al siguiente te ponen los ojos en blanco —como el emoji— con un mortificado “¡mamá, bro!” (de brother, hermano). No me da la columna para tanta acotación... ¡Qué ennui tener que explicarlo todo! Eso parece que piensan los chavales que, en cientos de vídeos cortos en redes sociales (cinco palabras para no escribir reels), explican a sus padres qué significa ser un sigma (líder) o todo lo contrario, un NPC (figurante en un videojuego, es decir, un don nadie). Entenderse puede resultar complejo, sí, pero también lo es leer una carta de Hacienda donde el léxico no ha cambiado en décadas.

Entre el arsenal de neologismos que usa la novísima generación alfa, esas personas nacidas (o no todavía) entre 2010 y 2025, el mejor es skibidi. Primero, porque no está en inglés. Es una pseudopalabra, obedece a la lógica fonética de varios idiomas, pero no es de ninguno. Y segundo, porque su etimología, que comienza tan solo en 2022, es una fantasía: incluye a un agricultor turco devenido en estrella de Tik Tok que baila bamboleando una tremenda panza y que hizo viral un tema de electropop búlgaro cuya posterior remezcla con un hit de un famoso productor de rap estadounidense utilizó un animador georgiano para crear una surrealista serie en su canal de YouTube (43 millones de suscriptores) titulada Skibidi toilet, que trata sobre unos retretes de los que salen cabezas humanas. Hay rumores de que Michel Bay quiere hacer una película.

¿Se puede pedir más? Se puede. Además de en la forma, skibidi es libérrima en el fondo: significa malo y bueno, descacharrante y bizarro (en el sentido que todos lo usamos, porque solo para los pedantes significa valiente). Además de adjetivo, sirve como interjección. ¡Qué locura! ¡Vaya lío! ¡A por ello! ¡Ni se te ocurra! Y no se me ocurre, en efecto, nada mejor para describir el mundo que les dejamos en herencia.



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