miércoles, 3 de abril de 2013

Del eufemismo al interesado anacronismo


Una de las formas de ese mirar para otro lado tan de moda al que nos referíamos en la última entrada de este cuaderno es el eufemismo, esto es, la sustitución de palabras que puedan ofender, sabido es que nos hemos vuelto muy susceptibles, por otras menos lesivas. De antiguo nos ha llamado la atención la transcripción que hacen del nombre de su congregación las “Hermanitas de los Ancianos Desamparados” en la entrada de su flamante "hogar" sito en la falda del Naranco. 


Rotular “de Mayores”, como aconseja el politiqués más estricto, ya habría sido demasiada alteración de la denominación escogida por D. Saturnino López, el fundador de este instituto religioso. 

¡Cómo va a haber desamparados en el flamante estado del bienestar!, aquí lo que hay son D. Aprovechemos la referencia a este bienintencionado desliz comunicativo para mostrar la admiración por esta obra que acoge a unos 26.000 ancianos en 210 casas situadas en 17 naciones.

El anacronismo puede convertirse en otra sutil forma de disfrazar la verdad. No tiene mayor trascendencia que llamáramos platinos a los casi desaparecidos mecanismos de encendido que sólo contenían ese metal si pertenecían a un Rolls Royce, seguir llamando pizarra a una superficie que ya nunca es de esa piedra y muchas veces ni siquiera de su mismo color, plomos a un dispositivo totalmente carente de ese metal, pero hay ejemplos mucho más interesados. Te colocan un pequeño impuesto de un céntimo por litro de gasolina al que muy aviesamente se le añade el apellido de sanitario, como si la caja de la administración no fuera única y ese céntimo no pudiera estar pagando dietas de kilometraje de algún diputado. A ver si hay suerte y este por lo menos los ha recorrido. Cuando la feligresía ya está acostumbrada al astuto nombre de “céntimo sanitario” te lo suben, sin excesiva publicidad, a 2,4 (sí, un 140%) y el personal casi ni se entera. Y todavía tienes que aguantar que te digan que aquí no se ha llegado hasta el máximo de 5 céntimos que permite la ley como casi ha hecho la vecina Cantabria que en junio de 2012 pasó de un tirón y sin anestesia de 0 a 4,8 céntimos por litro. Así que los conductores atentos que circulan por la cornisa cantábrica han pasado de repostar en Unquera a hacerlo del lado asturiano.

No es malo recordar cuanto se llevan las arcas públicas de cada billete de 50€ que gastamos en gasolina. Otro día hablaremos del juego, pero les anticipo que en el Euromillón el reparto es 60 para el Estado y 40 para los ganadores. Esto sí que es una claúsula abusiva del Contrato Social. 

Así nos decía muy gráficamente la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos que estaba el asunto de la gasolina tras la subida del IVA al 21% el pasado mes de setiembre.

Fte: http://www.aop.es/pdf/ComposicionPreciosSeptiembre2012.pdf 

Para intentar optimizar el llenado del tanque el Ministerio mantiene una página de comparación de precios que, tristemente, solo sirve para comprobar que es un sector que funciona en régimen de oligopolio. Obsérvese que exiguas diferencias:


Mejor diseñada está la consulta en la página privada el precio de la gasolina pero, lamentablemente, no está tan actualizada como la oficial y se olvida de alguna gasolinera. Su inteligente disposición por distancias al punto elegido (¿en que estaría pensando el diseñador del Ministerio?) permite ver que donde sí hay diferencia es en las vinculadas a los hipermercados, estaciones sobre las que periódicamente se hacen correr interesados rumores sobre la calidad de sus productos. Esto es España.



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